Swiss: la ruta Zúrich-Santiago va viento en popa
La aerolínea helvética, hoy filial de Lufthansa, aún no ha cumplido dos años de presencia en Chile y ya es citada como ejemplo de buenos resultados en el seno del grupo.
La promoción de Suiza como destino turístico, entre otros factores, explica este sorprendente éxito. “Vender un producto suizo no es difícil”, sostiene Guillermo Rheinen, máximo representante de Swiss en Chile.
“Los vuelos de Swiss a Santiago se iniciaron recién en marzo de 2006, con cinco frecuencias semanales, y el producto fue tan bien acogido que hubo que incluir una sexta frecuencia a fines de ese año”, explica a swissinfo Guillermo Rheinen, gerente para Chile de Swiss y Lufthansa.
Sin embargo, no fue suficiente para satisfacer la demanda. “Hubiésemos incrementado de inmediato a siete los vuelos semanales, pero en ese momento no teníamos más aviones. Así es que tuvimos que esperar hasta julio de 2007 para hacerlo”.
En concordancia con los excelentes resultados conseguidos en 2006, la representación en Chile de Swiss ha registrado un aumento sostenido en la demanda durante los últimos meses. Incluso más de lo esperado, según el ejecutivo.
Cifras reveladoras
Sus afirmaciones coinciden con las cifras de tráfico aéreo internacional difundidas por la Junta de Aeronáutica Civil (JAC).
De acuerdo a este organismo local, entre enero y diciembre del año pasado, Zúrich fue el destino internacional que experimentó mayor crecimiento: 319,5% más que en 2006, muy por encima Río de Janeiro (54%), Lima (38,2) y París (36,7%).
En el mismo informe, Swiss destaca como una de las líneas aéreas que registró mayor crecimiento respecto al año anterior, a pesar de tener una participación pequeña en el mercado nacional.
Las demás compañías mencionadas en este ítem son sudamericanas o centroamericanas, por lo que el mérito de la filial de Lufthansa en Chile es doble.
“Es sumamente interesante lo que está pasando. De hecho, cuando en la compañía -a nivel internacional- se habla de la ruta a Chile, se la señala como una de las mejores del mundo. Creo que nadie se esperaba estos resultados tan excelentes”, comenta el gerente de la aerolínea.
Factores que se conjugan
Hay varias razones que explican estos resultados. La más evidente es que en Chile y en Sudamérica (a excepción de Brasil) no hay ninguna otra línea aérea que vuele a Zúrich. Las demás compañías ofrecen conexiones -en muchos casos con otras aerolíneas- desde destinos como París, Madrid o Frankfurt.
Para Rheinen también ha sido relevante la relación precio-calidad que ofrece Swiss, no sólo en vuelos a Suiza, sino también a otros países europeos.
“Actualmente existe una fuerte demanda por viajar a Europa y el público tiene varias opciones para escoger la que más le convenga en términos de calidad del producto, horas de vuelos, conexiones. Y nuestra oferta ha sido satisfactoria en ese sentido”, afirma.
El prestigio de una compañía helvética es otro punto a favor, según el ejecutivo. “Vender un producto suizo no es tan difícil. En Chile la gente sabe que se trata de un producto de muy buena calidad, que hay seriedad, por eso desde el principio fue muy bien acogido por el mercado nacional”.
A su juicio, hoy en día existe un mayor interés por el país alpino como destino turístico, lo que se complementa perfectamente con el mayor poder adquisitivo que tienen hoy los chilenos.
“Se renovó ese encanto por conocer Suiza y sus diversos atractivos. Ha habido, además, un trabajo fuerte desde la embajada suiza y de las agencias de turismo -que nosotros hemos apoyado- por difundir sus cualidades. Suiza hoy se muestra como un lugar interesante y como un mercado nuevo para un país como Chile, donde actualmente hay personas que pueden costearse este tipo de viajes”, destaca.
El éxito de la matriz
Rheinen adelanta que en febrero se reunirán los máximos ejecutivos de la compañía con los representantes de las distintas destinaciones de Swiss en el mundo para analizar en detalle los resultados de la compañía en 2007 y los pasos a seguir en 2008.
“Los resultados preliminares, eso sí, son mucho mejores de lo que esperaba la empresa. La demanda ha sido gigantesca, por lo tanto, ha aumentado el interés por adquirir más aviones, por ofrecer más conexiones y rutas de destinos, además de Zúrich. Ése es uno de los grandes temas que se van a tratar este año”.
El ‘factor Lufthansa’
El ‘factor Lufthansa’ ha jugado un papel relevante en el éxito de Swiss a escala mundial. Aunque en marzo de 2005 pasó a manos de la aerolínea alemana, Swiss ha logrado mantener su imagen y potenciar el concepto ‘Swiss made’, sinónimo de un producto de alta calidad, subraya Reinen.
“Obviamente, la gestión de Lufthansa le ha facilitado mucho la tarea en términos administrativos y operativos internos. De esta forma, ha podido participar en los sistemas y procesos operativos de Lufthansa sin tener que estar desarrollando ella misma un sistema o un proceso nuevo, y eso le ha sido bastante favorable a Swiss”, sostiene.
La unión ha creado una sinergia positiva para ambas. “Lufthansa es una empresa muy antigua, tiene mucho conocimiento del mercado y ha adoptado una estrategia muy inteligente. En aquellos lugares donde tenía debilidades para promover su producto o para ponerlo en plaza, ha posicionado a Swiss como su producto de lujo para satisfacer las demandas, tal como lo ha hecho en ciertos sectores de Europa o Sudamérica”, concluye.
swissinfo, Mariel Jara, Santiago de Chile
En la actualidad, Swiss cuenta con casi 7.500 empleados, una flota de 72 aviones y 70 destinos: 43 en Europa y 27 en el resto del mundo, incluyendo América Latina.
Los aviones que operan la ruta entre Chile y Europa son Airbus 340-300, con 8 asientos en Primera Clase, 48 asientos-cama (flat bed) en Clase Ejecutiva y 172 asientos en Clase Turista.
Swiss es producto de la fusión entre Crossair y Swissair, aerolíneas que en 2001 enfrentaron una de las peores crisis financieras vividas en Suiza.
Tras la inyección de recursos públicos, en 2002 comenzó a operar la nueva Swiss, que no logró sanear sus cuentas y fue vendida a la alemana Lufthansa en marzo de 2005.En 2006, registró las primeras cifras negras de su historia (desde 2002), con ganancias de 263 millones de francos suizos y 10,8 millones de pasajeros.
En 2007 batió un nuevo récord: transportó por primera vez más de 12 millones de pasajeros, 13,2 % más que en 2006. También aumentó su coeficiente de ocupación a 80,2 %, contra un 79,8 % en 2006, según señala el último informe de prensa de la aerolínea.
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