Exportaciones diez veces más dinámicas
En agosto, el comercio de Suiza con el extranjero creció a una tasa de 17,9% real anual, mientras la economía en conjunto lo hace por debajo del 1,5%.
Relojería y maquinaria son los productos clave. La Unión Europea y China, los países más interesantes en la nueva relación comercial.
En el 2004, Suiza le vende al mundo más de lo que le compra.
Y los productos que mejor coloca en el extranjero son casi siempre maquinaria, bienes electrónicos, relojes y medicamentos.
Lo anterior no es esencialmente “bueno” o “malo” en términos económicos, pero implica una posición superavitaria de la balanza comercial del país.
Lo que sí es relevante es el impacto que dicho superávit comercial tiene: si la Confederación Helvética exporta a buen ritmo, la economía se fortalece y la generación de empleos se multiplica.
La Administración Federal de Aduanas (AFA) informó (21.09) que durante el pasado mes de agosto, el país vendió bienes y servicios en el mercado extranjero por un total de 10.122 millones de francos suizos.
Esto es, 17,9% más en términos reales –una vez descontado el efecto de la inflación- que en agosto del 2003.
Este repunte es digno de tomarse en cuenta si consideramos que la economía en conjunto conseguirá, en el mejor de los casos, crecer 1,5% este año.
¿Qué le vendemos a los otros?
Suiza tiene en casa un mercado potencial de sólo 8,2 millones de habitantes que no consiguen consumir todo aquello que la economía produce cada año.
De ahí que las empresas salgan a colocar sus productos más allá de sus fronteras.
En el 2004, la relación comercial de Suiza está fundamentalmente basada en las exportaciones que envía a la Unión Europea (más del 70% del total) y, de forma cada vez más importante, a su relación con el gigante económico llamado China.
Del total de las exportaciones, lo que más vende Suiza a sus vecinos son bienes de consumo y equipo, a razón de 4.324 y 3.247 millones de francos suizos respectivamente, durante el periodo enero-agosto del 2004.
Esto significa que el 75% de las exportaciones que realiza la Confederación las constituyen sobre todo relojes, productos de alta tecnología, medicamentos, productos químicos, y maquinaria.
El tercer sitio dentro de las exportaciones lo ocupan las materias primas, los lácteos a la cabeza.
¿Y qué importamos?
A diferencia de los extranjeros, los suizos importan sobre todo “bienes de consumo”. Es decir, bienes que ya no requieren ningún tipo de transformación en territorio nacional antes de ser consumidos.
En este rubro se cuentan la ropa, zapatos, artículos de lujo, software, aparatos electrodomésticos de alta tecnología, etcétera.
Sólo en el periodo enero-agosto del 2004, los consumidores helvéticos dedicaron 4.100 millones de francos suizos a dichas compras.
Y el riesgo de que el 43% de las importaciones sean bienes de consumo radica en que comprar productos terminados reducen las oportunidades de que un trabajador de origen nacional elabore esos mismos bienes.
En este punto vale aclarar, no obstante, que muchos de los bienes de consumo que Suiza importa, no son producidos en territorio nacional.
En segundo sitio, los consumidores del país importan materias primas y bienes intermedios, por ejemplo, legumbres o frutos venidos de otros países, o productos que requieren alguna transformación antes de ser consumidos.
Por ejemplo, naranjas españolas que habrán de ser procesadas como zumo de naranja –ya en territorio suizo- antes de ser vendido al consumidor.
O productos que ya sufrieron algún proceso de transformación, pero requieren ser terminados en Suiza.
Unos 2.752 millones de francos suizos se gastaron en este tipo de bienes.
El tercer sitio lo ocupa la maquinaria, a la que se destinaron 2.528 millones de francos suizos en importaciones.
China arrasa
Aunque el 70% del intercambio comercial que realiza Suiza se realiza con la Unión Europea (UE), la relación con China está rompiendo todo parangón.
La importación de productos venidos de este gigante asiático creció 16,2% durante el último año.
Las compras a Hong Kong, Brasil, y más recientemente, Turquía, también han aumentado a tasas superiores al 10% durante el último año.
En el caso chino se trata de la adquisición de esos pequeños productos a bajo costo que están “invadiendo” prácticamente todos los mercados del mundo, y que van de una lámpara portátil hasta platos de porcelana, llaveros, pequeños radios de transistores, servilleteros, etcétera.
Con respecto a las exportaciones, Suiza aumentó sus ventas más de 30% a países como China o Rusia; en este caso se trata sobre todo de maquinaria.
El Viejo Continente
De regreso a los datos con el Viejo Continente, el Crédit Suisse Group (CSG) estima que la ampliación de la Unión Europea (1 de mayo del 2004) comienza a verter su impacto positivo sobre el comercio helvético.
El comercio con la “nueva Europa” avanza a buen ritmo (aumentó más de 7% anual), pero ha descendido con los viejos socios de toda la vida como Francia, Gran Bretaña o Austria (ya que sus productos son más caros que los de sus competidores del Este).
Los nuevos inquilinos de la UE –entre los que se cuentan Polonia, la República Checa, Hungría, Letonia, Lituania y Malta, entre otros-, le compran a Suiza sobre todo maquinaria, equipo electrónico y productos químicos.
Swissinfo/Andrea Ornelas
Las exportaciones de Suiza al resto del mundo crecieron 17,9% real entre agosto del 2003 y el mismo mes del 2004.
Las importaciones aumentaron 17,8% real durante el mismo periodo.
Este año, el intercambio comercial de Suiza con el mundo será superior a los 15.500 millones de francos suizos.
El comercio exterior es pues 10 veces más dinámico que la economía en conjunto.
Suiza le vende al mundo más de lo que compra, lo que le permite tener una balanza “superavitaria”.
Con ello, coadyuva al crecimiento de la economía y la generación del empleo nacional.
China se ha vuelto un país especialmente importante para Suiza, tanto en el ámbito de las importaciones como de las exportaciones.
Los productos que más exporta Suiza son relojes, maquinaria y productos farmaceúticos.
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