Cuando Internet se convierte en una droga
'Chatear', descargar, consumir imágenes duras: se calcula que en Suiza hay unas 50.000 personas adictas a Internet. Los jóvenes son los particularmente amenazados.
Esta dependencia, como otras, lleva al individuo a perder gradualmente el sentido de la realidad. Zúrich es el primer cantón que ha lanzado una campaña de información.
Internet es una bendición. Gracias a la red los científicos tienen acceso a bancos de datos planetarios y cada uno puede, desde su casa, comunicarse, informarse o hacer sus compras en los cuatro puntos cardinales del mundo.
Sin embargo, esta bendición puede ser también una maldición que hunde a sus víctimas en un mundo desconectado de la realidad.
Es cada vez mayor el número de personas que pasan sus días y noches ‘chateando’, consumiendo imágenes pornográficas o descargando filmes o música. Sin olvidar las subastas en línea, mediante las cuales se puede adquirir casi todo lo imaginable.
Cuando el ordenador ocupa el centro de su vida
De acuerdo a cálculos prudentes, en Suiza habría unas 50.000 personas muy dependientes de Internet; es decir, 3% de todos los usuarios de la red.
La mayoría de esos cyberadictos son hombres en edad media. Los estudios muestran que las mujeres saben resistir mejor a esas tentaciones.
Un adicto a Internet pasa una media de 35 horas por semana ante su ordenador, señala el psicólogo zuriqués Franz Eidenbenz, autor de varios análisis sobre el tema.
“El criterio principal es saber si Internet llega a ser el centro de su mundo y la meta esencial de sus actividades”, precisa el especialista.
Por tanto, más que el tiempo cuenta la actitud. El dependiente tiende a cerrarse de tal manera en su mundo virtual que descuida el mundo real. Se aisla de sus relaciones sociales, su familia y sus amigos.
Su rendimiento en la escuela o en el trabajo se resiente considerablemente. Cuanto más se distancie de su ordenador, mayor es el número de faltas. Es un círculo infernal.
Particularmente amenazados son los solitarios que tienen pocas satisfacciones de su vida “real” y se sienten inseguros, explica Regula Keller, otra especialista zuriquesa en prevención, animadora de un centro de asistencia.
Desde el anonimato de un ‘chatroom’ una persona de esas características pasa por ‘cool’. Las páginas de juegos, sexo y pornografía hacen que se evada de su verdadera vida cotidiana.
Salir del círculo infernal
Para deshacerse de esta adicción, la víctima debe aprender a controlar su consumo de Internet. “Debe fijarse límites y mantenerlos”, explica Franz Eidenbenz.
El apoyo de su entorno es necesario, y si no fuera suficiente hay que dirigirse a un centro de asistencia en materia de dependencias.
Zúrich parece ser el primer cantón que reaciona ante este problema. El Instituto de Mecicina Social y Preventiva de la Universidad ha lanzado una campaña, y en la página sobre prevención del cantón es posible responder a un test preparado por Franz Eidenbenz acerca de los hábitos de consumo de la web.
Desde su experiencia, Regula Keller sabe que a un adicto a Internet le cuesta darse cuenta de su problema. En su centro de asistencia ve desfilar padres inquietos que se preguntan si es normal que sus hijos o hijas pasen la mitad de sus noches frente a su ordenador.
El papel de la escuela
Hoy, los jóvenes crecen con el ordenador e Internet. Por eso Franz Eidenbenz considera imperativo desarrollar sus competencias mediáticas. Y ese es, esencialmente, el papel de la escuela.
“Ella (la escuela) tendría que poner mayor énfasis en la buena utilización de los medios de información”, advierte el psicólogo. Los niños deberían aprender a encontrar las informaciones útiles en un tiempo razonable, sin quedarse ‘pegados” a su ordenador.
“Esas son cuestiones pedagógicas que junto al mero uso del ordenador deben ser abordadas”, precisa Franz Eidenbenz.
Swissinfo, Renat Künzi
Los límites entre el consumo normal y el nocivo de Internet pueden ser rápidamente cruzados.
Los niños que crecieron con el Gameboy y la consola de juegos forman parte de los grupos de riesgo, así como las personas que tienen problemas de comunicación.
Estas últimas creen darse otra identidad en el mundo virtual y se comunican casi exclusivamente por Internet. Pierden así la noción del mundo real.
Según los especialistas, es casi tan difícil deshacerse de esta forma de dependencia como de cualquier otra.
Esos mismos especialistas recomiendan a los padres de familia estar atentos a los hábitos de ‘surf’ (navegar) de sus hijos y establecer normas claras. Por ejemplo, limitando el número de horas permitidas en Internet.
Psícologo y psicoterapeuta, experto en dependencia de Internet, ejerce en Zúrich.
Es director del servicio de asistencia “Offene Túr Zúrich”.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.