Descorjet: Ginebra fue el trampolín hacia el éxito
El descorchador de bebidas espumantes ganó hace dos años la medalla de oro en el Salón de Invenciones de Ginebra. Hoy, el invento argentino se vende en el mundo.
Descorjet se ha convertido en una empresa modelo para los jóvenes empresarios.
Cuando en 2001 los inventores del Descorjet se llevaron el primer premio en el 29° Salón de Inventos de Ginebra, comenzaron a hacer realidad un sueño que había nacido desde la adversidad.
La comercialización del descorchador de bebidas espumantes surgió de la creatividad y el esfuerzo de cuatro argentinos que reconocieron las ventajas del trabajo en equipo y que hoy constituyen un modelo de empresarios a imitar.
Con la ilusión guardada en treinta cajas
Hace dos años llegaron a Ginebra de la forma más humilde. Con mucho esfuerzo pudieron costear un ‘stand’, pequeño pero elegante, para presentar en la muestra internacional el invento argentino. Llevaban treinta piezas en sus respectivas cajas y varias botellas para descorchar en las demostraciones.
“Todo el mundo se quedaba encantado: destapábamos una botella por segundo, sin ningún esfuerzo y con una pieza que era práctica, fina y de alta calidad”, cuenta a swissinfo Eduardo Fernández, socio de Descorjet y fundador de la Asociación Argentina de Inventores, entidad que presidió durante doce años.
El Descorjet es un producto ideal para el ‘bon vivant’: su cuerpo es de acero inoxidable, con una tapa frontal y otras dos laterales de plástico ABS cromado o con un baño de oro de 24 quilates, y viene en una caja de madera. Además, puede grabarse con láser.
“Ese año fuimos la ‘vedette’. Los jueces en pleno pasaron personalmente para ver el producto por el ‘stand’, y allí se encontraban con los visitantes y hasta con los guardias de seguridad, que se acercaban para conocer cómo funcionaba el descorchador” relata Hugo Olivera, uno de los padres de la creación.
Una ventana al mundo
La experiencia de Ginebra les dejó, además de la medalla de oro en su categoría y el diploma de honor como mejor producto en diseño y terminación (compitiendo con otros mil inventos de más de 45 países), el valor agregado de ensayar el producto frente a un público internacional.
“Ginebra es una ventana al mundo; el Wimbledon de los inventores”, señala Eduardo Fernández. “El galardón obtenido en Suiza trajo aparejado el reconocimiento del público, además de permitir la apertura de contactos y el inicio de la etapa comercial”.
Hoy, Descorjet ya vendió más de 10.000 piezas y se comercializa en varios países de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, México, Australia, Nueva Zelanda y Suiza. Su precio oscila entre 40 y 60 dólares.
Alemania y España son los mayores comparadores. En Argentina también ha sido adoptado por el mercado de regalos empresariales por firmas como Johnson & Johnson y Siderar.
El secreto: Ideas frente a la adversidad
Según la versión oficial, todo comenzó hace cuatro años, cuando Roberto Cardón, técnico en máquinas industriales, perdió repentinamente su trabajo.
Lejos de caer vencido frente a la crisis se percató, junto con su amigo Olivera, que no existía en el mercado un destapador de bebidas espumantes. ¡Y así decidieron inventar uno!
“Hacía tiempo que tenía los primeros prototipos funcionales del producto, y aunque todos opinaban que era sensacional, no tenía apoyo de nadie y no sabía cómo seguir. Un día escuché por la radio una entrevista que le hacían a Fernández y me enteré que existía la Asociación Argentina de Inventores, y fui a verlo”, recuerda Olivera.
Fernández creyó en el producto y así empezó la suma de esfuerzos que hicieron de Descorjet una empresa con cuatro socios y un equipo que funciona exitosamente.
Cardón ya no forma parte de la firma, pero Olivera y Fernández comparten la titularidad del negocio con los industriales y matriceros Florencio Castellano e Ismael Brea.
Otros inventos argentinos
Este año tres inventores argentinos viajarán nuevamente a Ginebra a presentar sus innovaciones el 31° Salón de Invenciones que celebrará del 9 al 13 de abril.
Una máquina agrícola, instrumentos de cirugía y elementos para la industria textil se medirán frente a otros miles de inventos de todo el mundo.
Mientras tanto, en Descorjet continúan trabajando para desarrollar un tapador de bebidas espumantes que complete el equipo de su producto estrella.
swissinfo, Norma Domínguez, Buenos Aires
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