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Un espacio legal aún sin determinar: ¿las ‘dickpics’ son porno, acoso o violencia sexual?

Un hombre joven
Hoy en día el envío de dickpics, es decir fotografías de penes, solo puede castigarse en base al artículo sobre pornografía. Por eso, los expertos piden que se modifique la legislación sobre delitos sexuales para actuar con más decisión contra el ciberacoso a las mujeres en el mundo virtual Credit: Lolostock / Alamy Stock Photo

Casi una de cada dos mujeres ha recibido alguna vez fotos de penes no deseadas. Desde hace poco tiempo, en Suiza las mujeres pueden denunciar con total facilidad estos ciberataques en una página web. Es el principio de la solución a un problema que apenas ningún país del mundo recoge en su legislación.

En Suiza, el acoso sexual es un fenómeno muy extendido. Una de cada cuatro mujeres afirmó en una encuestaEnlace externo realizada en 2019 haber recibido “imágenes sexuales explícitas”. A nivel mundial, los datos son aún mayores: según una encuesta recienteEnlace externo, casi una de cada dos mujeres recibe fotos de genitales masculinos.

Una de cada 10 mujeres de la Unión Europea mayor de 15 años afirmaEnlace externo haber sufrido ciberacoso en alguna ocasión. Esto  significa haber recibido correos electrónicos o mensajes SMS sexualmente explícitos no deseados y/u ofensivos, o insinuaciones ofensivas e inapropiadas en las redes sociales. El riesgo es mayor entre las mujeres jóvenes de 18 a 29 años.

Muchas mujeres terminan por ignorar este desagradable hecho porque la vía legal suele ser demasiado larga, costosa y humillante, afirma Jolanda Spiess-Hegglin, fundadora y directora de #NetzCourage. Esta organización sin ánimo de lucro pretende animar a las mujeres a poner límites a los agresores. Un medio para llevarlo a cabo es un generador de denuncias llamado #NetzPigCock. Ofrece la posibilidad de denunciar las fotos de penes no deseadas, las denominadas dickpics, en 60 segundos.

En www.netzpigcock.chEnlace externo, las afectadas pueden subir la foto y facilitar información sobre el incidente. Después, #NetzPigCock genera un archivo PDF que puede imprimirse y enviarse a la fiscalía cantonal. Según la asociación, los datos solo se almacenan localmente, afirma Jolanda Spiess-HegglinEnlace externo. La expolítica de Zug ha sido galardonada este año con el Premio Somazzi gracias –como indicaron los organizadoresEnlace externo– “a su labor pionera en favor de un mayor respeto y dignidad humana y contra el odio en internet, dirigido especialmente hacia las mujeres”.

No existe ninguna ley contra la agresión sexual

Según #NetzPigCock el generador de denuncias, que se puso en funcionamiento en marzo pasado, registró 1 178 denuncias en el primer mes. Se desconoce cuántas investigaciones penales siguieron a estas denuncias, ya que se envían directamente a las fiscalías. La Conferencia de Comandantes de Policía Cantonales (CCPCS) aún no tiene una visión conjunta de las denuncias de acoso sexual por internet recibidas en toda Suiza. Según Adrian Gaugler, portavoz de CCPCS, durante la pandemia aumentaron por regla general todos los delitos digitales.

“El problema se ha hecho visible. Ahora se necesita una ley contra la agresión sexual en Internet.” Jolanda Spiess Hegglin

El número de denuncias muestra la necesidad de actuar, afirma Spiess-Hegglin: “La violencia sexual y sexualizada es un gran problema, y los políticos no pueden ignorarlo más”. Solo la persecución constante por vía penal logrará crear una conciencia más amplia del problema y tendrá un efecto persuasivo.

Spiess-Hegglin critica el hecho de que en Suiza, como en la mayoría de los países, no exista una ley contundente contra el acoso sexual en el espacio digital. Para la violencia online se aplican leyes del siglo pasado, que regulan actos delictivos realizados de manera analógica. La ley penal suiza en materia sexual fue modificada por última vez hace 30 años.

En Suiza el envío no solicitado de imágenes de penes entra en la categoría de pornografía. De acuerdo con el párrafo 2 del artículo 197 del Código Penal suizo, cualquier persona que “ofrezca” escritos, grabaciones de sonido o de imágenes u otras pruebas de este tipo “no consentidas”, será sancionada con una multa. Si la persona que recibe una imagen de pene no deseada es menor de 16 años, la ley prevé una pena de prisión de hasta tres años. Pero, ¿es suficiente?

Una manifestación de mujeres
Con la aparición de la palabra sexismo en la década de 1960 la discriminación por razón del sexo pasó a ser identificable y reconocible. Hoy en día, también se reclama el reconocimiento y la persecución de la violencia sexual y sexualizada en Internet. Pierre Adenis/laif

Los pioneros del norte

Es necesario revisar la terminología y los delitos penales en muchos niveles, así como en muchos países. Para salir de ese espacio sin determinar, varios Estados han revisado su legislación penal en materia sexual: Finlandia, por ejemplo, está en proceso de aclarar el tema de las dickpics. El Parlamento discutirá un proyecto de ley este año que prevé una pena de prisión de hasta seis meses por el envío no permitido de imágenes de pene y otras fotos explícitas, incluso aunque el contenido esté dirigido a adultos.

En Suiza la legislación también va a la zaga de la realidad. La revisión del Código Penal en materia sexual está actualmente en manos del Parlamento. Se debate, entre otras cosas, el artículoEnlace externo sobre el acoso sexual.

¿Serán las dickpics parte de este artículo en el futuro? La cuestión no será debatida en el Parlamento hasta el próximo otoño. Pero el tema ya amenaza con convertirse en un asunto de interpretación por parte de los tribunales.

En su respuesta a la consulta parlamentariaEnlace externo sobre la revisión de la ley penal en materia sexual, #NetzCourage acogió con satisfacción el hecho de que el delito de acoso sexual contemple también la expresión “imágenes”, de modo que no solo se puedan sancionar los actos o palabras, sino también el envío electrónico de imágenes con connotaciones sexuales. En cambio, la asociación se mostró decepcionada por la “oportunidad perdida de adaptar automáticamente los actos de acoso sexual al acoso en Internet”.

“La misoginia y el sexismo se hacen invisibles y, por tanto, siguen siendo socialmente aceptables” Susanne Kaiser

¿Por qué los hombres envían fotos de penes?

La periodista alemana Susanne Kaiser, autora del libro Politische MännlichkeitEnlace externo (Masculinidad política), también reivindica que este tipo de actos se añada al derecho penal en materia sexual. La persecución de las agresiones en la red amparándose en el artículo relativo a la pornografía es un problema, afirma en una entrevista con SWI, “porque si se trata el acoso como pornografía, el desequilibrio de poder sigue siendo invisible”. Esto significaría también que la misoginia y el sexismo permanecerían invisibles y, por tanto, aceptables”. Para Kaiser, las dickpics tienen que ver con el poder y la violencia ejercida sobre los demás. “Las consecuencias de minimizarlo son fatales”.

En el lenguaje técnico se distingue ahora entre violencia sexual y violencia sexualizada. Este último tipo de violencia no tiene que ver con el deseo, ya que en este caso la sexualidad solo se utiliza para humillar a la otra persona y para demostrar poder y superioridad. Estas agresiones van desde comentarios lascivos hasta peticiones de actos sexuales.

Además, los remitentes de dickpics no son a priori personas frustradas sexualmente o exhibicionistas, sino hombres con un problema de masculinidad, como explicó Barbara Krahe, profesora de psicología, en una entrevista concedida al semanario alemán Der SpiegelEnlace externo: “Quieren reafirmar lo hombres que son y demostrárselo a las mujeres. Sienten la necesidad de ejercer poder”. El mensaje sería: “Soy un hombre de verdad porque soy yo quien decide dónde están los límites, y puedo cruzarlos deliberadamente. Solamente por eso, porque puedo”.

El alcance de las agresiones contra las mujeres, sobre todo cuando son públicas, se hizo visible de forma implacable en un vídeo de 15 minutos emitido por el canal de televisión privado alemán Pro7: el reportaje, en el que las mujeres denunciaban agresiones sexuales en internet, generó millones de clics y miles de comentarios en poco tiempo.

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Posteriormente, los profesionales de la emisora pública suiza SRF también relataron sus impactantes experiencias con el sexismo digital.

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Las dickpics son el medio para un fin

Otra razón por la que el envío de dickpics no debería castigarse solo en virtud del artículo de pornografía, según Kaiser, es el hecho de que estas imágenes se utilizan a menudo como medio de intimidación contra las mujeres que ocupan cargos públicos.

Un informeEnlace externo (pdf) de la Unión Interparlamentaria (UPI) realizado en cinco regiones diferentes pone de relieve el alcance de los ataques a las mujeres políticamente activas; el 82% de las diputadas declararon haber sufrido alguna forma de violencia psicológica mientras ejercían su mandato, como comentarios, gestos o imágenes de carácter sexual, sexista o humillante, amenazas y acoso. Las mujeres citaron las redes sociales como el principal canal de este tipo de violencia, y casi la mitad (44%) declaró haber recibido amenazas de muerte, violación, agresión o secuestro contra ellas o sus familias. El 65% había sido objeto de comentarios sexistas, principalmente por parte de colegas masculinos de los respectivos parlamentos [14Enlace externo].

Para Kaiser, las agresiones digitales suelen tener como objetivo dejar claro a las mujeres que no deben desempeñar funciones políticas o públicas. Esto se debe a que han demostrado su valía en un ámbito masculino y reclaman algo a lo que los hombres pensaban que las mujeres no tenían derecho. El envío de fotos de penes es un mecanismo relativamente eficaz. “Las dickpics pretenden demostrar a las mujeres que deben salir de este entorno masculino público y limitarse al ámbito doméstico”. El símbolo fálico está históricamente cargado de poder y dominación, dice. Y subraya: “El pene representa socialmente una función de poder y contiene un componente de amenaza”. Cuando se envían fotos de penes, siempre resuena la amenaza de violación y acoso sexual, afirma Kaiser.

Esta es otra razón por la que Kaiser quiere que el delito de acoso sexual pase a llamarse “agresión sexual”. Solo así quedaría claro que se trata de violencia y no de una ofensa banal.

Según una encuesta Enlace externorealizada por el instituto gfs.bern, existen formas específicas de acoso a las que están especialmente expuestas las mujeres jóvenes. Estas formas tienen relación directa o indirecta con comportamientos inapropiados en las redes sociales. El 61% de las mujeres de entre 16 y 39 años fueron objeto de comentarios molestos sobre su aspecto físico. Además, el 52% de las mujeres encuestadas de este grupo de edad más joven recibió mensajes sexuales explícitos no deseados en los canales online; entre las de 29 años o menos, la cifra llegó al 57%.

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Traducción del alemán: Carla Wolff

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