Una bomba social a punto de explotar
El aumento del número de los denominados ‘working poor’ – personas que trabajan, pero cuyos ingresos son insuficientes - corre el riesgo de acrecentar las tensiones sociales entre ricos y pobres.
Es la advertencia que lanza un estudio del Fondo Nacional de Investigación, presentado este lunes.
“Si no se produce un cambio en este sector, seremos testigos de un fuerte incremento de las tensiones sociales”, afirma Ueli Mäder, profesor de la Universidad de Basilea y coautor del estudio.
En el espacio de un decenio han cambiado fundamentalmente las impresiones recogidas entre los ‘working poor’, personas que a pesar de tener una actividad remunerada viven en una situación de precariedad.
El estudio – que se limita al análisis de dos cantones considerados representativos, Friburgo y Basilea Ciudad – muestra que en el pasado reinaba cierto sentimiento de resignación entre los trabajadores pobres. Hoy, en cambio, ha aumentado su indignación, sobre todo por el aumento de la brecha salarial.
Según un estudio de Caritas Suiza del 2003, el 10% de los más ricos dispone hoy de mucho más dinero que a comienzos de los años 90. Para dos tercios de los ciudadanos, en cambio, los ingresos se han reducido.
No pobres trabajadores, sino trabajadores pobres
Un informe que hizo público hace unos meses la Oficina Federal de Estadística reveló que el fenómeno de los ‘working poor’ se da en el país con uno de los ingresos per capita más altos del mundo.
Es más, en el 2003 había 231.000 trabajadores pobres en Suiza, que representaban el 7,4% de la población activa en edades comprendidas entre los 20 y los 59 años.
Uno de cada cinco ‘working poor’ es cabeza de familia monoparental o numerosa, lo que eleva a más de medio millón el número de personas afectadas por el fenómeno. Todos los miembros de la economía doméstica deben apretarse el cinturón para poder vivir con los escasos medios de los que disponen.
Número en aumento
El fenómeno ha aumentado como consecuencia del desempleo y la precariedad en el mundo laboral.
En las familias con hijos, el índice de ‘working poor’ ha pasado del 11% en los años 90 al 17%. El porcentaje incluso se ha duplicado (del 15% al 30%) en el grupo de familias monoparentales.
Economía contra un salario mínimo
Para reducir el número de esta ‘avalancha’ de trabajadores pobres, los sindicatos insisten en la necesidad de introducir por ley un salario mínimo.
La idea no gusta al sector económico, que prefiere la solución de los subsidios integrales o las desgravaciones fiscales.
Este desacuerdo puede tener un precio alto. La inseguridad profesional y las difíciles condiciones en el mundo laboral influyen en la salud psicofísica de los ‘working poor’, lo que repercute inevitablemente en los gastos sanitarios y sociales.
Empleadores poco honestos
Un trabajo mejor remunerado, mudarse a una vivienda menos cara y el cese de las obligaciones hacia los hijos mayores de edad son posibles vías de salida. Pero el problema es complejo y el sistema de seguridad social tiende a minimizarlo.
Rolf Maegli, director de la asistencia social de Basilea, confirma los datos del estudio del Fondo Nacional. Según él, las ayudas son un “indicador de lo que no funciona en el interior del Estado y de la economía”.
La asistencia social se ve así obligada a pagar prestaciones para compensar los salarios insuficientes.
Sobre todo madres y extranjeros
En la categoría de trabajadores pobres, los ciudadanos de nacionalidad extranjera – que no disponen de una formación postobligatoria o cuyos diplomas no son reconocidos en Suiza -, así como las mujeres, a menudo cabeza de familias monoparentales, son los grupos con los porcentajes más altos de ‘working poor’.
El estatuto profesional también es un factor determinante: quienes trabajan de forma autónoma tienen más probabilidades de formar parte de este grupo. Igualmente expuestas están las personas con un contrato de trabajo a tiempo definido y quienes poseen una escasa formación escolar.
swissinfo y agencias
231.000 personas vivían en una situación precaria en el 2003, a pesar de tener un trabajo
Los ‘working poor’ representan el 7,4% de la población activa (entre 20 y 59 años)
Los autores del estudio definen ‘working poor’ a los trabajadores que, después de deducir los gastos de vivienda y seguro de enfermedad, ganan menos de mil francos al mes (650 euros).
El Instituto de Sociología de la Universidad de Basilea, la Escuela Superior de Pedagogía y Trabajo Social de Basilea, así como la Universidad de Friburgo y Caritas Suiza han colaborado en el estudio.
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