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Más intercambio para fomentar la solidaridad

De izquierda a derecha: Marina Ríos, Montserrat Arévalo y Guillermo Aguilar. swissinfo.ch

Vinieron a Suiza para informar de las deplorables condiciones de trabajo en Centroamérica, de su lucha solitaria y desigual contra el Tratado de Libre Comercio.

Aquí encontraron interés por sus problemas. Asimismo elogian iniciativas solidarias como las del ‘comercio justo’ o las campañas ‘ropa limpia’.

Las salvadoreñas Marina Ríos y Monserrat Arévalo y el nicaragüense Guillermo Aguilar expusieron en una de las tres conferencias organizadas por la Asociación Latinoamérica-Suiza (ALAS) en Berna, la difícil situación de las maquileras (trabajadoras textiles), además del empobrecimiento y éxodo de los campesinos.

Al final de ‘El Cafta en Centroamérica ¿oportunidad o amenaza?’, la conferencia realizada en la Casa de Encuentro de la Comunidad Católica de la Universidad de Berna, quedó claro que desde el punto de vista de estos trabajadores, el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los Estados Unidos y Centroamérica es una amenaza.

Para muchas salvadoreñas, el sector textil es la única fuente de empleo formal, mas éste dista de ser digno. Y no sólo por los bajos salarios que reciben – 151 dólares mensuales, lo que apenas cubre un tercio de la canasta familiar –, sino por las condiciones infrahumanas en que laboran.

“El TLC toca a fondo nuestras raíces económicas y culturales, nuestra legislación, medio ambiente, recursos naturales y soberanía alimentaria. Es un tratado antidemocrático, no nos consultaron. Se negoció a nuestras espaldas y por separado, para dividir a nuestros países”, denunció Ríos.

Una decepción en Ginebra

Agregó que México es un ejemplo de lo que se viene para otros países centroamericanos: se perdieron miles de empleos porque el TLC extermina la producción nacional. “Mientras quieren construir un muro para detener a los inmigrantes, mejoran nuestras carreteras para transportar más mercancías”.

Ríos y Arévalo no pierden las esperanzas de que la situación cambie. Guillermo Aguilar, por es contrario, es escéptico: “Soy campesino del norte de Nicaragua, nuestros pueblos están cada vez más pobres y despoblados porque los jóvenes se van. Tenemos muertos en las fronteras y más bandas criminales. Si protestamos, nos reprimen brutalmente ¿Dónde están las ventajas del TCL?”, se preguntó.

Los centroamericanos, una boliviana y un brasileño fueron invitados a Suiza por la organización suiza Brücke-LePont, que este año celebra su 50 aniversario. Se entrevistaron con sindicalistas helvéticos y visitaron la sede de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra.

Aguilar se mostró decepcionado de estas organizaciones, al extremo que, dijo, quiso llorar. “Pensábamos que realmente hacían algo por los pobres, pero aquí nos dimos cuenta que no. Dicen que los cambios en nuestros países dependen sobre todo de nosotros. Estamos solos en nuestra lucha contra la injusticia”.

Buena impresión de los consumidores suizos

Una opinión diferente tiene de los suizos, aunque reconoce que no puede generalizar. “Por lo poco que he visto están muy comprometidos y dispuestos a apoyar nuestro movimiento. Brücke-LePont, el organismo con el que más tengo contacto, es muy abierto y quiere a apoyar nuestras iniciativas”, dijo a swissinfo.

Por su parte, Ríos opinó que “es importante compartir nuestra experiencia y encontrar solidaridad y apertura. Muchos compañeros sindicalistas suizos nos han preguntado qué hay que hacer y hasta nos han propuesto colaborar políticamente con acciones de apoyo a los trabajadores en mi país”.

Ríos estuvo antes en Suiza para informar sobre el caso de un grupo de maquiladoras. “Los consumidores suizos hicieron presión, a través de la campaña ‘Ropa Limpia’ (que busca mejorar las condiciones de trabajo en la industria textil a escala global). Enviaron cartas de protesta al gobierno de El Salvador, a los políticos y a la misma firma textil. Al final, las trabajadoras recibieron por lo menos lo que se les adeudaba”.

Para Arévalo, lo importante de su primera visita a Suiza es “saber que hay iniciativas para promover condiciones laborales más justas de los trabajadores del sur. Hemos visto tiendas y supermercados que promueven el comercio justo. Este mensaje va a dar esperanzas a las obreras en El Salvador. Hay interés por la realidad social de América Latina y se trabaja para despertar este interés entre otros suizos”.

“En la OMC y la OIT escuchamos lo que ya sabíamos, pero también pudimos darles una información alternativa porque nuestros gobiernos dan una información que podría ser de un país de las maravillas, no del país en que vivimos. Estas ventanas nos permiten comunicar lo que realmente pasa en nuestros pueblos”, señaló.

Problemas en Suiza son relativos

Según Gaby Allheilig, responsable del programa para América Central de Brücke–LePont, este intercambio mantiene la solidaridad entre los pueblos. “Es importante que sientan nuestro apoyo. Creo que mostrar nuestro interés por ellos es ya una muestra de solidaridad”.

¿Pero este apoyo no es limitado, no lo demuestra la escasa presencia de suizos en esta conferencia? “Estoy de acuerdo, sobre todo si se mira que la solidaridad mostrada en un momento con el pueblo salvadoreño o nicaragüense. Ahora las informaciones sobre la realidad centroamericana casi no llegan a Suiza”.

Paralelamente, reconoce que los suizos están cada vez más preocupados por sí mismos. “Lo lamento. Seguimos siendo uno de los países más ricos y lo que menos entiendo es por qué no hay más solidaridad. Los estragos del neoliberalismo nos están atormentando, ya no abrimos los ojos a otras realidades en este mundo”.

El consumismo, la riqueza hace que nos volvamos más egoístas y más centrados en nuestros problemas. Aunque si miramos bien, concluye, cada suizo que viaja a Asia, África o América Latina se queda con los ojos abiertos porque nuestros problemas son nada en comparación con los de estos países.

swissinfo, Rosa Amelia Fierro

El Tratado de Libre Comercio es un acuerdo entre países para concederse determinados beneficios mutuos.

Incluye tres tipos de acuerdos comerciales: zona de libre comercio, unión aduanera y unión económica.

Los Estados Unidos han firmado tratados de libre comercio con la mayoría de los países latinoamericanos.

Brücke-LePont, con sede en Friburgo, apoya programas y proyectos de cooperación en África Occidental (Togo y Benin), Sudamérica (Bolivia y Brasil) y América Central (Nicaragua y El Salvador).

En Suiza fomenta la comprensión de las relaciones internacionales y los temas de desarrollo.

Esta institución se considera un puente entre los trabajadores en Suiza y los de los países del sur. Su objetivo es superar las relaciones laborales precarias y el respeto de los derechos humanos elementales.

En este sentido, apoya iniciativas laborales para mejorar los ingresos, promueve organizaciones locales e impulsa la agricultura ecológica para superar de condiciones de vida precarias en el campo.

Brücke-Le Pont es sostenida por el Movimiento de Trabajadores Católicos (KAB) y por Travail.Suisse, sobre el principio del ideario social-cristiano.

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