Hacia un sindicalismo independiente
Los procesos económicos actuales en Suiza polarizan a las clases sociales.
“El reparto de las riquezas no es equitativo”, denuncian los obreros. Sus conquistas sindicales han sido mermadas desde la caída del muro de Berlin en 1989.
“La situación de la clase obrera es catastrõfica. Se ve una radicalización muy fuerte y muy rápida de los antagonismos sociales. Por un lado están los sectores privilegiados, quienes han visto aumentar sus patrimonios. Por otro lado, están las clases populares, cuyos salarios bajan y se vuelven precarios”, declara a swissinfo Aristide Pedraza, de origen español, activo sindicalista en la ciudad de Lausana, capital del cantón de Vaud.
“Creo que estamos viendo una transferencia neta de riqueza, que se le quita al trabajo y se le da al capital”, precisa el dirigente, a cuyo juicio algunos sectores pretenden aumentar el tiempo de trabajo; es decir de un promedio de 42,5 horas por semana a 45 o incluso 48.
Otro de los indicadores de esta situación es la posible prolongación de la edad de la jubilación. Hace meses se manejó la posibilidad de que ésta pasara de los 65 años actuales, entre los hombres, a los 67 años.
También se han dado intentos por reducir el salario de ciertos trabajadores del Estado en los cantones de Zurich (-3%) y de Vaud (-2%).
El dirigente obrero denuncia que se podrían enumerar muchas otras circunstancias en las que se observa cuánto ha bajado la calidad de vida de la clase obrera, en Suiza. Enfatiza: “de esta embestida no se salva nadie”.
Crisis del sindicalismo
El sindicalismo ligado a las instituciones y a los partidos politicos no ha podido detener esta degradación. “Su tremenda debilidad no le permite ni siquiera cumplir con elementales tareas de defensa de los trabajadores, por lo menos a nivel estratégico”, denuncia.
Segun Pedraza, para que un sindicato tenga fuerza, necesita recurrir al conflicto y a la negociacion de fuerza. “Pero el sindicalismo actual, el ligado al poder, tiene una conflictividad limitada. Coexiste con el gobierno y asi no se puede”.
Existen algunos indicios que muestran la grave crisis por la que pasa el sindicalismo helvético en estos momentos. Por ejemplo, hay un endurecimiento de la lucha sindical en Suiza. “Es decir, hay más conflictos, hay más sindicalistas de base que deciden manifestarse en franca ruptura con su dirección”.
Hay una crisis de legitimidad del sistema. “Cuando vemos que se hacen economías por aquí y por allá, reducciones de presupuesto y todo eso, ya nadie cree que eso sea para beneficio de la gente”, dice Pedraza.
Nuevo sindicalismo
De acuerdo con este interlocutor, es necesario que se desarrolle un nuevo tipo de sindicalismo en Suiza. “Un sindicalismo en el que no nos limitemos a efectuar una estrategia de negociacion con tácticas limitadas. Yo hablaría hasta de resistencia popular”, afirma.
Conceptualmente, el nuevo sindicalismo en Suiza deberá aprender, dice, las lecciones de los nuevos movimientos sociales latinoamericanos.
Según el dirigente, hay varias batallas por venir. El seguro de invalidez (AI en su sigla francesa), la regularización de los trabajadores ‘sin papeles’ y la solidaridad con la pobreza.
Para Pedraza, el estado actual del sindicalismo helvético es propicio para el nacimiento de nuevos movimientos de resistencia. “Hay pólvora. Lo que tenemos que saber es cuándo y cómo vamos a prender la mecha”.
Con esta postura se ubica en las filas de quienes ponen en duda la denominada ‘paz social’ que aún orienta las relaciones obrero patronales mediante la negociación.
swissinfo, Luis Vázquez
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