Una empresa farmacéutica en lugar de la pradera
Una misteriosa firma farmacéutica estadounidense busca una nueva sede. Suiza está entre las opciones consideradas.
El cantón de Friburgo saca un as de la manga: Ofrece 550 metros cuadrados de terreno, que deben por ahora ser transformados en zona de construcciones.
Hace 200 años la región de Grosses Moos (grandes pantanos)se mantenía fiel a su nombre: era una ciénaga, donde la malaria se ensañaba con sus escasos y lejanos habitantes.
No es casualidad que en este lugar existan hoy dos cárceles: Bellechasse y Witzwil. La región sólo era considerada apta para albergar a delincuentes.
Corrección de las aguas del Jura
Cuando las tierras que circundaban los lagos de Neuchâtel, Murten y Biel fueron modificadas en el catastro, en una operación que pasó a la historia como “corrección de las aguas del Jura”, la situación cambió radicalmente.
Una vasta planicie agrícola –una de las más grandes de Suiza- tomó el lugar de los pantanos. El campo se volvió fértil y Grosses Moos es hoy día el principal huerto del país.
De zona agricóla a industrial
Fueron las organizaciones suizas de protección de la naturaleza que dieron la alerta cuando el cantón de Friburgo puso a disposición de una firma farmacéutica estadounidense, que no desea ser nombrada, 55 hectáreas de terreno situado en la comuna de Galmiz.
Según el plano regulador cantonal, la zona en cuestión está clasificada como terreno agrícola no edificable. En consecuencia, en Grosses Moos no es posible construir una fábrica.
Pero Galmiz y el cantón de Friburgo decidieron modificar el plan regulador. La zona agrícola fue declarada zona edificable, precisamente en zona industrial.
El Gobierno tomó acta de la decisión friburguesa y dio respuesta a una interpelación parlamentaria de la diputada del Partido de los Verdes, Franziska Teuscher, precisando que:
“La decisión de ese tipo de modificaciones sólo atañe a la comuna. La medida adoptada en el plano regulador necesita la aprobación del cantón”.
Edificar en los prados
Con relación al asunto, el diario ‘Tages Anzeiger’ de Zúrich escribió lo siguiente: “Una gigantestca y aislada fábrica de productos farmacéuticos en medio de una zona de importancia nacional se contradice con uno de los principales puntos del ordenamiento territorial: Las zonas de construcción deben ser ubicadas en zonas ya edificadas.
Las asociaciones de protección del medio ambiente y del territorio protestaron contra el proyecto de la comuna de Galmiz. Pero la Oficina Federal de Desarrollo Territorial (ARE) llegó a la conclusión de que los proyectos que interesan a Grosses Moos no van contra las leyes federales relativas al ordenamiento territorial.
Cierto es que las nuevas construcciones deben realizarse en zonas ya edificadas, lo que no es el caso de Galmiz, donde la nueva zona de construcción está lejos de la región habitada. Tampoco se trataría de una isla, pues el terreno colinda con el penitenciario de Bellechasse.
Galmiz a favor de la desclasificación
El cantón de Friburgo, interesado en favorecer el desarrollo, no está dispuesto a renunciar al proyecto. El alcalde de Galmiz, Thomas Wyssa, que también es agricultor, afirma que la zona en cuestión no es apta para el cultivo de hortalizas. El terreno sería pesado, arcilloso y húmedo.
“Con un huerto de invernadero se daría trabajo sólo a 40 personas. En cambio, si se instala la industria farmacéutica, se podrían crear hasta 1.200 empleos, señala. Un argumento sólido que explica que en Galmiz nadie se opuso a la desclasificación de la zona.
Posibilidad de recursos
Pero las asociaciones de protección del medio ambiente no están de acuerdo con la evaluacion de la ARE. Más aún, reclaman la dimisión de su director Pierre Alain Rumley.
El vocero de la asociación Pro Natura, Peter Rüegg, denuncia que “el señor Rumley está implicado en el negocio”, por lo que solicitan su renuncia. Este último rechaza esas acusaciones.
Según Rüegg, las asociaciones de defensa del medio ambiente no tienen la intención de lanzar recursos. “No somos una policía paralela que atiza el fuego contra las autoridades”, dijo.
Pro Natura hizo lo que tenía que hacer: dar su opinión, decir a la comuna de Galmiz que está infringiendo la ley. “Ahora le corresponde a las autoridades hacerla respetar. Sostienen además que en Suiza existen 1.700 hectáreas de zonas industriales, donde la firma estadounidense podría instalarse.
Por el momento no se construye. La Fundación Suiza para la Protección del Paisaje amenazó con recurrir a la justicia. Falta aún la decisión de la misteriosa industria farmacéutica que está considerando ofertas en otros lugares de la Confederación, e incluso en Irlanda y Singapur.
swissinfo, Urs Maurer
(Traducción : Alberto Dufey)
La comuna de Galmiz, en el cantón de Friburgo, ofreció 55 hectáreas de terreno para que se instale una firma farmacéutica estadounidense.
Según el plano regulador cantonal, la zona en cuestión está clasificada como terreno agrícola no edificable.
Pero Galmiz y el cantón de Friburgo decidieron modificar el plan regulador.
La zona agrícola fue declarada zona edificable, precisamente en zona industrial.
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