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En Copenhague se invita la industria nuclear

La energía nuclear deberá tener su papel en la lucha contra el calentamiento global, según la Sociedad Nuclear Europea. Ex-press

En momentos en los que las energías renovables están en boca de todos, un grupo de jóvenes empleados de la industria nuclear se encuentran en la cumbre climática para señalar que una parte de la solución se encuentra en la energía atómica. Entre ellos, un ingeniero suizo de Madrid.

En los debates y presentaciones científicas o políticas, el asunto recurrente son las energías renovables.

La preocupación medioambiental y el credo antinuclear tienen una larga historia común. La discreción del átomo no es forzosamente una casualidad en Copenhague.

En el campo de los pronucleares, algunos han llegado a la capital danesa para elevar sus voces y decir todo los bueno que piensan acerca de esta fuente de energía, que no emite CO2 contrariamente al carbón, y que vive una creciente fama en el planeta.

Entre estos cruzados, Matthias Horvath, un joven ingeniero nuclear de Zúrich de 35 años que pasó por el CERN y en la actualidad instalado en España, donde trabaja en una empresa de producción de combustible nuclear.

swissinfo.ch: ¿Qué es lo que explica su presencia en Copenhague?

Matthias Horvath: Formo parte de un grupo de jóvenes europeos que trabajamos en la industria nuclear. Aquí hemos venido para representar a la joven generación de la Sociedad Nuclear Europea (European Nuclear Society – Young Generation (ENS-YGN) y hacer una presentación.

Nuestro objetivo es decir que la energía nuclear no debe ser ignorada frente al cambio climático. Evidentemente esta energía tiene sus partidarios y detractores. Pero nosotros estamos aquí para decir que ésta tiene su espacio.

swissinfo.ch: Sin embargo, este no parece ser un tema, aquí en Copenhague.

M.H.: La parte más grande de la energía producida y consumida en el planeta genera mucho CO2. Algunas energías no producen nada, como algunos tipos de energías renovables. Pero la nuclear no está considerada al mismo nivel que esta nueva clase de energías que son la eólica o la solar. Incluso fue excluida de la conferencia anterior sobre el ‘clean development management’. Esto es lo que explica que la energía nuclear no sea un tema aquí.

swissinfo.ch: ¿Y para usted, se trata de una energía limpia?

M.H.: Es una energía que produce muy poco CO2. No es completamente limpia, visto el problema de los residuos. Hoy en día todo el mundo habla del secuestro de carbono. Aunque la cantidad a almacenar sería infinitamente más grande que la de los residuos nucleares.

En mi factura de electricidad, en España, el distribuidor debe indicar la cantidad de polución producida por un kilovatio hora (kWh) de electricidad producida según un combinación energética. Puedo leer que yo produzco 400 gramos de CO2 por kWh, por 400 microgramos de residuos altamente radioactivos. Un factor de un millón.

swissinfo.ch: ¿Le parece que la población mundial está lista para aceptar más la energía nuclear a favor del clima?

M.H.: Nosotros no decimos que haya que reemplazar las energías fósiles por la nuclear. Necesitamos una combinación energética para afrontar el cambio climático que incluya a las energías renovables. No nos oponemos a estas energías pero sí a su desarrollo. Dicho esto, la nuclear tendrá su espacio.

Sería peligroso reemplazar la nuclear por las energías renovables sin tocar las energías fósiles. Sin embargo es lo que ocurre en algunos países. Y eso no resuelve en nada el problema del cambio climático.

El escepticismo frente a la nuclear es grande en el mundo. Por eso estamos aquí. En las últimos décadas nuestra industria ha hecho poco por su promoción.

swissinfo.ch: ¿Cómo se va a entender mejor en el futuro?

M.H.: No sé lo que prevén los dirigentes y la industria. Pero nosotros, los jóvenes, -porque se trata de nuestro futuro- queremos darle voz y reforzar sus posiciones.

Un cierto número de países han decidido frenar su renuncia a la energía nuclear. Suecia por ejemplo. Alemania podría aplazar su salida. En Suiza también, la discusión va a buen ritmo. Incluso Al Gore ha dicho que la nuclear tendrá su papel.

swissinfo.ch: ¿Y qué parte ve usted que tenga en esta combinación o mezcla energética?

M.H.: Actualmente en el mundo, la electricidad procede en un 16% de la energía nuclear. Si la reemplazamos por las energías renovables las energías fósiles seguirán. El fin principal de las energías renovables, y de la nuclear, es reducir las emisiones de CO2. Así hay que mantener la parte de nuclear y poderse incrementa ligeramente. No se trata de duplicarla o triplicarla. Hay que mantenerse realista, la sociedad no lo aceptaría.

swissinfo.ch: Evidentemente siguen los problemas de los residuos nucleares y de su almacenamiento, así como la seguridad de las instalaciones nucleares. Es una preocupación para mucha gente. ¿Qué les respondería?

M.H.: Tenemos ahora una experiencia de varias décadas y muchas de las investigaciones todavía están en marcha en la actualidad. Tengo una formación científica. En Ciencia, nunca existe una prueba al 100% ni una seguridad del 100%. Pero el nivel de seguridad es hoy muy elevado, incluso cuando el almacenamiento de los residuos debe estar garantizado con una base de, al menos, 100.000 años para el plutonio.

En Suiza, la población eligió rechazar la recuperación de los residuos nucleares. Sin embargo, con una recuperación la duración del almacenamiento bajaría. Y nosotros podríamos convertir el plutonio en electricidad. Es un poco como si prohibiéramos el reciclaje de papel y que dijéramos: visto el despilfarro de papel, dejemos de utilizarlo.

Pierre-François Besson, Copenhague, swissinfo.ch

Desde el 7 de diciembre y hasta el 18 en Copenhague, cerca de doscientos países intentan lograr un acuerdo climático global que suceda o prolongue el Protocolo de Kyoto, en vigor hasta finales de 2012.

Según los climatólogos, al mundo le quedan entre 10 y 20 años para invertir la tendencia al alza de las emisiones de gas de efecto invernadero.

De otro modo, sería difícil para los humanos adaptarse a la desestabilización generada por el clima.

El objetivo retomado por Copenhague es reducir las emisiones de gas de efecto invernadero de modo que el aumento global de las temperaturas no sobrepase 2°C con relación a la era preindustrial.

El Giec (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima) considerara necesaria una reducción del 2% al 40% de las emisiones de los países industrializados de aquí al 2020 con relación a los niveles de 1990.

Invita a los países ricos a reducir entre 80% y 95% las emisiones de gas de efecto invernadero de aquí al 2050. Y a los países en vías de desarrollo a hacer lo propio en 50%.

El Gobierno propone para Suiza una reducción de al menos un 20% de aquí al 2020, con relación a 1990.

Suiza está dispuesta a fijar el objetivo de reducción de 30%, según las conclusiones de la Cumbre de Copenhague

En Suiza, la parte de energía nuclear en la producción de electricidad alcanza el 39% de media, con puntas de hasta el 45% en invierno, según la Oficina Federal de Energía. La media europea es del 33%.

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