Página en blanco
Virgen como un campo de nieve fresca por la mañana, el año nuevo es una página en blanco en el gran libro del mundo. Poco a poco, los eventos dejarán su huella, antes de convertirse en recuerdos. Así es el ciclo de la vida.
“La nieve, agua congelada, arena, sal, no de la tierra, sino del cielo, sal con gusto a pedernal, con la textura de la roca triturada y el aroma de la frialdad, pigmento blanco, único color que cae de las nubes” , escribió Amélie Nothomb en ‘El sabotaje amoroso’. Es hermoso.
Hermoso como las estrellas en los ojos de los niños que descubren la Naturaleza pintada nuevamente de blanco. Hermoso como su felicidad al revolcarse en el polvo blanco y al jugar con los copos de nieve. Y qué importa si hace frío. Hermoso como la geometría perfecta de los copos de nieve, de los que se dice que cada uno es único.
Cuando se derrite, por supuesto, cuando el algodón se convierte en aguanieve y el blanco se pone de color marrón sucio, es menos bella. Con la nieve desaparecen los rastros que habíamos marcado. No habrán durado, como dijo el poeta, “más de lo que duran las rosas: el espacio de un instante”.
(Texto: Marc-André Miserez, Imágenes: swissinfo.ch, Keystone, Reuters, AFP, imagepoint, Christoph Balsiger , swissinfo.ch )
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