Difícil determinar el número de víctimas
En Estados Unidos continúa la febril búsqueda de víctimas atrapadas entre los escombros del World Trade Center en Nueva York, blanco principal de los atentados terroristas que este martes (11.09) lesionaron también parte del Pentágono en Washington. Mientras el FBI investiga en la escena, crece la sospecha de que el integrista islámico Osama bin Laden esté detrás de los ataques. El régimen talibán de Afganistán estaría dispuesto a dialogar con Washington sobre la eventual extradición del controvertido personaje.
Un día después de la hecatombe que sacudió los edificios emblemáticos de las finanzas y la defensa estadounidense, la mayor atención se concentra en la búsqueda de las personas que aún pueden estar con vida entre los escombros.
Con apoyo de aparatos láser y perros especializados en el rescate de víctimas, más de 2.000 personas se ocupan de las tareas de búsqueda en Nueva York. El alcalde Giuliani dirige las operaciones de rescate.
Hasta ahora es aún imposible establecer el saldo humano de los dos ataques contra las emblemáticas torres en Nueva York, el Pentágono, en la capital estadounidense y un cuarto avión derribado en Pennsylvania.
Por el momento se habla de más de 500 muertes confirmadas y se calcula que unas 10.000 personas quedaron atrapadas bajo las ruinas. Las escuadras de rescate, bomberos y ambulancias trabajan las 24 horas del día. Pasaran muchos días o semanas antes de contar con datos fehacientes de las víctimas fallecidas.
Las miradas se dirigen a bin Laden
La Oficina Federal de Investigaciones, FBI, intensifica el rastreo de huellas que conduzcan a los autores de los atentados. En el aeropuerto de Boston, se habrían encontrado manuales de adiestramiento sobre vuelos, además de otro material sospechoso en idioma árabe.
El régimen talibán de Kabul, bajo cuya protección vive bin Laden en Afganistán, ha propuesto dialogar con Washington sobre, si llega el caso, considerar la eventual extradición del extremista islámico.
Naciones Unidas retira su personal de Afganistán
Tras los devastadores ataques contra objetivos estadounidenses, Naciones Unidas ha ordenado el retorno de su personal extranjero destacado en Afganistán. Se trata de una medida «transitoria», informaron en la organización mundial.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, en cambio, ha optado por mantener a sus colaboradores en el país, controlado casi totalmente por los integristas islámicos talibanes.
La policía y los bomberos neoyorquinos consideran que bajo los escombros de los rascacielos se formaron cavidades donde algunos sobrevivientes podrían haberse refugiado.
La noche del martes dos policías fueron rescatados con vida de entre las ruinas de las emblemáticas torres de la Urbe de Hierro.
Mensaje de Bush
«No hay distinción entre los autores de estos ataques y sus encubridores» sostuvo el presidente George W. Bush en un breve mensaje dirigido a la nación más de 12 horas después del atentado múltiple que ha impactado al mundo entero.
En resumen sucinto expresado desde la oficina oval de la Casa Blanca, Bush puso énfasis en que la prioridad del momento es atender a las víctimas heridas a pesar de la «cólera subyacente» que invade el país tras los ataques terroristas mortales.
«Quisieron sumir a nuestro país en el caos, pero no lo han logrado» señaló el mandatario estadounidense subrayando que los cimientos de la nación se mantienen intactos. Reiteró además su firme propósito de encontrar a los responsables de este «asesinato masivo» y llevarlos ante la justicia.
Asimismo agradeció a todos los dirigentes del mundo que han hecho llegar sus condolencias en esta circunstancia trágica y les instó a unirse en la lucha contra el terrorismo y la defensa de la libertad y la justicia.
Presencia del Congreso
Estados Unidos se mantiene unido y decidido para combatir el terrorismo dirigido contra el país, afirmaron los principales dirigentes del Congreso estadounidense en declaraciones dirigidas a la nación. Las intervenciones de los portavoces y los parlamentarios de las dos cámaras concluyeron con la entonación espontánea de «God save America».
«Estados Unidos está dispuesto a reaccionar pronto contra los ataques terroristas perpetrados en Nueva York y Washington, dijo a su vez el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
Rumsfeld informó además que el Pentágono reanudará sus labores este miércoles.
Varias personalidades políticas del gigante del Norte coincidieron en que el país superará esta crisis.
Breve recuento de los hechos
Los atentados se produjeron poco antes de las 09:0 horas locales (13:00 GMT), es decir, a poco de iniciadas las actividades, y que mientras que en las Torres Gemelas del World Trade Center trabajan unas 40.000 personas, 25.000 lo hacen en el Pentágono, en los diferentes turnos laborales. Además, los cuatro aviones utilizados en los ataques llevaban a bordo tripulación y pasajeros.
Las autoridades neoyorquinas hablan de «un número que no se puede ni imaginar». Horas después de las conflagraciones los 170 hospitales de la Urbe de Hierro trabajaban a su máxima capacidad y más de 10.000 rescatistas se afanaban en la búsqueda de sobrevivientes.
De autoría aún desconocida, los ataques pusieron a la Unión Americana en estado de alerta máxima y la sumieron en un ambiente de terror y desolación. Dirigentes de diversos Estados, incluidos el palestino Yasser Arafat y el Papa Juan Pablo II, enviaron mensajes de repudio a los atentados.
Conmoción internacional
La inédita ola terrorista cimbró a la comunidad internacional en su conjunto. Las principales bolsas de valores registraron descensos en sus actividades, diversas naciones reforzaron sus medidas de seguridad y se procedió a la evacuación de las embajadas estadounidenses, amén de que se cancelaron los vuelos hacia Estados Unidos en donde también se anuló el tráfico aéreo.
Israel optó también por cerrar su espacio aéreo.
Cabe recordar que con un intervalo de 18 minutos, dos aviones se estrellaron este martes (11.09)contra las torres gemelas del World Trade Centre de Nueva York. Las emisoras de televisión dieron cuenta de escenas apocalípticas con los emblemáticos edificios de la Urbe de Hierro en llamas para desplomarse más tarde en medio de una densa nube de humo.
Una tercera aeronave se desplomó sobre las instalaciones del Pentágono y otra más, en Pensylvania, entre Washington y Nueva York. Las aeronaves pertenecen a las empresas estadounidenses American Airlines y United Airlines y habían sido secuestradas con tripulantes y pasajeros a bordo.
Después de aquellas imágenes dantescas, Estados Unidos se aboca a la atención a sus víctimas y a la regularización gradual de las actividades habituales en las ciudades tocadas.
swissinfo y agencias
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