Acusan a armador suizo
Obreros de Bangladesh y miembros de Greenpeace protestaron en Ginebra frente a la sede de la Mediterranean Shipping Company (MSC).
Los manifestantes acusan al armador suizo de enviar para su desmantelamiento en países en desarrollo, navíos contaminados con productos tóxicos.
Cada año cerca de 500 barcos son desmontados en las playas de India, Bangladesh, China o Turquía en desmedro del medio ambiente y sobre todo de la salud de aquellos que efectúan esas labores.
"En el mundo, cerca de 100 mil obreros viven de ese trabajo", explicó el portavoz de Greenpeace en Suiza, Matthias Wüthrich.
"Se trata de un trabajo que los empleados efectúan prácticamente a mano, descalzos y sin protección alguna contra los residuos de petróleo, de amianto o de otros productos químicos".
En esos astilleros, continúa el ecologista, "se producen accidentes, incluso explosiones, casi a diario".
Una laguna en la legislación
Naturalmente, se recupera todo lo que es posible. Greenpeace no niega, por otra parte, que ese comercio pueda ser útil a países como India o Bangladesh.
"Sin embargo, esa situación no debe convertirse en un medio para exportar los desechos especiales (peligrosos) a esos mismos países".
Ese tipo de exportación a los países del Sur está prohibido por la Convención de Basilea, pero el texto de ese tratado no dice nada sobre los barcos que son enviados para su destrucción.
Las compañías marítimas se aprovechan de esa laguna, lo que confirma en términos apenas velados el director de Mediterranean Shipping Company (Compañía naviera mediterránea), Christian Severin.
"Actualmente ninguna legislación nos obliga a entrar en materia sobre las acusaciones de Greenpeace". Y no parece que esa situación esté por arreglarse.
En todo caso, según los ecologistas de Greenpeace, las ventas de los viejos barcos a chatarreros del Sur representarían cada año más de mil millones de dólares a los armadores.
Una cierta buena voluntad
Sin embargo, la MSC se interesa en mostrar su buena voluntad.
Christian Severin se manifiesta "preocupado" por el problema. Asegura que la empresa "se va a comprometer, por escrito, a inspeccionar el conjunto de las embarcaciones que serán enviados para su desecho".
Cabe recordar que el pasado 30 de mayo, en el puerto de Anvers (Bélgica), Greenpeace emprendió una acción de protesta contra el armador.
Militantes de la organización ecologista ocuparon el carguero Insa con el objetivo de exigir que fuera puesto a seco y descontaminado antes ser enviado como chatarra.
Este martes (10.06), en Ginebra, la dirección del MSC aceptó recibir una delegación de trabajadores y militantes ecologistas y se comprometió a llevar a cabo la descontaminación del carguero Insa.
Más de 20 contenedores
"De cualquier forma, nuestra compañía no es la más expuesta. Integrada por 200 barcos, nuestra flota transporta sobre todo contenedores", precisa Christian Severin.
Pero para los militantes ecologistas, el segundo transportador de contenedores del mundo debe asumir sus responsabilidades.
Desde enero de 1999, recuerda Greenpeace, el armador MSC ha enviado 20 portacontenedores para su demolición en Alang, India, sin haberlos descontaminado previamente.
Para la organización ecologista, semejantes prácticas son inaceptables y deben concluir en forma inmediata.
Sobre todo porque la anunciada prohibición de petroleros con casco simple entraña el riesgo de, literalmente, hacer explotar el número de barcos a desmantelar durante los próximos años.
swissinfo, Marc André Miserez
(Traducción: Marcela Águila)
Datos clave
De acuerdo con Greenpeace, en el 2001 habrían sido enviados para su desmantelamiento:
264 barcos en India, 80 en Bangladesh, 75 en China, 22 en Paquistán y 6 en otros países.

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