Plan de acción nacional necesario contra el alcoholismo
Entre 200.000 y 300.000 personas son dependientes del alcohol en Suiza o corren el riesgo de serlo. Existen en el país 170 centros ambulatorios y 60 instituciones especializadas en ese campo.
El abuso de alcohol hace sufrir directa o indirectamente al 10 por ciento de la población y costaría unos tres mil millones de francos anuales. La Comisión Federal para los problemas relacionados con el alcoholismo propone cambiar esa situación por medio de un plan de acción nacional.
Calificado de “razonable”, este plan debe durar del año próximo hasta el 2005 y fijar “objetivos prioritarios”, precisa la Comisión en el comunicado publicado este lunes. Recomienda articular la lucha contra el abuso del alcohol en torno a tres pilares, pero “sin condenar fundamentalmente el consumo”.
En primer lugar es necesario “informar” a los consumidores para evitarles que causen problemas a los demás y a ellos mismos. Para los que sean dependientes “se trata de reconocer la situación ya en la primera etapa”, anota la Comisión.
El segundo pilar intenta “limitar los daños”. En el tercero, la Comisión insiste en la necesidad de “curar o por lo menos aliviar los sufrimientos”, e impedir las recaídas.
La actividad de sensibilización debe realizarse en todos los lugares y no sólo al nivel de la Confederación y de los cantones. La Comisión encargada de los problemas relacionados con el alcohol pide medidas concretas en las escuelas, tanto primarias y secundarias como profesionales, en la formación de los padres así como en los lugares de trabajo y de diversión.
Las comunas son también invitadas a contribuir en este esfuerzo, de la misma manera que el “sector industrial del alcohol que es la hotelería, el comercio de bebidas alcohólicas y el cuerpo médico”, señala la Comisión.
El plan de acción que preconiza debe permitir “suscitar una discusión sobre la prevención del alcoholismo y motivar a los líderes políticos a la acción”. Se inscribe además en el marco del plan de acción europeo establecido por la Organización Mundial de la Salud, OMS, en 1992, y adaptado por Suiza en la pasada primavera.
swissinfo y agencias
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