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BNS, un siglo de estabilidad monetaria

Optimismo del Banco Nacional de Suiza para este 2008. Keystone

Tras su politizado y turbulento origen, el banco central suizo cumplió 100 años en el 2007. Su balance: estabilidad monetaria y de precios.

La dinámica del año fue marcada por una política de tasas de interés al alza y un ligero retroceso del franco, acicate de las exportaciones.

El 2007 inició con el pie izquierdo para el Banco Nacional de Suiza (BNS), pero consiguió enderezar con creces el camino ya que se trataba del año en el que festejaría su primer siglo de existencia.

El 17.01, el banco central helvético dio a conocer que sus ganancias –correspondientes al 2006- fueron menores que las del año previo. El oro perdió valor y las inversiones realizadas en moneda extranjera se depreciaron, un movimiento que se dejó sentir en las arcas del instituto central.

El portafolio de acciones que posee el BNS le reportó pérdidas de 500.000 francos suizos al banco central en 2006, mientras las ganancias derivadas de la tenencia de monedas europeas, por su parte, se redujo 300.000 a sólo 200.000 francos suizos.

En contrapartida, el banco operó con solidez y la perspectiva de tasas de interés al alza le auguraba ganancias en el futuro.

Apretón monetario

El 15.03, el BNS marcó la pauta de la que sería su política monetaria en 2007. Las noticias fueron buenas para los inversionistas y malas para los deudores.

Ese día, el banco central confirmó un incremento de 0,25% en su tasa de interés de referencia, esto es, la que se utiliza como punto de partida para fijar las tasas de interés que pagan los créditos personales, hipotecarios y empresariales. Es también la que define el premio que se otorgará a los inversionistas que depositen sus recursos en el sistema financiero.

La decisión del banco central suizo era congruente con la política monetaria restrictiva que ha seguido desde diciembre del 2005, periodo a partir del cual había anunciado 6 repuntes a la tasa de referencia.

Su objetivo: Frenar la inflación. En una dinámica de crecimiento económico importante como el que ha observado Suiza durante los últimos tres años, circula más dinero y empresas y particulares tienden a gastar más, situación que provoca presiones sobre los precios.

Dos apretones de tuerca adicionales se dejaron sentir a lo largo del 2007, en verano y otoño, en ambos casos, por 0,25 puntos porcentuales.

Los 100 años

El Banco Nacional de Suiza cumplió 100 años el 20.06. Y aunque los festejos preliminares comenzaron en enero, con la emisión de una serie de monedas conmemorativas, el resto del año, el instituto central se dedicó a impartir conferencias y a realizar una serie de eventos para recordar su primer siglo de historia.

La llegada del banco central, como muchas otras decisiones relevantes en Suiza, llegó de la mano de un referéndum popular.

La Confederación Helvética había cesado cinco décadas antes sus conflictos entre cantones y contaba ya con una Carta Magna que dotaba de estabilidad al país. El franco suizo existía ya y había operado como parte de la Unión Monetaria Latina, en la que era aceptada libremente como moneda de uso común en Bélgica, Italia y Francia, además de en Suiza (1865).

Se había recorrido suficiente camino, Suiza estaba lista para tener su propio banco central y las adecuaciones constitucionales comenzaron desde 1891, cuando se otorgó el monopolio de la emisión de billetes y monedas a una sola institución, que llevaría por nombre Banco Nacional de Suiza a partir de 1907.

El proceso de fundación fue largo y complejo, pero dio vida a uno de los institutos de su género más sólidos de Europa.

Evolución del franco

El año pasado Suiza festejó también por todo lo alto la estabilidad de su moneda.

Jean-Pierre Roth, presidente del BNS, expresó el 18.06 que mantener el franco suizo –de cara a los coqueteos del pasado de integrar a Suiza a la Unión Europea (UE) y con ello, a la zona euro- es la mejor opción que tiene el país.

“El franco se ha debilitado frente a la moneda europea, es cierto, pero si observamos el panorama en el largo plazo constataremos que tenemos una moneda estable. Y es justo para proteger nuestra moneda, que el banco central se ocupa de garantizar la estabilidad de precios”, declaró.

Sobre la marcha, el franco suizo consiguió ubicarse a lo largo de todo el ejercicio 2007 como una de las cuatro divisas más sólidas del mundo, junto con el euro, yen y la libra esterlina. El dólar, tradicional referencia monetaria mundial, vivió un periodo de vacas flacas durante el año recién concluido.

Franco barato

Si bien, como se citó, el franco suizo fue una de las monedas más sólidas durante el 2007, es cierto también que la debilidad del dólar le contagio y el euro se impuso durante los últimos meses.

Al cierre del año pasado, se pagaban 1,65 francos suizos por cada euro, 15% más de lo que se otorgaba en los dos años previos.

Como referencia, en enero de 1999, cuando el euro entró en vigor, su tipo de cambio de partida fue de 1,60 francos por moneda europea.

En enero del 2002, año en el que los europeos comenzaron a utilizar el euro como moneda común –durante los tres años previos sólo se realizaban transacciones financieras y comerciales con esa divisa- el franco se fortaleció, y el mercado fijó la paridad en 1,45 francos suizos por euro.

En el año recién finalizado, la relación franco suizo-euro regresó a su punto de partida e incluso lo rebasó, al ubicarse –como se refirió- a más de 1,65 francos por euro.

Los ganadores de dicha tendencia fueron los exportadores, cuyos productos se “abaratan” en el exterior.

El 2008, según previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) permitirá una ligera apreciación del franco suizo frente al euro, lo que fomentará el turismo helvético en el exterior y la adquisición de empresas en el extranjero, pero frenará ligeramente las exportaciones.

swissinfo, Andrea Ornelas

El modelo de operación del Banco Nacional de Suiza (BNS) es distinto al de Europa y Norteamérica. Coincide en la misión de garantizar la estabilidad de precios, pero no es la autoridad máxima del sistema bancario.

La razón: el BNS es una institución privada, con gran peso cantonal. Desde hace 25 años opera vía un régimen de tasas de interés flotantes que ha dado estabilidad a la economía.

Su más grande tropiezo político ha sido la relación que el BNS mantuvo con los nazis durante la II Guerra Mundial, ya que recibió depósitos de oro del Reichbank por más de SFR 2.000 millones entre 1941 y 1945.

El 55% de las acciones del BNS son propiedad de cantones y bancos cantonales; el 45% pertenecen a particulares, que las han adquirido en el mercado de valores (SWX).

El franco suizo además de ser moneda de curso de Suiza también lo es de Liechtenstein desde 1919.

El BNS está en proceso de desaparecer las monedas de 1 y 5 centavos, porque acuñar cada pieza le cuesta 6 centavos.

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