Un choque de narrativas sobre los combustibles fósiles agita la COP30
Jon Martín Cullell
Belém (Brasil), 13 nov (EFE).- Los organizadores de la cumbre climática de la ONU (COP30) que se celebra en Belém descartaron discutir un calendario para dejar atrás los combustibles fósiles, pese a que este mismo jueves un grupo de activistas se manifestó fuera de las salas de reunión para pedir pasos concretos hacia esa meta.
«El liderazgo climático no está hecho de petróleo», decían las pancartas desplegadas por los manifestantes en la Zona Azul, el área restringida de la cumbre, a pocos pasos de donde las delegaciones estaban reunidas.
Los participantes, algunos de ellos indígenas con sus tradicionales penachos de plumas de guacamayo, afearon la falta de progreso en las negociaciones en torno a la transición energética y aprovecharon para criticar al Gobierno brasileño por haber autorizado recientemente la exploración de crudo en un pozo marítimo cercano a la desembocadura del río Amazonas.
«Lo que realmente necesitamos es que los países del Norte global se movilicen de verdad y destinen los recursos a los compromisos que asumieron», afirmó a EFE Mariam Kemple, de la ONG Oil Change International.
La urgencia sentida por los activistas no está presente en las salas de reunión. Pese a que hace dos años en la COP de Dubai los países se comprometieron por primera vez a una transición «gradual» para abandonar los combustibles fósiles, los planes sobre cómo hacerlo y en qué plazos no forman parte de la agenda oficial de esta conferencia. El asunto se ha convertido en el gran elefante blanco.
El presidente de la COP30, el brasileño André Corrêa do Lago, volvió a alejar este jueves la posibilidad de tener al final de la cumbre un anuncio de peso en esa dirección.
«Es un asunto importante, son discusiones abiertas, pero no están ocurriendo dentro de las negociaciones», declaró en rueda de prensa.
Con todo, hay países como Colombia que buscan una mayor ambición y que no desisten de hablar del tema en eventos paralelos.
La ministra colombiana de Medioambiente, Irene Vélez Torres, recordó hoy en redes sociales el objetivo del Gobierno de «erradicar» el consumo de combustibles fósiles y «revitalizar» la selva.
«Ambas acciones son dos caras de una misma estrategia ante la catástrofe climática», dijo.
Medidas comerciales unilaterales, otro frente abierto
Aunque los combustibles fósiles están aparcados, la Presidencia brasileña de la COP30 continúa con las consultas informales con otros países para decidir si se incluyen cuatro nuevos temas en la agenda.
Uno de los que más dividen es el de si se abordan medidas comerciales unilaterales, como por ejemplo el mecanismo de ajuste de carbono en frontera, implementado por la Unión Europea para poner un precio a la huella contaminante de ciertas importaciones.
En una reunión sobre transición justa realizada hoy, representantes de países desarrollados y del G77, el grupo que engloba a las naciones en vías de desarrollo, se enzarzaron en una acalorada discusión, informó a EFE una negociadora latinoamericana que estaba presente y que pidió anonimato.
Las delegaciones europeas refirmaron que tomar ese tipo de medidas es una cuestión de soberanía y defendieron retirar el asunto de la mesa, un pedido al que se resistieron los representantes del G77, según esta misma fuente.
«Estamos dando un poco más de tiempo a las negociaciones», dijo el presidente de la conferencia.
En medio de los tira y afloja diplomáticos, los participantes de la COP30 tuvieron que lidiar con un problema técnico en el aire acondicionado que provocó un efecto invernadero bajo la carpa de la ONU y obligó a aflojarse la corbata y a dejar la chaqueta a un lado.
Unas horas después y a diferencia de las negociaciones, ese problema, por lo menos, ya estaba solucionado. EFE
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