Una yihadista francesa detenida en Siria pide a Macron ser repatriada
Una yihadista francesa, detenida por las fuerzas kurdas en Siria, pidió al presidente Emmanuel Macron ser repatriada a Francia con sus dos hijos para “responder de sus actos”, informó este miércoles su abogada.
Esta petición, extremadamente delicada para París, tiene lugar cuando otra figura del entorno yihadista francés, Emilie König, acaba de ser detenida también por las fuerzas kurdas en Siria.
La madre de esta última acaba de escribir al ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, para pedirle también que repatríe a su hija y a los hijos de ésta.
La otra mujer, madre de dos pequeños de 10 meses y dos años, quiere “responder a sus actos ante las autoridades judiciales francesas”, según la carta escrita el 2 de enero por su abogada, Marie Dosé, al presidente de la República francesa.
La yihadista, que viajó a Siria con su hermano en el verano de 2014, es objeto de una orden de búsqueda emitida por Francia en 2016 y está siendo investigada en el marco de una causa instruida en París.
La joven afirma estar actualmente recluida en un campo kurdo en Siria, cerca de la frontera con Turquía, junto a otras francesas, entre ellas Emilie König, pionera de la yihad francesa que partió a la zona siria-iraquí en 2012.
Hasta ahora “parece que ninguna francesa presa en este campo haya tenido contactos con las autoridades francesas -directa o indirectamente-, al igual que tampoco fueron interrogadas por los servicios de inteligencia franceses”, según la carta del abogado.
Según los servicios de inteligencia franceses, “algunas decenas” de adultos franceses, combatientes yihadistas o sus esposas, se encuentran actualmente en los campos o en prisiones en Irak o Siria.
El caso de las mujeres acompañadas de sus hijos es el más complejo y Emmanuel Macron aseguró en noviembre que su suerte será examinada “caso por caso”.
La oposición de derecha se opone a cualquier repatriación. Para Lydia Guirous, portavoz de Los Republicanos, las yihadistas francesas deben ser “juzgadas donde están”, dado que “no se debe correr ningún riesgo con la seguridad de los franceses”.
