Violencia: una petición de medidas más duras
"Seguridad para todos", una asociación próxima a la derecha nacionalista, pide al Estado medidas severas contra la violencia y la delincuencia juvenil. Ha presentado una petición.
Bajo el rótulo de “el vaso está lleno”, esa petición sustentada por unas 31.000 firmas demanda sobre todo naturalizaciones a prueba y la expulsión de extranjeros implicados en delitos graves.
Entregada este lunes (19.02) al Paralamento Federal en Berna, la petición está munida de 31.000 firmas recogidas en dos meses por la asociación “sifa – seguridad para todos”, un brazo de la Unión Democrática de Centro (UDC/derecha dura).
Los firmantes exigen la naturalización a prueba durante cinco años, la expulsión de extranjeros nacionalizados autores de violencias, así como penas consecuentes para todos los delincuentes juveniles.
Ningún partido puede negar la necesidad de intervenir en este campo, declaró a la prensa el diputado UDC y presidente de la sifa Ulrich Schlüer.
Las firmas han sido recogidas en diciembre y enero pasados bajo el título de “El vaso está lleno”. La rapidez con la que se reunió tal cantidad muestra que “hay una gran inquietud en la población”, opina Ulrich Schlüer. A un ritmo de 30.000 firmas en dos meses no es difícil lanzar una iniciativa popular, enfatizó el diputado.
Código Penal debilitado
El vicepresidente de la sifa y de la UDC Yvan Perrin señaló a su vez que el Código Penal, “creado por buenas personas para buenas personas” ha “perdido más substancia por las innovaciones vigentes desde enero de 2007”.
Hay que “adaptar cuanto antes nuestra legislación a la nueva clientela de los tribunales, a menudo jóvenes, las más de las veces carentes de referencias morales”, añadió Perrin, quien es además inspector de policía.
Diputado por el cantón de Turgovia y jurista, Marcel Schenker evocó por su parte tres ejes de trabajo con los padres de jóvenes delincuentes: el deber de la educación, el de asumir los daños e intereses consecuentes de los actos de sus hijos, previsto en el Código Civil, y el deber de integración.
A juicio de Ulrich Schlüer, la expulsión de delincuentes extranjeros y de sus padres tendría “un enorme efecto preventivo”. Creada en 2000, la asociación sifa lanzó en 2005 su plan de acción “Alto a la violencia”, y lucha por una aplicación disuasiva del Código Penal.
Realmente poco eficaces
Las medidas preconizadas no logran convencer a Alan Güggenbühl, catedrático de la Universidad de Zúrich. Interrogado por swissinfo, este especialista en psicología juvenil no cree, por ejemplo, en el caracter ejemplar de las expulsiones.
Las sanciones más severas a los adolescentes tampoco serían eficaces. “Eso no funcionaría de ningún modo, porque les conferiría un estatuto de héroes”, explica.
En cuanto a la idea de retirarles la nacionalidad, tampoco está muy convencido. “Cuando otorgamos la nacionalidad a una persona, debemos ayudarle en sus dificultades. Pero retirar la nacionalidad es una solución extraña y muy problemática”, precisa el profesor Güggenbühl.
swissinfo y agencias
En 2005, se han pronunciado más de 14.000 veredictos contra menores. según la Oficina Federal de Estadística.
En 1999 fueron 12.000, año en el que se estableció esta estadística.
79,3% de los jucios conciernen a adolescentes masculinos; 62,7% con pasaporte suizo.
Desde 1999 se registra un alza de juicios por infracciones de tránsito, actos contra la integridad física, así como contra el patrimonio y la libertdad.
Esta petición se inscribe en un contexto particular. En efecto, varios casos de violencia han ocupado la atención mediática en Suiza durante los últimos meses.
A principios de noviembre, una adolescente de 13 años fue violada por varios muchachos en Zúrich. Los autores eran de origen extranjero. En junio, una niña de cinco años fue violada por dos escolares de 10 y 13 años de origen kosovar en un pueblo de los Grisones.
En enero pasado, en Monthey (cantón Vaud), una muchacha fue desfigurada en una agresión salvaje cometida en el marco de un arreglo de cuentas entre bandas rivales.
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