‘Swissair’, empréstito millonario y adiós a las francesas
Mario Corti, titular de SAirGroup, anunció este miércoles la estrategia para remontar el vuelo: retorno a la tradicional designación, una inyección financiera por 1000 millones de francos y el abandono de Air Liberté y AOM.
Al término de la LXXV Asamblea General que reunió durante varias horas a más de 5.000 accionistas, en un hangar del aeropuerto de Kloten (Zúrich), el dirigente explicó que los fondos proceden de un consorcio de bancos integrado por el Citibank, el Crédit Suisse First Boston y el Deutsche Bank.
Con esa suma, el gigante suizo pretende sanear sus finanzas luego del catastrófico ejercicio financiero de 2000 que arrojó pérdidas por 2.900 millones de francos y cuyo informe fue aprobado durante la reunión.
De alrededor de 3.5 millones de votos -de los 5.288 accionistas que asistieron a la asamblea-, sólo 500.000 fueron contrarios al reporte de actividades, con lo que quedó aprobado el registro de la mayor debacle de la historia del grupo suizo.
Asimismo, entre las líneas básicas para tratar de sacar a flote a la firma, su responsable dio a conocer la decisión de separarse de las aerolíneas francesas Air Liberté y AOM.
SAirGroup, que posee 49% de las acciones de esas empresas, y su copropietario, el grupo francés Taitout, invertirán en ellas unos 115 millones de francos de aquí a dos meses cuando se produzca la separación suiza.
De acuerdo con fuentes especializadas esa medida podría representar la pérdida de empleo para al menos una tercera parte de los 7.500 empleados de ambas aerolíneas.
Corti subrayó su decisión de poner énfasis en los sectores que aseguren la vuelta a la rentabilidad del grupo. Cabe recordar que SAirGroup anunció su retiro en la participación de otra empresa francesa, Air Littoral, y que en verano debe pronunciarse en torno a la aerolínea Sabena de la que es copropietario junto con el Estado belga.
Durante la asamblea general, el directivo oficializó la decisión de que SAirGroup retorne en forma inmediata a la denominación de Swissair.
A lo largo de la sesión de preguntas y respuestas, Corti informó, por otra parte, que el otrora presidente del Consejo de Administración, Erich Honegger, recibió 480.000 francos de indemnización; sin embargo, declinó proporcionar la suma atribuida a Philipp Bruggisser, luego de 32 años de servicios.
“Si yo les diera esa información rompería el contrato y la sociedad podría ser sujeta de una persecución judicial”, subrayó. Añadió que en el mismo caso se encuentra el ex responsable de las actividades aéreas, Jef Katz, mientras que Moritz Suter, también antiguo dirigente, no tenía contrato con SAirGroup por lo que no recibió indemnización.
En su discurso inaugural, Corti se refirió a la estrategia de “cazador” que condujo al SAirGroup en picada y recordó que tras el rechazo a la adhesión al Espacio Económico Europeo, la dirección del grupo decidió paliar el aislamiento suizo respecto de la Unión Europea mediante la alianza con compañías aéreas en dificultad.
Corti elogió el trabajo de su predecesor, Philipp Bruggisser, cuyo desempeño tras el accidente aéreo de Halifax, califico de “ejemplar”.
En un rápido recuento de la historia de la firma desde 1995, subrayó los éxitos de Bruggisser en los cargos que ocupó antes de asumir las riendas del grupo y en ningún momento criticó su labor. Recordó inclusive que la estrategia de “cazador” fue aprobada por el consejo de administración en 1998.
En otro estado de cosas, el Tribunal de Comercio de Bruselas designó a un experto para examinar la contabilidad de Sabena y de SAirGroup, tras una demanda judicial presentada por tres pilotos de Sabena que consideran “ilógicas” las pérdidas históricas de la empresa belga.
El especialista, Jean François Cats deberá revisar las cuentas de los últimos cinco años a fin de determinar si hay “inexactitudes” o lagunas.
swissinfo y agencias
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