Suiza promueve la democracia en las escuelas de Moldavia
'Educación para la sociedad' es una asignatura escolar muy popular en Moldavia. Representa la pedagogía más progresista y está financiada en gran parte por fondos suizos. SWI swissinfo.ch se ha acercado a una escuela de habla rusa y otra rumana.
La escuela Constantin Sibirschi de Chisinau mantiene su tradición desde la época soviética. Las enormes paredes están adornadas con fotos de las clases de diferentes generaciones, algunas en color y otras en tonos grises. «Muchos niños que se conocieron aquí se casaron años más tarde», cuenta la directora Aurelia Andries, que también estudió aquí.
Está muy agradecida a sus propios profesores. «Mi profesora de Historia siempre nos pedía que relacionáramos lo que ocurre ahora con la historia», señala Andries.
No todos los rostros que ahora se encuentran en esas paredes vivieron las mismas lecciones. En la Unión Soviética, tenían que leer entre líneas. «Había mucha censura. Teníamos que expresarnos sin ponernos en peligro». Sin embargo, para Andries, esta escuela en concreto fue el lugar donde aprendió a pensar de forma crítica.
Por ello, se siente agradecida con sus profesores. ¿Entendía toda la clase que los profesores están para motivar a cuestionar? Andries niega con la cabeza. No más de cinco en su clase.
La asignatura ‘Educación para la sociedad’
«Hoy podemos abordar las cosas de forma más directa», añade. ‘Educación para la sociedad’ forma parte del plan de estudios.
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La asignatura ‘Nosotros y la ley’ se convirtió en ‘Educación cívica’, que desde hace cinco años es el orgullo del profesorado progresista y la favorita del alumnado, como la recién creada asignatura ‘Educación para la sociedad’. Probablemente también porque no se ponen notas, sino que se redactan informes sobre competencias.
‘Educación para la sociedad’ educa sobre democracia y pretende enseñar valores cívicos y pensamiento crítico. La asignatura escolar fue desarrollada por un proyecto del Consejo de Europa en Moldavia. Está financiado en gran parte por la Cooperación Internacional Suiza COSUDE: de 2018 a 2022 con un total de 1,2 millones de francos suizos y una cantidad similar de nuevo de 2022 a 2026.
El Ministerio de Asuntos Exteriores (DFAE) suizo describe las relaciones con la República de Moldavia como «muy buenas» y cada vez más intensas. Según el DFAE, Suiza es uno de los «donantes bilaterales más importantes de Moldavia en 2023».
Suiza es activa en el sector sanitario de Moldavia desde hace mucho tiempo, mientras que otras áreas incluyen el desarrollo económico y la gobernanza local.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, se ha añadido el apoyo a las personas refugiadas ucranianas en Moldavia. Entre otras cosas, los fondos suizos se destinan a las clases de educación democrática, que forman parte integrante de la educación escolar desde hace cinco años.
Suiza contribuye así también al desarrollo de la democracia en Moldavia.
Entonces, ¿aprenden todos los jóvenes de Moldavia pensamiento crítico en la escuela hoy en día? Andries también lo niega. Depende mucho del «factor humano, y de profesores como Iana, que no contradicen a los niños cuando expresan sus opiniones, sino que les explican y hacen todo lo posible por escuchar las diferentes opiniones de los jóvenes», señala Andries.
«Es bueno que no haya calificaciones en la asignatura», añade la profesora Iana Tonu, «se trata de desarrollar habilidades». Tonu imparte ‘Educación para la sociedad’ desde que se introdujo hace cinco años.
Visitas al Parlamento y meditación
En ‘Educación para la Sociedad’, todos los alumnos visitan una vez el Parlamento. No obstante, Tonu nos cuenta otro momento culminante para el grupo que estuvo cursando la asignatura durante los cinco años completos: «En la última lección, me llevé a la clase fuera. Para sentarse en la hierba, pensar en los exámenes y meditar sobre lo que habían aprendido. La respuesta fue: esto ha sido lo mejor que hemos hecho este año».
En el aula, Tonu nos dio la impresión de ser una profesora enérgica e inflexible. «¡Despertad! ¡Ya es la tercera lección de esta mañana!», instaba así a los alumnos y alumnas a participar en la lección mientras presentaba el tema con el proyector: la responsabilidad moral y la ley.
Al final de la lección, Tonu animó a reflexionar sobre temas que cuestionan los fundamentos de la sociedad: «¿Es más importante la ley o la moral?»; «¿Serías capaz de vivir en un mundo sin normas morales?».
La ley y la moral
Poco después, los alumnos y alumnas, de edades comprendidas entre los 13 y los 17 años, plantearon a los periodistas de SWI swissinfo.ch preguntas igualmente fundamentales: «¿El país en el que has crecido ha conformado tu identidad?»; «¿En qué sentido?»; «¿Qué tipo de persona serías hoy si hubieras nacido en otro país?».
Al principio, el alumnado se mostraba algo temeroso por miedo a decir algo incorrecto. Hablaban del parlamento de la comunidad estudiantil o de su participación en la asociación para la promoción de la lengua rusa para poner de relieve su conciencia cívica. Después, comenzaron a hablar de su futuro -algunos quieren ser ingenieros o psicólogos- haciendo hincapié en la importancia social de estas profesiones. No es sino al final, cuando ellos mismos se dispusieron a hacer preguntas a los periodistas, cuando surgió su interés por el mundo que les rodea.
En la escuela de Ialoveni
En Ialoveni, a unos diez kilómetros al oeste de Chisinau, durante la asignatura de ‘Educación para la sociedad’, una clase de jóvenes de 17 años aborda un tema relacionado con la piscicultura industrial. Como empresa, la clase quiere aumentar el botín de pesca, pero esto provocaría una disminución de las poblaciones de peces. ¿Hasta dónde pueden llegar sin debilitar la población de peces? Se trata de un cálculo matemático. La solución se encuentra rápidamente. El siguiente ejercicio es más complejo, porque hay que sopesar los pros y los contras entre las decisiones tomadas conjunta o unilateralmente.
Las desventajas de la sobrepesca son, por ejemplo, la escasez de peces a largo plazo o el hecho de que los pescadores queden marginados dentro de la sociedad porque sus acciones tienen consecuencias para toda la comunidad. Las desventajas de la elección compartida son la lentitud del proceso de toma de decisiones y la insuficiencia de peces para todos. Y la imposibilidad de satisfacer todos los deseos puede fomentar la corrupción. La lección parece ser que a veces es necesario aceptar las contradicciones.
Escuelas de rumano y de ruso en Moldavia
La escuela de Ialoveni está equipada y amueblada del mismo modo moderno que la de Chisinau. Sin embargo, hay algunas diferencias: la escuela de la capital tiene letra cirílica, mientras que la de Ialoveni utiliza el alfabeto latino. Esto se debe a que el instituto de Chisinau es una escuela donde se enseña ruso. En la capital de Moldavia, de hecho, hay algunos alumnos que prefieren recibir clases en ruso, aunque vivan en una ciudad donde el rumano es la lengua predominante. Aproximadamente el 20% de los alumnos de la República de Moldavia asisten a una escuela donde la enseñanza se imparte en ruso.
La escuela de Ialoveni pertenece a la minoría lingüística del país. Más del 80% de los niños y niñas asisten a una escuela donde la lengua de enseñanza es el rumano. Aquí, el ambiente no difiere del de Chisinau.
Lo que llama la atención, sin embargo, es que los alumnos de la escuela de lengua rumana de Ialoveni expresan más abiertamente sus opiniones políticas. Daniel, el único que ya ha alcanzado la mayoría de edad (18 años), afirma: «Participaré en las votaciones y en las elecciones. Creo que tengo la oportunidad de elegir un futuro mejor para mi país y mi generación». Los compañeros de la clase comparten sus pensamientos.
Son optimistas. Por ejemplo, Mihaela destaca la calidad de las escuelas y universidades de Moldavia. También se alegra de que las personas inmigrantes, trabajadoras y estudiantes, vengan a su país. «Creo que en 10-15 años Moldavia será un Estado mejor». En cuanto a su futuro, dice que quiere ser diseñador de interiores.
¿Alguien de la clase conoce a personas con una opinión diferente sobre la evolución de Moldavia? Se hace el silencio en la clase, roto al cabo de unos instantes por David. «No lo creo. Como ha dicho Mihaela, este es el camino correcto y no veo ninguna alternativa». La directora, Vera Balan, señala que Moldavia occidental es muy proeuropea.
El padre escuchaba la radio occidental
Balan y Andries -la directora de la escuela rusa de Chisinau- se conocen. Pertenecen a una generación similar, y eso se nota en la forma en que hablan del tema de ‘Educación para la sociedad’. «En el pasado, -cuenta Balan, experimentamos la persecución y el pensamiento soviético. Los países con una historia diferente pueden tener un enfoque distinto, pero para Moldavia es muy importante tener una asignatura que desarrolle estos principios democráticos».
Andries afirma que hay mucha presión en las escuelas de Moldavia. Los niños pasan mucho tiempo allí, y en algunos casos apenas pasan tiempo con sus padres. «Preferiría que se enseñaran más valores también en la familia, pero por desgracia no ocurre», añade Andries.
Durante la época soviética, aprendió a pensar de forma crítica no sólo por sus profesores, sino también por su padre. Le interesaba la política y en casa escuchaban la emisora de radio estadounidense ‘Voice of America’.
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Editado por David Eugster. Texto y vídeo adaptados del alemán por Carla Wolff.
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