Las armas en la casa y las balas en el cuartel
Los ciudadanos soldados ya no guardarán sus pertrechos militares en casa. La cámara baja se sumó este jueves a la interdicción aceptada por la cámara de los cantones.
No obstante, los diputados rechazaron la aplicación de la medida en el caso de los fusiles de asalto y otras pistolas reglamentarias, como lo pedían los representantes socialistas.
Por 100 votos contra 72, el Consejo Nacional (cámara baja) aprobó este jueves la interdicción de principio aceptada por el Consejo de los Estados (cámara alta). Así pues, en breve no habrá más municiones en el domicilio de los ciudadanos soldados. Sin embargo, la moción prevé dos excepciones.
Oposición de la derecha nacionalista
El texto recibió el apoyo del sector rojiverde, así como de una parte de los radicales (PRD, derecha) y de los demócrata-cristianos (PDC, centro derecha) preocupados por reducir los riesgos derivados de la posesión de armas.
Desdeñaron los argumentos del legislador por Zúrich, Ulrich Schlüer (UDC, derecha nacionalista), para quien las armas y las municiones son indisociables. La entrega de éstas últimas es, por otra parte, un signo de confianza en los militares y permite a los hombres estar inmediatamente disponibles en caso de emergencia, dijo.
“Cedemos a la presión de las peticiones, a la presión de la calle”, agregó su colega partidista, Roland Borer.
En cambio, el ministro de Defensa, Samuel Schmid, miembro también de la Unión Democrática de Centro (UDC), apoyó la moción con el argumento de que propone una solución razonable y adaptada a la situación actual. Rechazó asimismo que la medida represente una etapa hacia el fin de las armas reglamentarias, vinculadas con el sistema de milicias.
Las armas se quedan en la casa
Por 97 votos contra 76, la cámara baja decidió en cambio frenar una iniciativa parlamentaria socialista que pedía que además de las municiones, los fusiles de asalto y otras pistolas reglamentarias tampoco fueran conservados en casa. Las cámaras han negado en reiteradas ocasiones una medida semejante.
La situación actual explica las 300 muertes que se registran al año con el empleo de armas reglamentarias, argumentó en vano la diputada socialista por Zúrich, Chantal Galladé, al citar un estudio del criminólogo Martin Killias.
No hay ninguna necesidad militar de guardar las armas a domicilio y no es el caso en ningún otro ejército, añadió su colega Boris Banga, legislador por Solothurn. En cuanto a los tiros obligatorios, podrían ser efectuados durante los cursos de ensayo, agregó.
“Cuando alguien de Kosovo comete un crimen con un revólver, hablamos de cultura. Cuando es un joven tirador o un oficial, hablamos de resbalón individual”, observó por su parte Marianne Huguenin del Partido Comunista (PC, izquierda), del cantón de Vaud.
La mayoría burguesa se impuso y los soldados podrán conservar su arma reglamentaria en casa. La derecha quiso conservar esta tradición, anclada desde el 1874.
Cuatro peticiones
Al mismo tiempo, el Consejo Nacional tomó nota de cuatro peticiones sobre el tema, sin darles curso. Se trata, en particular, de una solicitud de la revista femenina ‘Annabelle’, respaldada por 17.400 firmas, que pide prohibir las armas reglamentarias en el domicilio y crear un registro nacional de las armas de fuego.
La segunda petición emana de un grupo a favor de un control eficaz de las estos objetos, y otra, registrada durante la sesión de los jóvenes 2006, que exige su interdicción en los hogares. La cuarta solicitud va en la dirección opuesta: depositada por el periodista Frank Leutenegger, defiende el derecho de poseerlas.
swissinfo y agencias
Hasta ahora, en Suiza se imponía a los soldados la obligación de conservar su equipo militar en casa, incluida su arma.
Esta medida ha sido objeto de críticas dado que cada año las armas militares son utilizadas en la muerte de más de 300 personas en el país.
Una iniciativa popular busca el retorno de estos objetos a los arsenales militares y el establecimiento de un registro nacional de armas.
Según un sondeo realizado la primavera pasada, el 65,6% de los ciudadanos votaría a favor de la interdicción de las armas a domicilio y el 37% considera que una medida semejante reduciría los dramas familiares.
En total, se estima que el número de armas de fuego en circulación en Suiza se sitúa entre 1,2 y 2 millones de unidades.
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