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Suiza aplica freno a la evasión

Suiza aplica una concertada fiscalidad del ahorro. Keystone

Con la nueva Directiva para la Fiscalidad del Ahorro, la banca suiza retendrá impuestos sobre cuentas europeas para trasladarlos a las haciendas de la UE.

El secreto bancario sigue intacto, pero la controversia sigue, pues se descubrió que hay forma de “darle vuelta” a la citada obligación.

¿Cuántos miles de inversionistas europeos tienen cuenta en Suiza?
Imposible saberlo.

El único vistazo que nos permite dar la Asociación de Banqueros Suizos (ABS) a sus impenetrables arcas es que existen 3,3 millones de ahorradores extranjeros.

Y completa el panorama con otro dato sorprendente: el sistema financiero helvético administra una riqueza total equivalente a 2,3 millones de euros (poco más de 3,5 billones de francos suizos).
Mucho, mucho dinero.

Tanto, que equivale al 30% de los depósitos mundiales ni más ni menos.

Y como “no hay plazo que no se cumpla”, tras tres años de ríspidas negociaciones entre la Unión Europea (UE) y Suiza, finalmente entró en vigor, el viernes pasado (01.07.05), la Directiva para la Fiscalidad del Ahorro, acuerdo que obligará a todo inversionista de la Unión Europea (UE) con cuentas en Suiza a pagar impuesto sobre los intereses que obtenga.

Qué es la fiscalidad del ahorro…

¿En qué consiste exactamente este acuerdo que llevó a Suiza y a la Unión Europea a múltiples enfrentamientos entre 2002 y 2004?

Fricciones que, por cierto, estuvieron a punto de echar por la borda el éxito de los llamados Acuerdos Bilaterales Bis, vinculados lo mismo a temas de comercio que de migración, intercambio de información, tecnología o el campo.

La Directiva sobre la fiscalidad (o fiscalización) del ahorro consiste esencialmente en garantizar que los inversionistas paguen impuestos por las ganancias financieras que obtienen en territorios vecinos.

Dicho con simplicidad: si un empresario, artista o deportista alemán, por citar algún ejemplo, depositaba el grueso de su patrimonio financiero en cuentas suizas o austriacas, podía evitar con ello la obligación de pagar impuestos a la hacienda alemana, ya que nadie le “diría” al fisco de su país que el dinero estaba ahí.

A partir del 1 de julio pasado las reglas cambiaron. La entrada en vigor de la citada Directiva implica –a través del intercambio automático de información bancaria entre los gobiernos- que todo inversionista cumpla con el fisco de su país.

Las excepciones

Suiza, y tres países de la UE (Luxemburgo, Bélgica y Austria) coincidían en la validez de la Directiva para la Fiscalidad del Ahorro (evitar la evasión), pero se negaron de forma radical revelar el nombre y coordenadas de sus clientes (secreto bancario).

A cambio, a instancias de las autoridades helvéticas, propusieron una nueva fórmula para lograr el mismo objetivo: la “retención de origen”.

Es decir, en lugar de intercambiar información entre autoridades financieras, retendrán directamente el impuesto correspondiente y lo transferirán al país de origen del inversionista, sin revelar la identidad de este último.

Con ello, atajarán el camino a los evasores sin violar el institucional secreto bancario característico de Suiza.

La única causa por la cual estas cuatro naciones están dispuestas a hacer pública información de sus clientes (y sólo a las autoridades) es cuando medie algún proceso o investigación judicial con alguno de sus clientes.

La nueva misión helvética

La retención de impuestos ligada a la nueva Directiva para la Fiscalidad del Ahorro funciona de la siguiente manera:

1) Tasa del 15%. Por cada 100 francos suizos de ganancias que generen las inversiones dentro de la banca suiza, las instituciones de crédito retendrán 15 francos y los transferirán a las haciendas de los vecinos de la UE. Esta referencia se aplicará hasta el 30 de junio del 2008.

2) Tasa del 20%. La retención aumentará a 20 de cada 100 francos suizos de los intereses que genere una inversión, entre el 1 de julio del 2008 y el 30 de junio del 2011.

3) Tasa del 35%. La retención aumentará a 35% a partir del 1 de julio del 2011, y se fijará en ese nivel.

Lagunas y temas pendientes

Suiza y la UE revisarán el acuerdo al que llegaron luego de experimentar con él durante siete años, según lo acordado por las dos partes.

En el año 2013, pueden sentarse nuevamente a la mesa para afinarlo o modificarlo radicalmente si fuera necesario.

Pero aun cuando los puntos ya están sobre las ies, existe un tema que genera nueva controversia.

La Directiva tiene lagunas.

Por ejemplo, es relativamente simple “darle la vuelta” al interior del sistema financiero helvético.

Concretamente, si un inversionista europeo quiere evitar el pago de impuestos a su país, posee siempre la opción de la diversificación del ahorro. Si deposita su patrimonio en un seguro de vida u opta por los fondos de inversión, en lugar de por una cuenta bancaria tradicional, entonces puede evitarse la retención de impuestos sobre el rendimiento.

El asunto tiene pues mucho por dar en el futuro.

swissinfo/Andrea Ornelas

· Noviembre 2002. Suiza propone por primera vez en una reunión del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) un sistema de “retención de origen” que preservaría el secreto bancario de sus clientes europeos, cumpliendo al mismo tiempo el objetivo de que paguen impuestos en su países de origen.

· Junio 2003. La UE acepta por primera vez la posibilidad de que Bélgica, Luxemburgo, Austria y Suiza realicen “retención de origen”, pero exige que sea sólo de manera transitoria.

· Marzo 2004. Suiza y la UE celebran un acuerdo final para la cooperación en materia de fiscalidad del ahorro (retención de origen). La UE quiere que entre en vigor el 01.01.05, pero Suiza se niega.

· Julio 2004. La UE y Suiza deciden finalmente aplazar al 01.07.05 la entrada en vigor de la fiscalidad del ahorro.

· La Directiva sobre la fiscalidad del ahorro obliga a Suiza a retener impuestos sobre las ganancias que generan las inversiones de extranjeros en su territorio.

· Entró en vigor el pasado 01.07.05, y la banca helvética retendrá el equivalente al 15% de los intereses que generen las cuentas para luego transferirlos al país de origen del inversionista.

· El 01.07.08, la tasa de retención aumentará al 25% y para el 01.07.11, alcanzará su nivel máximo y definitivo de 35%.

· El “secreto bancario” se mantiene intacto, ya que Suiza, junto con Austria, Bélgica y Luxemburgo, se negó al intercambio automático de información financiera entre gobiernos.

· El objetivo de la Directiva para la Fiscalidad del Ahorro es valioso porque intenta evitar la evasión de impuestos, pero tiene lagunas. Por ejemplo, las recursos destinados a fondos de inversión o seguros de vida, no serán gravados.

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