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Sika construye centro de investigación en Chile

Juan Francisco Jiménez, gerente general de Sika Chile. swissinfo.ch

La multinacional suiza -que fabrica y comercializa productos químicos para la construcción- instala en Chile su segundo laboratorio a escala mundial dedicado a estudiar procesos de molienda de cemento.

El centro de investigación requiere una inversión de 300.000 dólares y será operativo en junio. En el futuro podrá ser usado en procesos relacionados con la minería, actividad fundamental para la economía chilena.

Factura anualmente 35 millones de dólares. Su presupuesto de inversiones para 2008 aumentó casi el doble, comparado con los dos últimos años y su ritmo de crecimiento proyectado al 2010 es del orden del 10% anual.

La filial chilena de Sika tiene razones para estar contenta. Más aún cuando ha sido escogida por la matriz para la construcción de un laboratorio de alta tecnología destinado a seleccionar, formular y recomendar los aditivos más apropiados para el proceso de molienda de los cementos que se utilizan en América Latina.

“Es un desafío como empresa y como país, porque es el único laboratorio fuera de Europa con estas características. Es un privilegio, pero también nos pone bajo la lupa. Por eso hemos involucrado al Idiem (Instituto de Investigaciones y Ensayos de Materiales de la Universidad de Chile), pues queremos tener un respaldo a nivel de comunidad científica”, declara a swissinfo Juan Francisco Jiménez, gerente general de Sika Chile.

El buen momento por el que pasa el competitivo mercado de la construcción en Chile (en 2007 creció un 7%) garantiza una estabilidad a las compañías relacionadas con el sector. Sika lo sabe y ha tomado acciones concretas para asegurar su privilegiada posición en esta industria.

Cementos a la medida de Latinoamérica

Aunque la transnacional tiene presencia en varios países latinoamericanos, no contaba con un laboratorio especializado -como el que tiene en Alemania- para investigación y desarrollo de productos asociados a la producción de cementos ajustados a la realidad regional.

Ernesto Croquevielle, químico del área de Investigación y Desarrollo de Sika Chile y encargado del nuevo laboratorio, explica que “históricamente, el mercado de los aditivos de molienda para los cementos estuvo concentrado en Europa y Norteamérica, donde se desarrollaron productos principalmente orientados a mejorar los cementos que ellos fabrican, conforme a las materias primas que disponen y a las necesidades específicas que demanda dicho mercado”.

En nuestra región, agrega, “dadas las características y requerimientos propios de nuestros cementos, los aditivos de molienda deben ser ajustados y/o formulados prácticamente a medida para satisfacer las necesidades del mercado”.

La idea es que en este laboratorio se simulen procesos que permitan obtener mejoras en la producción cementera, que luego se replicarán a escala industrial.

Jiménez destaca que, además de ofrecer productos más idóneos a la realidad regional, una de las mayores ventajas de este laboratorio es el ahorro de energía producto de procesos industriales más eficientes.

“Como en Chile la energía ha comenzado a escasear -un problema que seguramente se va agudizar- las plantas de cemento están muy interesadas en estos avances, precisamente porque los procesos industriales de producción de este tipo de materias primas son muy intensivos en el uso de energía”, apunta.

¿Por qué en Chile?

Originalmente había dos países candidatos para la construcción de este centro de investigación: Australia y Chile.

“Se eligió este último por dos razones principales: como era un proyecto nuevo para Sika, pensó hacerse a una escala menor, en un lugar donde los costos de fallas fueran bajos, y esto por supuesto era más factible en Chile que en Australia”, explica Jiménez.

A los ojos de Sika, la nación latinoamericana presenta otra ventaja: “Aquí se puede aprovechar la combinación cemento-metal que en Australia no existe”.

Y es que, en un mediano plazo (3 a 5 años) la compañía contempla ampliar el rubro de este laboratorio a la molienda de minería metálica, principalmente del cobre.

“Actualmente participamos en el proceso de construcción y mantenimiento de algunas minas chilenas. Ahora queremos aprovechar esa presencia para pasar al proceso industrial de la mina, especialmente en el proceso de chancado (trituración) y molienda de cobre. Esto implica un cambio de giro y para eso necesitamos un laboratorio de molienda especializado”, aclara.

Hacia una producción más ‘limpia’

Paralelamente a este proyecto, la matriz aprobó la construcción de un laboratorio de biotecnología orientado a buscar o crear productos alternativos para la elaboración del hormigón.

“Pretendemos ser la cabeza de un proyecto más amplio, a nivel mundial, para el desarrollo de materias primas naturales, es decir, de carácter limpio, que puedan incorporarse a los procesos productivos de nuestra empresa”.

El proyecto es de gran importancia para la transnacional: “El uso de materias primas naturales es un tema muy relevante para el grupo Sika, principalmente por las implicancias para el medio ambiente; se trata de recursos renovales, que no producen una contaminación muy alta, y eso hoy en día es muy valorado”, concluye Juan Francisco Jiménez.

swissinfo, Mariel Jara, Santiago de Chile

Sika es un grupo industrial suizo con más de 60 filiales en el mundo. Fue fundada en 1910 en Zúrich por el investigador Kaspar Winkler.

La filial chilena nació en 1942.

Sika Chile fabrica más del 75% de los productos que se comercializan en el mercado chileno y abastece de productos epoxi (resina sintética) a las filiales sudamericanas.

La construcción del laboratorio comenzó el 18 de febrero. Será inaugurado en junio por representantes de la casa matriz.

El área total del proyecto abarca 350 m2.

Incluye un laboratorio de biotecnología e instalaciones dedicadas a molienda divididas en tres áreas:

molienda y clasificación a escala de laboratorio;

molienda primaria y secundaria a escala piloto

y caracterización de los materiales particulados resultantes.

Aditivos de molienda:

Son agentes químicos que facilitan el proceso de chancado (reducción de tamaño de los fragmentos mayores) de un material, ya sea cemento, yeso o cobre, entre otros, haciendo el proceso más eficiente y permitiendo así ahorro de energía.

Material particulado:
Es una compleja mezcla de partículas suspendidas en el aire que varían en tamaño y composición dependiendo de sus fuentes emisoras.

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