El tabaco daña incluso a los fumadores pasivos
La exposición involuntaria al humo ambiental del tabaco puede afectar gravemente la salud de los no fumadores.
El tabaquismo pasivo afecta a una de cada cuatro personas en Suiza, según revela un estudio.
Desde hace casi un siglo se sabe que el tabaco es dañino para la salud. Diez mil personas mueren al día por causa del tabaquismo y el número de víctimas va en aumento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, si continúa el patrón del consumo actual, para el año 2020 el tabaco habrá causado más muertes que el sida, la tuberculosis, la mortalidad materna, los accidentes de tráfico, el suicidio y los homicidios todos juntos.
Pero el humo del tabaco en el ambiente también puede afectar gravemente a la salud de los no fumadores. Por esa razón se los conoce como fumadores pasivos o fumadores de segunda mano.
Según un comunicado de la Oficina Federal de Salud Pública (OFSP), emitido este martes (28.10.), la población helvética está altamente expuesta a lo que se denomina el tabaquismo pasivo.
Uno de cada cuatro de estos fumadores pasivos permanece diariamente una hora en un ambiente donde inhala involuntariamente el humo del tabaco ajeno.
Tabaquismo pasivo en el trabajo
La exposición es especialmente elevada en los centros laborales y en los restaurantes, según un estudio que la Universidad de Zúrich ha realizado por encargo de la OFSP.
Los resultados se basan en una encuesta telefónica a unas 5.000 personas en Suiza y tienen carácter representativo.
El problema del tabaquismo pasivo afecta a la mitad de los empleados en los centros laborales e incomoda a uno de cada dos trabajadores.
Asimismo el estudio revela que sólo el 42% de los empleados sabe que existen disposiciones legales que protegen a los no fumadores en el lugar de trabajo.
Hay una directiva de la Secretaría de Estado de Economía que obliga a las empresas a adoptar las medidas pertinentes si el tabaquismo pasivo fastidia a sus colaboradores.
No obstante, una de cada tres personas en Suiza trabaja en una empresa, cuyos directivos ignoran que existen esas normas antitabaco o donde no se respetan, porque no están contempladas en el reglamento o simplemente porque la empresa no tiene prohibido fumar en sus instalaciones.
Establecimientos cargados de humo
En los restaurantes, bares y cafés hay un 90% de no fumadores que respira humo de segunda mano. Cerca de dos tercios consideran muy molesta esa situación.
A veces incluso tan molesta que un 25% de la población helvética evita frecuentar los restaurantes, donde el ambiente está cargado de humo.
Los más afectados son los jóvenes en edades comprendidas entre los 20 y 24 años, que constituyen dos tercios de ese grupo de la población. Y cuatro de cada diez declaran que el hecho de ser fumadores pasivos les fastidia mucho.
Asimismo ocho de cada diez fumadores consideran que los restaurantes deberían disponer de áreas de fumadores y no fumadores divididas en partes iguales.
Pero el cantón del Tesino es el único que dispone una legislación de carácter vinculante en la materia. Desde 1996 los restaurantes están obligados por ley a destinar un tercio de la superficie del establecimiento a los clientes que no fuman.
Fumar daña la salud
No es ninguna novedad que respirar el humo del tabaco ajeno es dañino para la salud.
El cáncer de pulmón, las enfermedades coronarias, el asma y las infecciones de las vías respiratorias son dolencias asociadas al tabaquismo pasivo.
Pero, además, el consumo tanto activo como pasivo del tabaco es uno de los factores que aumentan el riesgo del Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL).
Asimismo varios estudios avalan que media hora de exposición al humo del tabaco es suficiente para debilitar el corazón.
swissinfo, Belén Couceiro
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