Pascal Couchepin advierte contra la guerra
El presidente de Suiza Pascal Couchepin abrió la cumbre del Foro Económico Mundial (WEF) con un llamado a unir esfuerzos contra la guerra en Irak.
También llamó a los dirigentes económicos a asumir responsabilidades para restablecer la confianza.
Couchepin señaló ante cerca de 2000 participantes provenientes de más de 100 países que una guerra podría provocar un resurgimiento del conflicto Arabe-Israelí.
“Una desestabilización regional podría tener consecuencias serias para el resto del mundo, agregó el presidente suizo.
Como era esperado, el espectro de una guerra en Irak dominó la apertura de la cumbre que entró en su 33° año de existencia.
Pascal Couchepin, también reiteró en su discurso de bienvenida que para Suiza, el empleo de la fuerza en Irak debería aplicarse sólo en una última instancia ” una vez que todo otro medio posible de persuasión haya sido agotado”.
Su discurso fue considerado por los observadores como un velado reproche al gobierno de los Estados Unidos, ante su decisión de desatar la guerra en Irak sin esperar que las Naciones Unidas agoten todos los recursos para desarmar al líder iraquí, Saddam Hussein.
Propósitos dirigidos también a más de un tercio de los participantes que viajaron especialmente desde Estados Unidos para asistir a la reunión de Davos.
El fantasma de Saddam
La preocupación por la eventual guerra en Irak ocupará el centro de los debates de la cumbre. Muchos delegados esperan servirse de la tribuna que ofrece Davos para elaborar posibles soluciones a la crisis de Irak.
Varias reuniones de alto nivel han sido organizadas entre personajes claves en el conflicto – incluyendo al secretario de Estado los Estados Unidos Colin Powell, quien llega a Davos el sábado.
Nueve prominentes líderes de la oposición iraquí también se dirigirán a los participantes en el Foro para hablar de las perspectivas de democracia en su país.
El debate sobre la cuestión iraquí en el Foro ha ayudado a contribuir al sentimiento general de seriedad que rodea la cumbre este año, según la opinión de algunos analistas.
Henry McKinnell – uno del co-presidentes de la reunión – señaló a los periodistas que la amenaza de guerra en Irak era una cuestión que concierne a cada uno de los participantes.
” Un conflicto corto y exitoso podría ser incluso positivo … Pero alejando la incertidumbre de una guerra eventual… Y descartando el precio del petróleo como premio de la guerra” dijo McKinnell.
Ambiente pesimista
El ambiente de pesimismo que reina sobre el evento ha incitado a los organizadores a cancelar los aspectos mundanos previstos en el programa de la cumbre, como la fiesta de gala, y hasta una competencia de esquí el domingo.
Los participantes a la reunión han sido saludados por un impresionante dispositivo de fuerzas de seguridad y deben sortear varios puntos de control antes de poder ingresar al lugar sagrado, el interior del Centro de Congreso Davos. Dentro del lugar laberíntico el personal de seguridad está por todas partes.
Los asistentes habituales a este evento también concuerdan que la cumbre aparece menos “triunfal” que en años anteriores, cuando la burbuja Internet servía en Davos de cámara jactanciosa para empresarios de la nueva economía.
El orden del día este fin de semana estará centrado en el tema sobre la carencia de confianza en las instituciones públicas, y en particular lo relacionado con los elevados salarios de los hombres de negocio.
El fundador del WEF, Klaus Schwab había reconocido anteriormente en su discurso de apertura, que se asiste una baja de confianza en el liderazgo de los hombres de negocio.
Humildad, no orgullo
El presidente Couchepin también reconoció que la edición de Davos 2003 era más modesta y más de acuerdo a la realidad”, pero instó a los participantes a darse tiempo para esquiar.
“Lamentablemente -dijo- tenemos una buena razón para ser más humildes. A pesar de la globalización de los mercados, de la comunicación y de la movilidad, hay todavía más barreras que nos separan los unos de los otros, que puentes para conectarnos”.
“El progreso de la tecnología y la civilización son numerosos, con muchos ventajas, pero también está el otro lado de la medalla, con muchos perdedores”, reconoció el presidente de la Confederación.
swissinfo, Jacob Greber, enviado especial
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