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Concluye el Foro Económico Mundial 2005

Klaus Schwab, fundador y presidente del WEF, cierra el 35º Foro Económico Mundial. Keystone Archive

Por primera vez en 34 años, el encuentro de Davos tuvo un enfoque alternativo que consiguió fondos para África y el compromiso anticorrupción de decenas de empresas.

Suiza cumplió los dos retos que se fijó: coadyuvar al reinicio de las negociaciones de la OMC; y del diálogo entre Israel y Palestina.

El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) cambió de rostro en el 2005.

Tras 34 años de vida, decidió virar la mirada hacia las necesidades de los 2.500 millones de habitantes del mundo que sobreviven con 2 dólares diarios, es decir, con unos 2,40 francos suizos.

Así, los 2.300 invitados al foro se marcharon de Davos este domingo (30.01) con el compromiso de instrumentar en sus países acciones para reducir la pobreza; y ya el tiempo dirá si las promesas se tradujeron en hechos.

La extenuante agenda de trabajo concluyó el sábado (29.01) por la noche con la tradicional cena de gala que ofrece anualmente Klaus Schwab, presidente y fundador del WEF.

El domingo fue dedicado exclusivamente a despedirse durante un almuerzo “a la suiza” en el Hotel Schatzhalp.

¿Los altermundialistas? Este 2005, nuevamente quedaron fuera de la estación alpina de Los Grisones, sólo una centena de ellos logró manifestarse pacíficamente por las calles del poblado (29.01) con disfraces multicolores durante la celebración de un simbólico carnaval al que llamaron Davos: el reino del temor.

Los logros helvéticos

Davos es el encuentro de la globalización, por excelencia. Y en él, los grandes temas internacionales son protagonistas. Este año, el trabajo negociador de Suiza permitió avances sustanciales en dos tópicos de la agenda económica y política mundial.

Por una parte, coadyuvó a generar el clima para que el nuevo líder palestino Mahmoud Abbas y el primer ministro israelí Ariel Sharon acordaran para los primeros días de febrero la primera reunión que sostendrán Palestina e Israel en 18 meses.

Los temas centrales: el retiro de militares israelíes de cinco ciudades de Cisjordania y la liberación de unos 7.500 palestinos presos en las cárceles israelíes.

La promotora y mediadora del encuentro (29.01) fue Micheline Calmy-Rey, cabeza del Departamento Federal de Asuntos Extranjeros de la Confederación Helvética.

Y por la otra, el optimismo regresó a la mesa de trabajo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) luego de un encuentro organizado por el ministro de economía, Joseph Deiss, en el que los representantes de 50 países se comprometieron a alcanzar acuerdos comerciales preliminares antes del 31 de julio.

La meta es llegar a Hong Kong en diciembre del 2005 -a la Conferencia Ministerial de la OMC-, con avances suficientes para destrabar los temas delicados, como el de los subsidios al campo.

China e Irán, atrajeron reflectores

China fue el eje de las discusiones oficiales del cuarto día de trabajo (29.01). Su viceprimer ministro, Huang Ju, se plantó frente a los hombres de negocios más poderosos del mundo con la intención de obtener nuevos flujos de inversión.

La promesa: abrir aún más su economía, ya que “el sistema socialista estaba lejos de ser perfecto”.

Su discurso se centró en el milagro que está viviendo este gigante asiático que en menos de 15 años multiplicará por cuatro su riqueza, según Huang Ju.

Esto implica nuevas oportunidades de negocio para muchos de los empresarios reunidos en Davos, ya que les abre un mercado de 1.300 millones de clientes potenciales; pero paradójicamente significa también el fin de muchas otras compañías que serán incapaces de competir con los precios que ofrecen los chinos.

Otro tema fundamental en Davos fue Irán.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, puso el dedo en la llaga hace un par de semanas cuando asumió el mandato de su segundo periodo de gobierno, pues amenazó con una invasión a Irán si este último no permite una inspección que pruebe que sus ejercicios nucleares no ponen en riesgo al mundo.

En Davos, Mohamed ElBaradei, titular de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), intentó calmar los ánimos y aseguró que hay “buena cooperación” en Teherán por lo que todo podrá conducirse de forma pacífica.

Empresas transparentes

Finalmente, una iniciativa dialogada en el WEF 2004 cobró vida este año. Un total de 62 empresas firmaron un compromiso anticorrupción, y tres de ellas son suizas: Steiner AG, Schindler Holding Ltd, y ABB

El objetivo es la “cero tolerancia”, esto es, cualquier acto de corrupción por pequeño que sea será penado. Los principios que aplicarán fueron diseñados por Transparency International.

A lo largo del 2004 se sumaron 23 empresas, cuyas ventas anuales totalizaban conjuntamente 125.000 millones de francos suizos; las 40 restantes se adhirieron a la iniciativa el sábado pasado (29.01).

Klaus Schwab explicó que la respuesta positiva que está recibiendo esta iniciativa demuestra “tanto el deseo como la urgencia de hacer frente a esta cuestión, y el compromiso de las empresas firmantes habla de valor y liderazgo”.

Y muchas de estas empresas aceptaron también la invitación de la actriz estadounidense, Sharon Stone, para realizar donativos –por 1,25 millones de francos suizos- para combatir enfermedades como el paludismo en África.

swissinfo/Andrea Ornelas

·2.500 millones de personas viven con 2,40 francos suizos diarios en el mundo

·China multiplicará por 4 su riqueza en 15 años y su ingreso per cápita será de 3.000 dólares.

·62 empresas mundiales asumieron un compromiso anticorrupción este año en Davos.

·Representantes de 50 países aceptaron avanzar en las negociaciones de la OMC

·Por primera vez en la historia el WEF elige un enfoque social y alternativo cuyo objetivo es buscar caminos para reducir la brecha entre ricos y pobres en el mundo.

·Sólo una centena de altermundialistas llegó hasta Davos, se manifestaron pacíficamente y realizaron un carnaval multicolor en protesta por la injusta distribución de la riqueza mundial.

·La participación helvética fue clave. La titular de la cartera de Relaciones Exteriores, Micheline Calmy-Rey, promovió una reunión que sentó las bases para un nuevo acercamiento en Medio Oriente; y Joseph Deiss hizo lo propio durante un almuerzo que permitió destrabar las negociaciones de la OMC.

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