Libia envía señales encontradas
El empresario suizo Max Göldi recibió en la cárcel de Trípoli la visita de Hannibal, hijo del líder libio Muammar Gaddafi.
La reunión tuvo lugar el lunes en una oficina y estuvieron presentes el abogado del ciudadano helvético, Salah Zahaf, y varios periodistas.
“Me siento honrado de que el capitán Hannibal viniera a verme y espero que pueda usar su influencia para ayudarme”, dijo Göldi. Los dos hombres, continuaron luego su conversación a solas.
Göldi purga una condena de cuatro meses desde el 22.02 y luego de haber sido encontrado culpable de violaciones en materia de visado. Se le ha impedido salir de Libia desde julio de 2008, poco después de la breve detención en Ginebra de Hannibal y su esposa.
La pareja Gaddafi fue acusada de maltratar a dos de sus empleados domésticos. Los cargos fueron retirados después de que los trabajadores aceptaran una compensación.
Libia adoptó una serie de medidas económicas contra Suiza, pero siempre ha negado cualquier conexión entre la detención de Hannibal y la de Göldi y el otro empresario suizo que finalmente pudo regresar a casa la semana pasada.
Recurso
Zahaf dijo a los periodistas que había presentado una apelación en nombre de Göldi ante el más alto tribunal de Libia, el domingo, pero informes posteriores sugieren una cierta confusión al respecto.
Manon Schick, portavoz del capítulo suizo de Amnistía Internacional, que ha seguido de cerca el caso, dijo a swissinfo.ch que Göldi habría interpuesto tres diferentes recursos.
El primero es una apelación contra su sentencia; el segundo, una petición de perdón y el tercero, de reducción de su condena.
“Es evidente que con esta estrategia de tres ejes tiene un máximo de oportunidades. En Libia se han concedido indultos en varias ocasiones. Una de ellas el año pasado, en un caso seguido por Amnistía”, precisó.
Confirmó que Göldi está detenido en una celda individual y que es tratado “bastante bien”, con visitas autorizadas de su abogado y del personal de la Embajada de Suiza.
Sin embargo, ratificó que Amnistía se opone a su detención, y pide su liberación inmediata.
Actitud dilatoria
Zahaf señaló que la parte libia ha demostrado “flexibilidad y capacidad de respuesta en los niveles político, administrativo y judicial”, pero acusó a Suiza de “actitud dilatoria”.
Criticó a este país por la lentitud de su investigación sobre la filtración de las fotos de la policía de Hannibal, publicadas por un diario suizo.
“Me gustaría preguntar al Gobierno suizo sobre las razones de este retraso”, comentó.
“Suiza debe dar al capitán Hannibal el derecho a ejercer su derecho… La filtración de las imágenes es inaceptable y contraria a la ley», dijo Göldi a los periodistas.
Hannibal presentó una queja oficial por las fotos en diciembre y exigió una indemnización del cantón de Ginebra y del diario ‘Tribune de Genève’, que las publicó.
Mensajes contradictorios
Pero mientras la noticia de la visita parece positiva, los acontecimientos en torno a la Embajada de Suiza en Trípoli el lunes (01.03) envían un mensaje diferente.
La agencia de noticias italiana informó que alrededor de un millar de personas se manifestaron para pedir una ‘yihad’ (guerra santa) contra Suiza.
Muammar Gadafi, había llamado a los musulmanes a boicotear y a emprender una ‘yihad’ contra Suiza como respuesta al voto popular de noviembre que prohíbe la construcción de nuevos minaretes.
El impacto de la convocatoria de Gaddafi no está claro. El ministro iraní de Exteriores, Manouchehr Mottaki, de visita en Ginebra, dijo a los periodistas que el llamado a una ‘jihad’ “debe cumplir con ciertos requisitos específicos”, pero rechazó hacer mayores comentarios.
Añadió que había expresado a la ministra de Relaciones Exteriores de Suiza, Micheline Calmy-Rey, sus esperanzas por una solución pacífica de la disputa entre Libia y Suiza.
Mientras tanto, la asociación de organizaciones musulmanas del cantón de Vaud escribió una carta abierta a Gaddafi en la que califica de “inaceptable” el exhorto del líder libio, y señala que, como Estado secular, Suiza trata a todas las religiones por igual.
El grupo pidió a Gaddafi encontrar una «solución rápida” para el caso de Göldi, y agregó que el empresario había “pagado suficientemente por las violaciones de que se le acusa”.
swissinfo.ch y agencias (con la colaboración de Simon Bradley en Ginebra)
Julio de 2008: Hannibal Gaddafi y su esposa son acusados de maltrato a dos de sus empleados. Los trabajadores reciben una compensación y retiran los cargos. Los ciudadanos suizos Max Göldi y Rachid Hamdani son detenidos. Las empresas suizas se ven obligadas a cerrar y los vuelos a Trípoli son suspendidos.
Junio de 2009: Libia retira de activos de los bancos suizos.
Agosto: El presidente suizo se disculpa ante Libia Suiza por la detención de Hannibal.
Septiembre: Göldi Hamdani y desaparecen después de un chequeo médico en Trípoli.
Octubre: Vence la fecha límite para la normalización de las relaciones Suiza- Libia.
Noviembre: los ministros suizos advierten que mantendrán las restricciones de visado para los libios. Göldi y Hamdani son condenados a 16 meses de prisión por violaciones de visado.
Febrero: Tras las informaciones sobre una “lista negra” en Suiza de 188 figuras libias, Trípoli suspende la emisión de visados a los ciudadanos de la zona Schengen. Los ministros europeos de Exteriores intentan lograr una solución. Göldi comienza su pena de prisión. A Hamdani se le permite abandonar Libia.
25 de febrero: Gaddafi llama a la ‘guerra santa’ contra Suiza.
28 de febrero: El abogado de Göldi presenta un recurso de indulto.
02 de marzo: Hannibal visita a Göldi en la cárcel.
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