El rechazo ciudadano a las tasas energéticas es sólo un principio

Con el veto popular a la imposición de tasas ecológicas a la energía se cerraron por ahora las puertas a los incentivos propuestos para la energía solar y el cuidado ambiental. La prensa suiza solicita nuevas soluciones.

El argumento de peso que obstaculizó a las tres propuestas, una lanzada como iniciativa popular por parte de grupos ecologistas y las otras dos elaboradas por el gobierno, se fundó en el temor de la población a sumar nuevas cargas impositivas a su economía.

Esta idea, atizada constantemente por el discurso de los sectores económicos fue escuchada por muchos ciudadanos que miraron a su bolsillo antes de emitir su voto.

Así, 68 por ciento de los votantes rechazaron la iniciativa solar, que proponía imponer paulatinamente el pago tributario de 0.5 centavos de franco suizo por cada kilovatio/hora utilizado.

La contrapropuesta gubernamental a esta iniciativa popular tampoco alcanzó el eco deseado pero cabe rescatar, como dice el diario de Ginebra “Le Temps” en su edición de este lunes, el importante número de ciudadanos que dieron su “sí” al proyecto federal.

Más del 46 por ciento de la ciudadanía estuvo dispuesta a apoyar el cobro de este impuesto en favor del desarrollo de otras fuentes alternativas de energía.

El tercer “no” entierra el primer intento de reforma fiscal de carácter ecológico, pero también se observa que parte de la ciudadanía (45 por ciento) se preocupa por el uso racional de la energía y la protección al medio ambiente.

El rotativo de Berna, “Der Bund” indica al respecto que con el rechazo popular Suiza pierde la oportunidad de iniciar una moderna política en materia de medio ambiente.

Su critica va más allá, indicando que la Confederación permanecerá con una “política de bomberos” en materia ecológica pues reaccionará sólo cuando ya la luz de la sirena de emergencia está encendida.

swissinfo y agencias