The Swiss voice in the world since 1935

Las clínicas de longevidad: ¿última moda o la clave del envejecimiento saludable?

longevidad
Hay un mercado en auge de tratamientos, pastillas y artilugios que dicen retrasar el envejecimiento y ayudarnos a vivir más sanos y más tiempo. ¿Funcionan? Illustration: Helen James / SWI swissinfo.ch
Serie Longevidad, Episodio 1:

La búsqueda del elixir de la vida se remonta a tiempos inmemoriales, y Suiza ha desempeñado un papel clave. Aunque la ciencia aún no han dado con la fórmula ganadora, la nación alpina tiene un mercado en auge de tratamientos, píldoras y artilugios que afirman ralentizar el envejecimiento y ayudarnos a vivir más sanos y más tiempo.

Como mujer que ronda los 40 años, cada vez soy más consciente del paso del tiempo. Puedo ver y sentir los signos del envejecimiento: las canas, las arrugas alrededor de los ojos y los dolores musculares al despertarme. Hace cuatro años me extirparon los ovarios porque tenía un alto riesgo genético de cáncer. Por ese motivo se me adelantó la menopausia. En seis meses tuve la sensación de haber envejecido 20 años.

Me preguntaba si tenía que ser así. ¿Por qué a algunas personas nos salen canas a los 40 y a otras a los 60? ¿Por qué gente de mediana edad sufre enfermedades cardíacas o cáncer, mientras que otros miembros de la misma familia nunca los padecen? ¿Por qué a algunos mayores les cuesta caminar mientras otros siguen corriendo maratones? Si todos envejecemos de forma diferente, ¿no deberíamos ser capaces de ralentizar el proceso de envejecimiento y evitar sus efectos nocivos?

Hace siglos que se buscan los secretos de la longevidad. Los enormes avances de la última década en la ciencia del envejecimiento y en tecnologías como la inteligencia artificial hacen pensar que estamos a punto de lograr un gran avance. Así pues ha surgido un nuevo movimiento en favor de la longevidad, con la aparición de clínicas y empresas en muchas partes del mundo, como Arabia Saudí, Estados Unidos y Suiza, que ofrecen pruebas sofisticadas, terapias novedosas y un mundo de promesas.

Suiza ha sido un actor clave en la búsqueda de la eterna juventud desde hace siglos, cuando gente de todo el mundo acudía a experimentar los poderes curativos de sus baños termales. Clínicas de bienestar, grupos científicos, inversores y empresas farmacéuticas suizas han hecho avanzar el campo de la longevidad. Sin embargo, ¿hasta qué punto la última moda en longevidad es pura propaganda y buen marketing? ¿Podemos realmente alargar nuestra vida y por qué queremos hacerlo?

Este artículo forma parte de una serie que investiga la creciente tendencia de la longevidad y el papel de Suiza en ella. Encontrará todos los artículos y vídeos de la serie aquí.

Mi búsqueda de respuestas a estas preguntas existenciales me llevó por todo el mundo. Asistí a una conferencia sobre el envejecimiento y el descubrimiento de fármacos en Copenhague y a un foro mundial sobre la mejora de la salud y la longevidad en St Moritz; hablé con especialistas en longevidad de Singapur, Estados Unidos, China, Arabia Saudí y Suiza; y visité tres clínicas de longevidad que incluían un día entero en la legendaria Clinique La Prairie, a orillas del lago Lemán.

Por el camino, me enteré de los avances tecnológicos, científicos y de inteligencia artificial de las dos últimas décadas, que han transformado nuestra comprensión del envejecimiento, generando la esperanza de que podamos vivir más tiempo y de forma más saludable, ralentizar el proceso de envejecimiento y, posiblemente, algún día, incluso retroceder en el tiempo. 

En todo el mundo, las clínicas y los balnearios de bienestar están en auge, aprovechando estos nuevos conocimientos para ofrecer una gran variedad de tratamientos de longevidad, como la terapia de luz roja, el intercambio de plasma sanguíneo y los tratamientos con células madre.

Suiza está a la vanguardia, aprovechando su reputación de destino privilegiado para quienes buscan salud y longevidad. Desde hace más de un siglo, esta pequeña nación alpina ofrece una combinación inigualable de espectaculares paisajes montañosos, aguas termales, un sistema médico y sanitario de primera categoría, tecnologías pioneras y una reputación de hospitalidad de lujo, por no hablar de discreción.

Como vivo y trabajo en Suiza, decidí aprovechar lo que tengo a la vuelta de la esquina. Así que, un fresco y brumoso día de enero, atravesé las puertas correderas del vestíbulo de Clinique La Prairie para descubrir lo que podía ofrecerme.

A pesar de la serenidad y la calma del entorno, me invadió la ansiedad por saber qué me depararía la visita. ¿Sabría que mi cuerpo es años mayor que mi edad cronológica -un signo de envejecimiento prematuro-, que tengo una enfermedad cardiaca no diagnosticada, cáncer de tiroides o un alto riesgo de desarrollar Alzheimer? ¿O me llevaría una grata sorpresa al descubrir que estoy mucho más sana de lo que temía?

Vista desde dentro

Clinique La Prairie abrió sus puertas en 1931 como spa médico para gente rica y famosa, ofreciendo «ciencia pionera, rejuvenecimiento y vitalidad» basados en los descubrimientos en terapia celular de su fundador, el médico suizo Paul Niehans. Se dice que personajes famosos como la actriz Marlene Dietrich y el político Winston Churchill recurrieron a las controvertidas «curas de juventud» de Niehans.

En la actualidad, la clínica afirma que su objetivo es «capacitar a las personas para lograr una vida más larga, sana y vibrante» con la ayuda de la ciencia y de soluciones y tratamientos médicos innovadores. Esto es posible gracias a la ayuda de 50 médicos y otros profesionales de la medicina ubicados en un centro médico dentro de las instalaciones.

Su programa estrella es el Revitalisation Premium, de una semana de duración, que por 48.250 CHF (54.606 $), comidas y alojamiento incluidos, promete «desvelar los secretos de la longevidad y el bienestar». El paquete también incluye su «fórmula de rejuvenecimiento» secreta, inspirada en el trabajo original de Niehans con células madre de cordero, que sólo está disponible para los huéspedes como suplemento oral en su establecimiento de Montreux.

longevidad
Clínica La Prairie

Con un presupuesto mucho menor, sólo pude hacer una visita de ocho horas. Pero me dijeron que aun así podría reunirme con especialistas, probar algunas de las últimas herramientas de diagnóstico de la longevidad e indagar en la ciencia que se esconde tras los folletos de marketing.

Pasé una hora con Georgia Grisotto, experta en ciencias de la salud, que me hizo una serie de pruebas para darme una puntuación nutricional. Para obtener una imagen de mi salud metabólica, me envolvió en plástico con una cúpula transparente sobre la cabeza conectada a un tubo de oxígeno para una prueba de calorimetría que capta cuántas calorías necesito cuando estoy en posición de reposo.

Tuve una sesión con el entrenador de movimiento Matteo Falzone para conocer mi velocidad de reacción y mi capacidad de percepción en comparación con la media de mi edad. Después estuve una hora en una cúpula de desintoxicación por infrarrojos, donde al parecer dormí 20 minutos y salí sintiéndome como gelatina, en el buen sentido.

No es difícil imaginar que después de una semana en la clínica, me sentiría más joven, y tal vez después de uno de sus tratamientos faciales de rejuvenecimientoEnlace externo con células madre, que no tuve, incluso me vería más joven. Pero, ¿realmente rejuvenecería mi cuerpo?

Según el Diccionario de Cambridge, la longevidad se define como «vivir durante mucho tiempo». El término se utiliza cada vez más para referirse a la esperanza de vida (total de años vividos) y a la duración de la salud (años vividos con buena salud, sin enfermedades crónicas ni discapacidades).

Avances en la investigación

Posiblemente. A partir de los años 90, una serie de avances científicos y tecnológicos permitieron a los equipos de investigación comprender mejor por qué envejecemos y nos dieron las herramientas para medir, por primera vez, el proceso de envejecimiento.

En aquella época se creía que los genes eran responsables del 80% de nuestra esperanza de vida, pero nuevos estudiosEnlace externo revelaron que, en realidad, sólo son responsables del 10-30%. Tanto o más importantes para determinar la rapidez con que envejece nuestro cuerpo son el entorno y el estilo de vida.

Este campo de investigación, conocido como epigenética, estudia cómo se expresan o activan y desactivan nuestros genes en función de factores como nuestra exposición a toxinas, la cantidad de ejercicio y sueño que hacemos y los alimentos que comemos.

La epigenética permitió que especialistas en ciencia crearan en 2013 el primer reloj biológico que mide la edad de las células de una persona en comparación con su edad cronológica.

Existen diversos relojes biológicos que analizan marcadores moleculares específicos que cambian de forma predecible a medida que envejecemos. El primero fue desarrollado por el científico estadounidense-alemán Steve Horvath en 2013.

Se utilizan muestras de sangre, saliva o tejido para analizar la metilación del ADN, un proceso bioquímico que ayuda a regular nuestros sistemas cardiovascular, neurológico y reproductivo e indica al organismo cuándo y si debe activar o desactivar genes. La metilación del ADN disminuye a medida que envejecemos, lo que significa que los interruptores no se encienden y apagan cada vez más como deberían, y eso puede desencadenar inflamaciones y enfermedades.

Los estudios han demostrado que la edad biológica de una persona, medida por el tiempo real, puede aumentar o disminuir en cuestión de pocos meses tras una enfermedad (como CovidEnlace externo o cáncerEnlace externo) o cambios en el estilo de vida, como reducir la ingesta de alcohol, aumentar el ejercicio de alta intensidad y seguir una dieta restringida en calorías.

En la actualidad existen diversos “relojes” de edad biológica que utilizan diferentes métodos, biomarcadores y algoritmos.

Ese mismo año, los investigadores publicaron un importante artículoEnlace externo en la revista Cell en el que se presentaban nueve signos distintivos del envejecimiento (número que posteriormente se amplió a 12, incluida la inflamación crónica). No se trata de signos visuales del envejecimiento, como las canas, sino de cambios que se producen a nivel celular a medida que envejecemos.

«El hecho de que ahora sepamos que la epigenética, impulsada por el estilo de vida, puede influir en la forma en que envejecemos, en lugar de depender de la genética, ha hecho que la gente sea más consciente de que realmente puede hacer algo con respecto a su forma de envejecer», afirma Simone Gibertoni, directora general de Clinique La Prairie y promotora de sus programas de longevidad.

longevidad
Los signos distintivos del envejecimiento son los tipos de cambios bioquímicos que conducen a una pérdida progresiva de la integridad fisiológica, al deterioro de las funciones y, finalmente, a la muerte. López-Otín et all, Cell. 2023

Esta evolución coincidió con grandes avances en inteligencia artificial y aprendizaje automático, tecnologías digitales y medicina, incluida la genómica. Eso ha hecho posible medir comportamientos cotidianos, como el sueño, y cientos de biomarcadores o riesgos de enfermedades.

«De repente, la inteligencia artificial hizo que todo pareciera posible para controlar el envejecimiento, algo que mucha gente había considerado durante mucho tiempo incontrolable», afirma Christina Röcke, psicóloga alemana y directora gerente del Centro de Longevidad Saludable de la Universidad de Zúrich. «Además de esto, los wearables y los dispositivos de seguimiento personal hicieron que la gente fuera más consciente de su comportamiento y que la retroalimentación fuera más accesible».

El impulso creció con el auge de las redes sociales, que crearon una comunidad de entusiastas de la longevidad como el empresario estadounidense Bryan Johnson, que experimentan consigo mismos y comparten consejos de salud más allá de los límites de la práctica médica tradicional.

Un gran negocio

Estos avances científicos y la oleada de nuevos tratamientos que les siguió han convertido la longevidad en una fuente de ingresos. Los analistas predicenEnlace externo que el mercado mundial de terapias de longevidad casi se duplicará, hasta alcanzar los 44.200 millones de dólares en 2030, frente a los 25.100 millones de 2020. En la última década se han invertido miles de millones de dólares en nuevas empresas y clínicas de longevidad, compañías de suplementos y fabricantes de dispositivos.

En todo el mundo surgen clínicas y centros de salud privados para personas de mediana edad relativamente sanas y adineradas que desean evitar el envejecimiento. En Estados Unidos hay unas 800Enlace externo clínicas de longevidad. En la región del Golfo se han abierto decenas en los últimos años, y en 2023 se inauguró la primera clínicaEnlace externo privada de longevidad en China. Clinique La Prairie tiene seis centros y complejos en Europa, Asia y la región del Golfo, y pretende abrir al menos 40 más en la próxima década.

En Suiza, conté algo más de 20 clínicas privadas que ofrecen pruebas y tratamientos de longevidad. En la gama alta está Küsnacht Practice, un centro de tratamiento de lujo para personas con adicción y trastornos psiquiátricos. Una estancia de una semana en una villa con todo el personal cuesta a partir de 117.300 CHF, incluidas todas las pruebas médicas y tratamientos de su programa de longevidad denominado BIO-R Restoration.

Para quienes dispongan de recursos más limitados, la clínica de día Ayun, a pocas manzanas de la estación de tren de Zúrich, ofrece un chequeo diagnóstico completo por unos 3.000 CHF y un menú a la carta de tratamientos y servicios a partir de 55 CHF.

Riesgos y beneficios

Pero al igual que ocurrió con anteriores locuras por la salud, como las dietas bajas en grasas y reductoras del colesterol, o la irrigación de colon, que la ciencia demostró posteriormente que eran erróneas, algunas voces científicas ya están pidiendo que se tomen con cautela los beneficios de los tratamientos de longevidad.

Los estudios han demostrado que muchos de los tratamientos más frecuentes en las clínicas, como la crioterapia, la terapia con luz roja, las infusiones de vitaminas y el oxígeno hiperbárico, pueden mejorar la salud o determinados biomarcadores, por ejemplo en atletas. Sin embargo, la mayoría no demuestran que los beneficios duren o que ayuden a vivir más tiempo.

Y aunque algunos tratamientos, como la toma del fármaco inmunosupresor rapamicinaEnlace externo, el ayuno intermitente y la exposición a temperaturas gélidasEnlace externo, alargan la vida de gusanos y ratones, hay muy pocas pruebas, si es que hay alguna, de su capacidad para hacer lo mismo en humanos.

«Se habla mucho de longevidad y no cabe duda de que se está investigando mucho», afirma Christoph Handschin, biólogo celular del BioZentrum de Basilea y autor de un artículoEnlace externo sobre cómo separar realidad y ficción en el campo de la longevidad. «Sin embargo, lo que a menudo se subestima son las cosas que ya sabemos que minimizan los riesgos de enfermedades relacionadas con la edad. Donde tenemos buenas pruebas en humanos es en cosas como el ejercicio que podrían parecer pedestres».

A medida que se intensifica la competencia, muchas clínicas ofrecen un abanico cada vez más amplio de tratamientos novedosos, y en algunos casos experimentales, como la terapia génica o el intercambio de plasma sanguíneo para atraer clientes (aunque no me topé con ellos en mi investigación en Suiza).

«Creo que algunas cosas se comercializan antes de tiempo porque hay dinero que ganar», afirma Handschin.

A pesar de los datos contradictorios, quienes visitan las clínicas de longevidad están dispuestos a probar los tratamientos con la esperanza de que les abran la puerta a una mejor salud, aunque no haya garantías de vivir más tiempo.

Jochen Hurlebaus, ciudadano alemán de 53 años que trabaja en el sector sanitario cerca de Zúrich, pagó 5.000 francos suizos por un programa de 12 meses que incluía chequeos de longevidad, consultas médicas y una serie de tratamientos en la clínica Ayun el verano pasado. «Creo que estoy en buena forma, pero nunca se sabe hasta que se hacen las pruebas», explicaba a SWI swissinfo.ch. «Quería saber qué puedo hacer para mantenerme sano en los próximos 20 ó 30 años».

Hurlebaus dijo que merecía la pena gastarse el dinero aunque muchas de las recomendaciones fueran cambios en el estilo de vida que él puede hacer en casa. «Sé que no todo el mundo puede permitirse ir a una clínica de longevidad, pero deberían pensárselo seriamente, y con el progreso tecnológico será más asequible», dijo Hurlebaus. «¿Cuánto te gastas en reparar tu coche? ¿Por qué no tratamos así nuestra salud?».

Lo que te contó tu abuela

Queda por ver si los seres humanos pueden prolongar su esperanza de vida mucho más allá de los enormes saltos dados a lo largo del siglo XX. Un estudioEnlace externo publicado en la revista Nature Aging de la revista Nature el pasado mes de octubre sugería que ya hemos alcanzado el pico de longevidad.

«Ralentizar el envejecimiento es posible, y no tan difícil como pensábamos los científicos en un principio», afirma Brian Kennedy, un científico formado en Estados Unidos que dirigía el Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento, en California, y que ahora trabaja en la Universidad Nacional de Singapur. «Si realmente se quiere hablar de detener o revertir el envejecimiento, ese es otro debate. Y no creo que nadie sepa si eso es posible ahora mismo».

Las clínicas contactadas por SWI eligen cuidadosamente sus palabras cuando hablan de longevidad. «Primero tenemos que centrarnos en vivir mejor, es decir, prolongar el tiempo que estamos sanos. Nuestra esperanza de vida, es decir, cuántos años vivimos, viene después», dice Gibertoni, de Clinique La Prairie. «No tenemos la píldora mágica que pueda demostrar por encima de cualquier duda que podemos vivir más tiempo. Hasta entonces necesitamos un enfoque holístico del envejecimiento».

Mostrar más

Debate
moderado por Jessica Davis Plüss

Alargar la vida: ¿Qué opina de la tendencia a la longevidad?

El mercado de la longevidad está en auge gracias, en parte, a los avances de la ciencia del envejecimiento. ¿Qué le parece la idea de prolongar significativamente la vida humana?

3 Comentarios
Ver la discusión

Las clínicas de longevidad se consideran capaces de llenar un vacío en el sistema sanitario, centrado en el tratamiento más que en la prevención de enfermedades. «La gente quiere mantener su salud física, mental y emocional el mayor tiempo posible, porque calidad de vida significa seguir lleno de vitalidad -en forma física, mentalmente alerta, sin dolor ni enfermedades crónicas- hasta el final», afirma Antoinette Sarasin Gianduzzo, creadora del programa BIO-R de la clínica Küsnacht.

Es difícil rebatirlo cuando pienso en cómo me gustaría vivir el resto de mi vida en la Tierra. Decidí no comprobar mi edad biológica: no tengo un deseo ardiente de saberlo, y no creo que me motivara a cuidar más de mi salud. Sin embargo, mi breve visita a Clinique La Prairie sí me reveló algunas áreas problemáticas, concretamente en lo que se refiere a la salud metabólica y el sueño, lo que se debe en gran parte a la cantidad de horas que paso sentada y a mi afición por el queso.

Este conocimiento me ha impulsado a hacer pequeños cambios en mi estilo de vida. Me tomo el sueño más en serio, hago más entrenamiento de fuerza, como más proteínas y tomo algunos suplementos vitamínicos.

Pero, ¿realmente necesito ir a una clínica de longevidad? Muchas de las recomendaciones que me han dado para mantenerme sana y vivir más tiempo ya las conozco, pero me cuesta ponerlas en práctica porque compagino el trabajo con la educación de dos hijos. También está la cuestión del equilibrio entre tiempo y dinero. Estoy segura de que una sesión de una hora en una cámara frigorífica me ayudaría a dormir mejor, pero ¿es un buen uso?

«Hay pruebas sólidas de distintos campos sobre lo que realmente ayuda a mejorar la salud, el bienestar y la calidad de vida en la vejez», afirma Röcke. «Siento decirlo, pero muchas de ellas son lo que ya te contaba tu abuela y que no hace falta comprar en costosas clínicas de longevidad».

Editado por Nerys Avery. Adaptado del inglés por Carla Wolff.

En cumplimiento de los estándares JTI

Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI

Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.

Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR