Suiza perfila en Davos sus retos actuales
Un cambio de filosofía sería positivo, porque falta competencia entre las empresas helvéticas, opina (OCDE).
Otra asignatura pendiente para Suiza y el resto del mundo es comprometerse más con los estragos sociales de las guerras.
En un mundo globalizado como el actual, ser un país competitivo resulta dos veces más difícil que en aquellas economías cerradas de los años 80, en las que daba igual ser eficiente que ineficiente.
Suiza lo sabe, y aunque ha decidido no integrarse a la Unión Europea, tiene claro que el ‘resfrío’ de un país siempre hará mella en sus vecinos.
Por ello, dada la pluralidad del Foro Económico Mundial (WEF), que se celebra en Davos hasta el 25 de enero, este evento se convierte en una excelente oportunidad para discutir los retos que están por venir.
¿Cuáles son las tareas pendientes de Suiza en el 2004, a juicio de algunos participantes destacados?
El reto comercial
Para Joseph Deiss, presidente de la Confederación Helvética, uno de los asuntos pendientes en su país y en el resto del mundo es una mayor liberalización del comercio, ya que esto siempre genera prosperidad a las economías.
En la práctica, esto implica casi siempre la reducción de aranceles para abaratar los productos de importación y conseguir exactamente lo mismo para las exportaciones.
Jean Phillipe Cotis, economista en jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), coincide con Deiss y agrega que se requiere un cambio de filosofía.
“No hay competencia en Suiza o es muy escasa. Es un país muy rico, pero la mayoría de las empresas no tiene que pelear por ser mejores; el potencial existe, pero debe desarrollarse”.
Consultado al respecto, Patrick Aebischer, presidente del Instituto Federal de Tecnología Suiza, habla claro:
“La solución para mi país es tomar más riesgos, reducir las regulaciones y, sobre todo, definir claramente las prioridades, que a mi juicio deben ser invertir más en investigación y educación”.
Migración y bienestar
Otro de los temas que preocupa a Suiza y que está en su lista de temas pendientes tiene que ver con el fenómeno migratorio que vive.
Uno de cada cinco trabajadores es extranjero y la llegada de fuerza laboral de otros países con frecuencia implica el fortalecimiento de la mano de obra del país, pero también puede generar problemas e inconformidades entre la población.
La inmigración albanesa ha sido muy intensa en los últimos años. Muchos suizos opinan que no es lo más conveniente para su país y se sienten molestos y descorazonados por ello, considera Tony Cowling, presidente del consejo de TSN.
Esta empresa se dio a la tarea, junto con Gallup, de identificar el sentir de la población:
Siete de cada diez suizos se muestran pesimistas frente el futuro social y económico, entre otras causas, justamente por el fenómeno de la inmigración, “por lo que la política en este ámbito debe cuidarse constantemente”, agrega el experto.
Finalmente, Jakob Kellenberger, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), opina que uno de los temas pendientes de Suiza y prácticamente de cada país sobre el planeta, es comprometerse con las causas internacionales.
Definir cuál es su papel en cada momento y pensar qué puede hacer para evitar las guerras y sus estragos sobre la población de los países.
En congruencia con lo anterior, Suiza asume esta responsabilidad, ya que la ministra de Asuntos Extranjeros, Micheline Calmy-Rey, se ocupará este domingo de proponer alternativas para agilizar un plan de paz en Oriente Medio.
swissinfo, Andrea Ornelas, Davos
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