Transportes: la Comisión propone a la UE firmar la Convención Alpina
La Comisión Europea ha propuesto, este jueves, en Bruselas, al conjunto de la Unión que firme el protocolo de Transportes adoptado en mayo del 2000 por las partes de la convención para la protección de los Alpes.
El Ejecutivo comunitario considera que, una vez que entre en vigor, el protocolo constituirá uno de los pilares en la creación de una sólida base para la futura política de transportes sostenibles en la región alpina, junto con el acuerdo UE-Suiza sobre los transportes terrrestres, y junto con la versión revisada de las orientaciones comunitarias para las redes transeuropeas de transporte y el nuevo libro blanco sobre la política de transportes.
La convención sobre la protección de los Alpes, adoptada en 1991 por todos los países de la cordillera alpina y ratificada por la Comunidad Europea, tiene como objetivo preservar y proteger los Alpes mediante medidas descritas en protocolos sectoriales específicos que afectan fundamentalmente a la protección del suelo, la gestión del agua, el turismo, la gestión de los vertidos y los transportes.
Precisamente, el protocolo “Transportes”, piedra angular de la convención, es fruto del acuerdo logrado a finales del mes de mayo del 2000 entre Suiza, Austria, Francia, Alemania, Liechtenstein, Mónaco, Eslovenia, Italia y la UE.
Hasta ahora, el protocolo ha estado abierto para la firma de las partes contratantes, incluida la UE, que tuvieron la ocasión de hacerlo durante la conferencia de las partes de la convención alpina que se celebró, a nivel ministerial, en la ciudada suiza de Lucerna los días 30 y 31 de octubre del pasado año.
El objetivo del protocolo es instaurar los principios y las normas específicas para garantizar una movilidad sostenible y la protección del medio ambiente para el conjunto de medios de transporte en la región alpina.
Las medidas previstas deberían servir, asegura Bruselas, para reducir el volumen y los peligros medioambientales asociados al tráfico terrestre en la zona, así como transferir una parte de este tráfico, en particular el de mercancías, hacia otros medios de transporte, como el ferrocarril, mediante la creación de infraestructuras adaptadas.
Para la Comisión, es evidente que el protocolo de la convención alpina apoya los esfuerzos de la política de transportes comunitaria, así como sus objetivos y orientaciones. Por eso, ha recomendado a la UE que firme el protocolo y que, a este efecto, presente un proyecto de decisión del Consejo respecto a la firma de este instrumento, en nombre de la Comunidad.
“El transporte en los Alpes es una de las cuestiones medioambientales más sensibles que se plantean en Europa”, ha asegurado Loyola de Palacio, vicepresidenta de la Comisión europea y responsable de Transportes y Energía.
En su opinión,”la región alpina debe conseguir la recononciliación entre los retos de salvagurdia de un entorno natural único y una posición económica clave, como encrucijada de los intercambios europeos”.
La firma y la aplicación rápida del protocolo de Transportes de la Convención Alpina apoyará los esfuerzos desplegado por la Unión en el marco de su política de transporte para satisfacer las expectativas de la población de esta región”, concluía de Palacio.
Elena Aljarilla, Bruselas
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