Ginebra acogerá el Centro para el Control de los Ejércitos.

Suiza pondrá a disposición de la comunidad internacional un Centro para el control democrático de las fuerzas armadas. Es una contribución más en el marco de la Asociación por la Paz. El Gobierno helvético dio su visto bueno.

Ginebra acogerá el Centro para el Control de los Ejércitos.

Suiza pondrá a disposición de la comunidad internacional un Centro para el control democrático de las fuerzas armadas. Es una contribución más en el marco de la Asociación por la Paz. El Gobierno helvético dio su visto bueno.

Después del Centro de Política de Seguridad y el instituido para la desactivación humanitaria de minas antipersona, la Ginebra internacional contará con un tercer instrumento de alta competencia, coordinación y cooperación por la paz.

“Ginebra lo hace muy bien cuando se trata de producir la paz”, decía el ministro suizo de defensa, Adolfo Ogi, en enero pasado, al anunciar la creación del Centro. Podrá hacerlo mejor todavía.

El propósito de la nueva institución es cubrir una gran necesidad. En numerosos países, particularmente en los denominados en transición y en desarrollo, las estructuras de seguridad han heredado malos hábitos del pasado. A menudo siguen adoptando el papel de un Estado en el Estado, absorben una gran parte del reducido presupuesto nacional, su gestión es poco transparente y escapan al control del poder político.

El control democrático de los ejércitos parece entonces como una tarea imprescindible para asegurar una paz duradera. Varias iniciativas de cooperación ya han sido tomadas en este sentido, pero “los esfuerzos emprendidos hasta ahora son “deshilvanados”, se basan en análisis insuficientes y carecen de coherencia”, señalan los expertos del proyecto.

Berna pondrá a disposición los medios necesarios. Este tipo de inversión política corresponde a las grandes opciones de su diplomacia y de su defensa. Comulga con su participación en la Asociación por la Paz de la OTAN. Está en línea con otros compromisos adquiridos en materia de seguridad de las personas, prevención de conflictos, desarrollo sostenible y acción humanitaria. Más de una decena de Estados han expresado su interés.

El Centro concebido para el control de los ejércitos cumplirá tres tareas esenciales: llevar un inventario de conocimientos y experiencias en la democratización de estructuras de seguridad, desarrollar sistemas estandarizados de evaluación y ponerlos a disposición de los Estados concernidos y respaldar u organizar proyectos concretos de cooperación en el campo de las relaciones entre la sociedad civil y los poderes militares.

Los dos centros existentes en Ginebra servirán, en cierta forma, de modelo a la nueva institución. Es una fórmula original de organización internacional, porque se trata de una Fundación de derecho privado suizo, cuyos miembros representarán a los Estados.

Según las previsiones, entrará en funciones dentro de tres años, contará con una treintena de colaboradores y su presupuesto será cifrado rondará los diez millones de francos suizos.


Bernard Weissbordt