La ritualización para sofocar el ‘mea culpa’
En Ciudad Juárez, las maquiladoras han generado una desvalorización de la mujer que asimila a ésta a un mero instrumento, una máquina, un robot.
A ese panorama se suma la presencia de las mafias del narcotráfico, una baja moral, rituales… Anne Marie Sancar habla a swissinfo sobre la situación en esa ciudad mexicana.
“Creo que no hay personas aquí que no se encuentren terriblemente choqueadas por lo que está pasando en Ciudad Juárez”, comentó la responsable de la Unidad de Género del Departamento de Gobernabilidad de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE).
Para Anne-Marie Sancar, la lucha emprendida por la organización Nuestras hijas de regreso a casa, requiere eco en el ámbito internacional. Una inquietud que comparte la profesora Marisela Ortiz Rivera, quien en forma reciente viajó a Suiza para dar a conocer la situación en la norteña ciudad mexicana.
Entre los interlocutores de la profesora chihuahuense, estuvo Anne-Marie Sancar, quien conversó más tarde con swissinfo sobre el estado de cosas en Ciudad Juárez.
swissinfo.- En los últimos diez años, Ciudad Juárez se ha convertido en el terrible escenario de asesinatos de centenares de mujeres. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Anne Marie-Sancar.- Creo que no se encuentran personas aquí que no estén terriblemente choqueadas por lo que está pasando. Sin embargo, es muy difícil desarrollar una política que lleve a un cambio cualitativo ya que este problema está demasiado vinculado con los mercados mafiosos e ilegales del narcotráfico.
Lo que me parece aún más grave es que hay como una ritualización o sea, me parece que los asesinos se ubican dentro de un marco ritualizado que les permite sentirse menos crueles.
Como han dicho diversas organizaciones, las víctimas “fueron asesinadas en forma gratuita” es decir, no pertenecían a ningún partido político, a ningún grupo étnico o religioso, fueron asesinadas por el hecho de ser mujeres. ¿Cuál es su punto de vista?
Sí, pero a lo mejor también hay una relación entre valor femenino negativo, que también se genera en las fábricas maquiladoras (mujer igual a máquina, robot), una relación entre la cultura machista dentro del conjunto mafioso y el valor que se da a las mujeres que ya no figuran como personas, sino más bien como instrumentos que sirven para establecer una jerarquía entre los grupos distintos de narcotraficantes y para entrar en la comunidad de ellos (como un rito de iniciación).
¿Cómo es posible que una situación tan dramática haya podido mantenerse durante más de diez años? ¿Qué ha faltado para detener esa violencia?
El rol del gobierno nacional acerca del mercado mencionado, la estructura de justicia a los dos niveles de provincia y central, la caída de moral en la zona fronteriza (donde el valor de la vida ha disminuido fuertemente).
Los familiares de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez han sufrido la pérdida de sus seres queridos pero también la negligencia -e inclusive el maltrato- de las autoridades. ¿Qué tendría que hacerse para detener esa violencia y hacer justicia?
Los movimientos de las personas concernidas están bien, pero hace falta una “traducción” de lo emocional a lo político, que no se limite al marco regional-nacional, sino que necesita un ámbito internacional.
Marisela Ortiz y las madres de las chicas asesinadas esperan que la presión internacional pueda contribuir para que las autoridades mexicanas finalmente actúen ¿Qué puede hacer Suiza en ese contexto?
No mucho, fuera de mostrar solidaridad, de hacer conocer las vinculaciones con los demás problemas, y lo que hace Gaby Vermot con el Consejo de Europa.
swissinfo, Marcela Águila Rubín
Datos del Informe de Amnistía Internacional (08.2003):
Las autoridades han tratado los crímenes como violencia común del ámbito privado, sin reconocer la existencia de un patrón persistente de violencia contra la mujer con raíces en la discriminación.
La política de la desinformación y la falta de acceso a los expedientes han sido una constante.
No se ha mostrado interés por sistematizar la información de los casos ni por crear un registro de datos eficaz que facilite las investigaciones, la búsqueda y la sanción de los presuntos responsables de los crímenes.
El Ministerio mexicano de Desarrollo Social (Sedesol) presentó este jueves (16.12.04) una lista de las 121 ciudades mexicanas con mayores niveles de violencia. Ciudad Juárez se encuentra a la cabeza.
En México, la violencia cobra anualmente la vida de 5.000 mujeres por homicidios, suicidios y accidentes en las principales ciudades.
La violencia doméstica afecta a una de cada cinco mujeres en ese país y se estima que 133 mil féminas han sido víctimas de amenazas con armas blancas o de fuego, por parte de su pareja.
Sedesol anunció asimismo la instrumentación de una serie de estrategias tendientes a proteger a las mujeres, incluida la creación de un ‘Observatorio de Violencia Social y Doméstica’.
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