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“Más autoconfianza en lugar de autocrítica”

La presidenta de Suiza Micheline Calmy-Rey espera que los suizos recuperen mayor confianza en sí mismos. Reuters

Más colaboración en el seno del gobierno colegiado helvético, intensificación de las relaciones con la Unión Europea y aporte constructivo a las soluciones globales: Los puntos prioritarios de la agenda política de Micheline Calmy-Rey, quien asume este 2011 la presidencia de Suiza.

La socialista de 65 años de edad ocupa este puesto representativo por segunda ocasión, también en año electoral, tal como ocurrió en 2007.













El 2011 se anuncia como un año presidencial intenso ante los retos previstos. En ese sentido, Micheline Calmy-Rey, encargada de la cartera de Exteriores, aboga por mayor autoconfianza y menos autocrítica.

 

 

SSR: ¿Cuáles serán los principales retos para la presidenta de Suiza?

Micheline Calmy-Rey:   Primeramente, la conducción del gremio, porque me resulta muy importante favorecer el principio de la colegialidad del Ejecutivo. En segundo término, seré la voz de Suiza en el extranjero, un papel que no hay que menospreciar en estos tiempos en los que nuestro país vive cierta presión del exterior.

Intentaré resolver los problemas con nuestros países vecinos e intensificar las relaciones con la Unión Europea (EU).

En el ámbito de la colaboración internacional quiero que contribuyamos de modo constructivo con soluciones a los problemas globales. El mundo está muy interconectado, las decisiones tienen repercusiones recíprocas y de vasto alcance. Pensemos sólo en la crisis del euro, en el terrorismo, la pobreza, los flujos migratorios, la contaminación ambiental y el cambio climático. Ante esas cuestiones globales no podemos ser una isla.

 

SSR: ¿Cómo impulsar al Consejo Federal – compuesto por siete miembros de 5 partidos actualmente- a la buena colaboración, orientada a definir soluciones en un año electoral como lo es el 2011?

M.C.-R.: Como ya dije, otorgo un gran valor a la colegialidad. Tenemos que hablar, encontrar el consenso y tomar decisiones en conjunto. Lo que no resulta sencillo, puesto que tenemos diferentes sensibilidades políticas.

Para alcanzar buenas soluciones para el país, debemos colocar los intereses helvéticos por encima de las opiniones personales y las ideologías políticas.

 

SSR: Hace cuatro años, cuando ocupó por primera vez el puesto de la presidencia de Suiza, usted aseveró que el Consejo Federal funcionaba bien y tenía un buen espíritu para encontrar soluciones. ¿De ese tiempo a la fecha, qué ha cambiado al respecto?

M.C.-R.: Hemos pasado tiempos difíciles. La crisis del UBS, la presión contra el secreto bancario y la crisis con Libia no fueron temas sencillos para el Consejo Federal. No obstante, si observamos estos episodios con más detenimiento, el Ejecutivo los ha afrontado bien.

En el caso libio, lo más importante fue que los dos rehenes regresaron a salvo a Suiza.

En lo que se refiere al secreto bancario, adoptamos los estándares establecidos por la OCDE. Ahora los estamos aplicando en  acuerdos bilaterales contra la doble imposición con varios países.

En cuanto al asunto fiscal en Estados Unidos sobre las cuentas del UBS se solucionó con un acuerdo. Suiza demostró su capacidad para defender sus intereses ante un gran poder como el de EEUU.

Pero ante la impresión de que el Consejo Federal tenía problemas, se produjeron críticas tanto por parte de los partidos como por parte de la ciudadanía, una reacción normal.

A veces me parece que somos unos maestros de la autocritica. Apelo a una mayor autoconfianza, puesto que tenemos un cierto peso en el mundo y sabemos defendernos, algo de lo que debemos estar un poco más consientes.

 

SSR: Decisiones políticas relevantes para Suiza serán tomadas a nivel europeo este año. ¿Cómo favorecer el clima a favor de Suiza en Bruselas?

M.C.-R.: La intensificación de las relaciones con la UE es una prioridad de mi año presidencial. Esas relaciones deben ser tan buenas como posible, puesto que la UE es nuestro socio más importante a nivel político y económico.

Hasta ahora hemos seguido el camino bilateral para fortalecer estas relaciones. El balance de esta tarea es bueno en lo que se refiere a los temas de economía y seguridad.

En lo que respecta a nuestra soberanía, el balance es poco menos satisfactorio. Hemos adoptado mucho de la UE, como es el caso en el desarrollo del derecho; sin embargo no podemos tener voz en ello, lo que no es satisfactorio.

La UE dice que los 120 acuerdos (Ndr.: Bilaterales I y II) requirieron de un gran trabajo, por lo que debían facilitar las relaciones. Ellos argumentan que nosotros podemos aprovechar del acceso a su mercado de 500 millones de consumidores y que por ello debemos asumir las reglas de la UE.

Bajo el argumento de la soberanía, Suiza, que no es miembro de la UE, dice no a una adopción automática de la legislación de la UE. Si debemos iniciar discusiones al respecto, nuestros derechos democráticos, como las, iniciativas y los referendos, deberán ser preservados.

 

SSR: También es tema de debate que Suiza eventualmente ocupe un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Honor u obligación para Suiza?

M.C.-R.: En primera línea sería una responsabilidad para nuestro país. Como miembro a parte entera de la ONU pagamos mucho dinero para las misiones de paz de la organización. Pero es el Consejo de Seguridad que aprueba etas misiones y los informes al respecto. ¿No debemos entonces participar en estas decisiones? Creo que como miembro a cuerpo entero de la ONU debemos tener un puesto allí.

SSR: Los suizos en el exterior insisten en que esa Quinta Suiza debe convertirse en una prioridad nacional. ¿Es esta una esperanza realista?

M.C.-R.: Los suizos en el extranjero son una prioridad para el Ministerio de Asuntos Exteriores de Suiza, y para mí. No sólo los cerca de 700 mil ciudadanos helvéticos que viven en el exterior, sino también muchos suizos que se encuentran fuera de las fronteras suizas en calidad de turistas.

La prioridad es tal que en el seno del Ministerio hemos instituido una dirección consular para que en caso de necesidad se garantice la protección consular a los ciudadanos suizos en el extranjero.

Nació el 8 de julio de 1945 en Sion, en el cantón del Valais.

Licenciada por el Instituto Universitario de Estudios Altos Estudios Internacionales de Ginebra, ingresó en 1979 al Partido Socialista de Ginebra.

Diputada en el parlamento ginebrino, accedió al gobierno cantonal en 1998, y tomó la cabeza del Departamento de Finanzas.

Fue elegida en el Consejo Federal el 4 de diciembre de 2002. Ocupa el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Ya ocupó el puesto de presidenta de Suiza en 2007.

En Suiza, cada uno de los siete miembros del Consejo Federal (Ejecutivo) asume por un año el cargo de presidente del país.

Función. El presidente es un ”primus inter pares” (primero entre sus iguales). Dirige las reuniones del Consejo Federal y se encarga de ciertas tareas de representación.

Poder. La función no confiere poder suplementario alguno a aquel que la ocupe.

(Colaboración: swissinfo.ch; traducción del alemán: Patricia Islas)

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