Tercera noche de disturbios en España tras controvertido arresto de un rapero
Por tercera noche consecutiva, manifestantes y policías chocaron este jueves en fuertes disturbios a raíz de las protestas convocadas para reclamar la libertad de un rapero encarcelado y que están calentando la escena política española.
La policía notificó seis detenciones en Barcelona (noreste), donde una protesta en apoyo al rapero Pablo Hasél encarcelado el martes terminó con los manifestantes organizando barricadas y los agentes respondiéndoles con proyectiles de foam.
El centro de la ciudad catalana dejó por tercer día escenas de contenedores y mobiliario urbano en llamas y jóvenes encapuchados lanzando piedras y botellas contra las furgonetas policiales que conducían a gran velocidad para dispersarlos.
Durante los altercados, también se destrozaron coches aparcados y se atacó la redacción del diario El Periódico de Cataluña. La televisión TVE también mostró imágenes de choques en Valencia (este).
«Ningún derecho se puede defender ni expresar con violencia, ésa es una línea roja absoluta», había advertido en la mañana la vicepresidenta primera del gobierno, la socialista Carmen Calvo.
Las manifestaciones y disturbios estallaron el martes de noche en Cataluña, horas después del ingreso en prisión del rapero Pablo Hasél, condenado a nueve meses por unos tuits en los que insulta a la monarquía y la policía y ensalza a personas implicadas en delitos de terrorismo.
La movilización se extendió el miércoles a otras ciudades como Granada o Madrid, donde la policía cargó en la céntrica Puerta del Sol contra cientos de jóvenes, que replicaron con lanzamientos de botellas y destrozaron escaparates de algunas tiendas cercanas.
El balance de detenidos desde el martes supera las 70 personas y los heridos se acercan al centenar. Entre ellos figura una joven que perdió la visión de un ojo durante una intervención policial en Barcelona, un caso objeto de investigación interna del cuerpo de seguridad regional.
Pere Ferrer, director general de la policía regional, Mossos d’Esquadra, describió un «escenario de alta complejidad», por el «alto volumen de desórdenes públicos», incluyendo saqueos a comercios y daños al mobiliario urbano.
– «Niñatos» según la derecha –
El caso de Hasél expuso una vez más las desavenencias entre los socios de gobierno: la izquierda radical de Podemos, que fustigó duramente el encarcelamiento, y los socialistas de Sánchez, que quieren reformar el Código Penal para que este tipo de delitos no conlleven prisión.
El portavoz parlamentario de Podemos Pablo Echenique se ganó una lluvia de críticas al tuitear durante los disturbios en Madrid: «Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles».
El presidente Sánchez «tiene hoy mismo que cesar a Pablo Iglesias», líder de la izquierda radical y vicepresidente segundo, porque los disturbios «han contado con el aliento» de Podemos y sus dirigentes, dijo Cuca Gamarra, portavoz del opositor Partido Popular (PP), conservador.
La presidenta regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP), calificó a los alborotadores de «niñatos que se manifiestan por un delincuente que tiene menos arte que cualquiera de los que estamos aquí con dos cubatas (cubalibres) en un karaoke».
– Nueva condena a Hasél –
Hasél, de 32 años y con antecedentes penales, fue condenado en 2018 por un delito de enaltecimiento del terrorismo, a causa de unos tuits publicados entre 2014 y 2016.
En ellos calificaba al rey Juan Carlos I de «mafioso» y «ladrón», acusaba a la policía de matar y torturar a migrantes y manifestantes, y elogiaba a personas implicadas en delitos de terrorismo.
«¿Matas a un policía? Te buscan hasta debajo de las piedras ¿Asesina un policía? Ni se investiga bien», escribió en uno de esos tuits.
Unas 200 personalidades, entre ellas el director de cine Pedro Almodóvar y el actor Javier Bardem, firmaron un manifiesto de apoyo al rapero, que se negó a entrar voluntariamente en prisión y tuvo que ser detenido el martes.
Hasél se llevó otro revés este jueves. En una decisión todavía recurrible ante el Tribunal Supremo, la justicia confirmó en su contra una condena a dos años y medio de prisión, por amenazar a un testigo en un juicio contra dos policías municipales.
Según los hechos probados, el cantante lo increpó en un bar, intentó propinarle una patada y le gritó: «Te mataré hijo de puta, ya te cogeré».