Un islote en una Europa ampliada

El riesgo para Suiza de quedar aislada. swissinfo.ch

Luz verde de la Comisión a una Europa con 25 miembros en el 2004.

Los acuerdos bilaterales serán aplicables a los 10 nuevos Estados miembros, excepto aquel sobre la libre circulación de personas, que deberá renegociarse.

Sin embargo, la ampliación de la Unión Europea (UE) con diez nuevos miembros no es todavía un hecho. La respuesta de los Quince a la recomendación de la Comisión se conocerá durante la cumbre de Bruselas a efectuarse los días 24 y 25 de octubre.

Los jefes de Estado y de Gobierno darán a conocer los candidatos que podrán terminar las negociaciones de adhesión para la Cumbre de Copenhague, los días 12 y 13 de diciembre.

Con esa probable ampliación, Suiza se convertiría en un islote aún más aislado en el continente. En efecto, la Confederación Helvética no participó en la aventura que constituye esta reunificación histórica de los países europeos.

Renegociación del acuerdo sobre libre circulación

Sin embargo, la ampliación de Europa tendrá repercusiones en Suiza. En efecto, los siete acuerdos bilaterales de 1999 automáticamente forman parte de las “adquisiciones comunitarias” que los candidatos deben asumir desde su adhesión.

En la mayoría de esos acuerdos, habrá que proceder simplemente a una depuración, tarea que será efectuada por los diferentes comités mixtos encargados de la gestión de cada uno de los acuerdos.

Contrariamente, el acuerdo sobre la libre circulación de las personas exige un tratamiento diferente. Como es un acuerdo mixto, concluido entre Suiza y los quince Estados miembros de la UE, necesariamente debe renegociarse. Y los diez nuevos miembros participarán en esas negociaciones.

Gracias a ese acuerdo, los ciudadanos suizos podrán instalarse en cualquier país europeo, inclusive sin trabajo.

Pero la movilidad, siendo recíproca, implica que los ciudadanos europeos podrán también instalarse y trabajar en Suiza.

Una fase de ensayo de siete años

Para los ciudadanos suizos, ese acuerdo se aplicará dos años después de su entrada en vigor, es decir, en junio del 2004, mientras que para los ciudadanos europeos el paso a la libre circulación de personas se hará progresivamente en un lapso de 12 años.

Por otra parte, este acuerdo incluye una fase de prueba de siete años, al término de la cual el pueblo podrá decidir, por medio de referendo facultativo, la prórroga del acuerdo.

Los servicios de la Comisión Europea preparan un mandato de negociación. Bruselas quiere ir rápido. De ahí que el mandato podrá ser sometido a la aprobación del Consejo de ministros de noviembre del 2003.

La UE debe esperar la conclusión de las negociaciones sobre la ampliación. “Pero desde el momento en que el tratado de adhesión será firmado, se podrá dar inicio a las negociaciones con Suiza”, explica la Comisión.

Sin fecha precisa

En la Oficina de Integración, en Berna, se confirma que habrá que renegociar el acuerdo sobre la libre circulación. “Pero no se ha fijado ninguna fecha”, precisa Adrian Sollberger, portavoz.

Dado que con la ampliación, la población de la UE va a aumentar, es probable que los Quince reclamen un aumento de los contingentes de permiso de estancia reservado a los ciudadanos comunitarios.

Berna destaca, sin embargo, que en caso de migración masiva se podría invocar la cláusula de salvaguarda y Suiza podría limitar la libre circulación de personas durante siete años suplementarios. Es decir, hasta el 2014.

Falta mucho. Pero esa renegociación plantea un problema político: Suiza no podría rehusarse a abrir las puertas a los ciudadanos polacos, eslovacos, lituanos deseosos de instalarse en la pasible Confederación Helvética.

Entonces, aún cuando el acuerdo no entre en vigor sino hasta dentro de unos diez años, Berna debe dar su sí ahora. De otra manera su margen de maniobra sería escaso amén de que un rechazo obligaría a la UE a suprimir el acuerdo y, en medio de eso, todos los otros acuerdos, en virtud de la “cláusula guillotina”.

Barbara Speziali, Bruselas