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Control de las aves migratorias en el lago Sempach

Un cormorán en el momento de extraérsele la prueba fecal. Keystone

Aunque resulta todavía incierto el papel de las aves migratorias en la propagación de la gripe aviar, Suiza, para evitar riesgos, las vigila a través de exámenes.

En el lago de Sempach se toman centenas de pruebas para detectar la eventual aparición de la temida cepa H5N1.

Suiza se caracteriza en el mes de noviembre por la niebla que cubre sus lagos y sus ríos, visitados en esta temporada por aves llegadas del exterior.

Alrededor de medio millón de aves entran en territorio helvético para invernar y evitar así las gélidas temperaturas de la región escandinava o de Rusia. También arriban provenientes de Siberia, zona afectada por la gripe aviar.

Sin reconocer fronteras limítrofes, estas aves van de lago en lago escapando del frío. Uno de los sitios de acogida en Suiza es el lago de Sempach, en la Suiza central.

Esta parte de la Confederación Helvética es un sitio de mitos e historia para los suizos. Allí se gestó la famosa batalla de Sempach y surgió el héroe Winkelried. Y justo allí se encuentra la estación ornitológica suiza.

Desde hace décadas es el sitio predilecto de los especialistas en el estudio de las aves, porque allí llegan hasta 2.000 patos y cormoranes anualmente.

Este año, la tarea de los ornitólogos se ha intensificado a raíz de los controles establecidos por la Oficina Veterinaria Federal (OVF) ante los temores de la llegada del H5N1 al occidente de Europa.

800 pruebas

En el norte del país ya se han realizado más de 500 exámenes de materia fecal de las aves migratorias que llegan a los prados, bosques y pantanos helvéticos.

El Laboratorio especializado en Enfermedades de Aves y Conejos de Zúrich ha efectuado los análisis genéticos de la mitad de las pruebas, sin encontrar huella alguna del H5N1, la sepa de la gripe aviar recientemente detectada en Turquía y Rumania, y que afecta desde hace tiempo a las aves en territorio asiático.

En Suiza, la alerta para controlar eventuales portadores del virus se concentra en las aves acuáticas migratorias. Una tarea que se realizará hasta finales de año.

Capturadas en nasas únicas en Europa, las aves son anilladas para su control y se les toma una prueba fecal, colocada en un tubo de ensayo, que es enviado al laboratorio del profesor Richard Hoop.

Este especialista considera “que es difícil predecir si se encontrará algo”. “Pero creo que la posibilidad es muy poco significativa”, agrega.

Matthias Kestenholz, responsable del envío de las pruebas, explica a swissinfo que “cada dos días son dirigidos estos controles para su análisis y los resultados llegan una semana después”.

Los cazadores de aves también participan

El programa de control de las aves migratorias es realizado por la OVF, la cual trabaja también con las autoridades vecinas que realizan exámenes similares en su jurisdicción.

Por supuesto que colaboran las autoridades cantonales suizas implicadas. Tal es el caso en Berna, Neuchâtel y Vaud. En su territorio se realiza mayoritariamente la caza de aves migratorias tales como garzas y otras especies que, en parte, provienen de regiones afectadas por el H5N1.

Los veterinarios y los servicios de control de la fauna salvaje cantonales toman asismismo muestras fecales de las aves abatidas por los cazadores, quienes se encargan de presentarlas en estos centros de análisis.

Sin embargo, cabe aclarar que en el marco del programa de la OVF no se sacrifica ningún animal.

“En el caso de que se detecte la cepa de la gripe aviar, se prohibirá la caza”, explica Rolf Anderegg, de la división Gestión de Especies, de la Oficina Federal del Medio Ambiente. Una medida que pretendería así evitar el riesgo de que la enfermedad se propague.

Indicios de la propagación a través de las aves migratorias

Otra novedad introducida en todo el territorio suizo: el aviso de muerte de aves sospechosas de tener la enfermedad. Es decir, ante la eventualidad de que sean encontrados más de cinco cadáveres en un mismo sitio durante un periodo menor a 24 horas, hay que notificar a las autoridades veterinarias de la zona.

“No tenemos prueba de que las aves migratorias sean las transmisoras de la gripe aviar”, explica la portavoz de la Oficina Veterinaria Federal, Cathy Maret.

Sin embargo, indica, los “indicios” existen: los casos descubiertos al sur de Moscú, en las rutas de migración de Siberia hacia el occidente europeo, por ejemplo.

“Por ello se ha establecido este programa de vigilancia, ya que el riesgo potencial existe y no podemos excluirlo”, concluye Maret.

swissinfo, Pierre-François Besson en Sempach
Traducido del francés por Patricia Islas Züttel

Se calcula que en enero de 2004 invernaron en Suiza unas 563.470 aves acuáticas.

La mayoría de las aves migratorias llegan a territorio suizo en noviembre y parten a mediados de febrero.

Para evitar el contacto entre aves domésticas y salvajes, llegadas del exterior, se prohibió en Suiza la cría al aire libre, hasta el 15 de diciembre.

Hasta ahora se han realizado 263 exámenes de excremento de aves migratorias sin resultados positivos en la detección del H5N1.

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