Swissair: el Estado pagará planes sociales en el extranjero

Los sindicatos sabían del plan social, pero guardaron silencio para no comprometer la ayuda estatal para salvar la aerolínea nacional. Keystone Archive

La ley de algunos países respalda a los empleados de Swissair que recibirán indemnizaciones de las arcas federales.

Los empleados del grupo Swissair despedidos en el extranjero tienen más probabilidades que sus colegas suizos de ser indemnizados. Algunos están mejor protegidos por la legislación local.

La información proviene del acta de la reunión de la célula de intervención para el personal Swissair (Task Force) del pasado 12 de noviembre. El portavoz de la Secretaría de Estado de Economía (Seco), Alan Kocher, ha confirmado la noticia aparecida este jueves en el semanario ‘L’Hébdo’.

Sumas multimillonarias

Durante la reunión, los representantes del grupo Swissair anunciaron el despido de 188 empleados en el extranjero y que los costes, cifrados en 6,8 millones de francos, deben ser financiados con el crédito de explotación que ha concedido la Confederación para asegurar las operaciones de la aerolínea hasta fines de marzo próximo, señala el documento.

No menos de 800 a 900 empleados sobre un total de casi 5.000 perderán su trabajo. El coste de los despidos oscilará entre 73 y 82 millones de francos suizos. Unos 242 miembros del personal de tierra de Swissair ya han sido despedidos en una treintena de países.

En Suiza, los sindicatos reclaman en vano un plan social para las personas despedidas y jubiladas anticipadamente. En su opinión, se requieren de 100 a 200 millones de francos para financiar el plan social. “La Task Force trabaja sin interrupción para encontrar una solución para el personal concernido”, afirma Alan Kocher.

Confederación entre la espada y la pared

Las indemnizaciones acordadas a los empleados de Swissair en el extranjero van a generar conflictos, ya que la Confederación ha insistido siempre en que no financiaría el plan social. Pero en este caso, parece que no tiene otra opción.

“En Suiza, los planes sociales no se elaboran sobre una base legislativa, sino que se negocian entre los agentes sociales. En cada país, esas cuestiones son tratadas de forma diferente”, explica Hans Peter Egger, responsable del servicio jurídico de Seco.

“A menudo, es el Estado que prefinancia el plan social antes de dirigirse a la empresa para pedir cuentas. En caso de rechazo, el Estado ejerce presión”, agrega el jurista.

“No financiaríamos ningún plan social si nos fuera posible. Pero con ciertas legislaciones tenemos la soga al cuello”, explica el abogado Karl Wüthrich. Negarse a ello significa exponerse a represalias y correr el riesgo de que los aviones vuelvan a permanecer en tierra o que la nueva Crossair no pueda volar a ciertos destinos.

Sindicatos escandalizados

Los sindicatos, que supieron la noticia en la reunión del 12 de noviembre, están escandalizados. El tema será abordado previsiblemente en la próxima reunión de la célula de intervención prevista para el lunes.

Si los sindicatos no han reaccionado es porque la información sólo fue abordada en la reunión y porque la presión que se ejerce sobre ellos es enorme, señala Erhard Lang, representante de los sindicatos Kapers y FTMH-Unia.

“No quisimos que se nos acusara una vez más de que hacer fracasar todo, a sólo pocos días de la sesión extraordinaria de las Cámaras (Parlamento federal)”.

Los 1.450 millones de francos del crédito de transición ya están mermados. A fines de octubre, la Seco anunciaba que la Confederación iba a acordar una ayuda por valor de 10 millones de francos a 2.500 personas despedidas por el grupo Swissair.

La medida concierne a los empleados despedidos con efecto inmediato por las unidades del grupo declaradas en suspensión de pago. La Confederación debe asumir la diferencia entre las indemnizaciones de desempleo (70 o 80% del salario asegurado) y los salarios de noviembre y diciembre.

swissinfo y agencias