Abren Centro de Derechos Humanos en Berna
La inauguración este viernes en Berna del Centro Suizo de Competencia para los Derechos Humanos (CDSS) - un proyecto piloto por 5 años - allana el camino para la creación de una institución autónoma en Suiza. Un proyecto que prolonga las aspiraciones de 1848 de la Confederación.
Hace 10 años que las organizaciones de defensa de los derechos humanos lo reclamaban.
Una solicitud fue incluida en las recomendaciones formuladas por diversos países en 2008 durante el Examen Periódico Universal de Suiza ante el Consejo de Derechos Humanos. Luego, dos iniciativas parlamentarias pidieron también la creación de una institución nacional ad hoc.
El Centro de Competencia para los Derechos Humanos (CSDH) es el compromiso adoptado por el Consejo Federal (gobierno) para convencer a los suizos de dotarse, dentro de 5 años, de una verdadera institución nacional en el rubro que corresponda a los estándares definidos por las Naciones Unidas.
Explicaciones del Director de la CSDH, Walter Kälin, experto de renombre internacional en materia de derechos humanos y derecho internacional.
swissinfo.ch: ¿Cómo explica usted la prudencia del gobierno que optó por la opción de un proyecto piloto?
Walter Kalin: A eso debe responder el Consejo Federal. Lo que yo puedo decir es que durante las consultas sobre el tema, se observó que Suiza ya cuenta con diversos instrumentos a nivel federal, como la Comisión contra el Racismo, aquella sobre la migración o la igualdad entre mujeres y hombres. Otros consideraron que, a pesar de algunos violaciones, el sistema judicial suizo permite enfrentar la situación.
Los cantones, en particular, se preguntaron si era necesario crear un nuevo órgano.
Por esa razón, nuestro centro debe demostrar su utilidad. Una institución verdaderamente independiente, en el sentido de los principios de París (criterios de la ONU), requerirá una decisión del Parlamento con la adopción de una base legal. Un objetivo difícil de alcanzar sin haber demostrado la necesidad de una institución semejante.
swissinfo.ch: ¿Se mantiene el objetivo de avanzar hacia una organización independiente y autónoma, tal como existe en muchos países?
WK: Exactamente. En cuatro años habrá una evaluación y un año después, el Consejo Federal decidirá sobre las nuevas medidas.
swissinfo.ch: ¿Qué lagunas permitirá llenar el CSDH?
WK: Falta en Suiza un mecanismo que pueda apoyar de manera sistemática y práctica a las autoridades en todos los niveles, las organizaciones no gubernamentales o los medios económicos que confrontan desafíos relacionados con los derechos humanos.
Nuestro centro permitirá, por ejemplo, facilitar la coordinación de una serie de actividades emprendidas por los cantones. Colaboramos con instituciones universitarias de las regiones suizas de habla alemana y de expresión francesa.
En general, nuestro centro podrá apoyar el seguimiento de las recomendaciones formuladas por organismos de las Naciones Unidas para la protección de los derechos humanos, lo que no se hace ahora de una manera sistemática.
swissinfo.ch: Pero, disposiciones como la norma contra el racismo son objeto de ataques regulares. Y esto en un paisaje político cada vez más conservador en el que los derechos humanos son percibidos a menudo como una injerencia extranjera. ¿Cómo piensa usted hacer frente a ese clima de desconfianza?
WK: En efecto, el clima no es fácil. Algunos piensan que los derechos humanos son impuestas por la comunidad internacional. Queremos recordar que nuestra Constitución garantiza esos derechos fundamentales y que una buena parte de ellos figura en la Constitución de 1848.
Debemos estar orgullosos de esta tradición de libertad y defensa de los derechos humanos consagrados en la historia de nuestro país. Ahora, en nuestro mundo globalizado, los derechos humanos se han convertido en universales. No es posible aislarse de ese contexto y de los debates relativos en las organizaciones internacionales.
Suiza ratificó libre y soberanamente casi todas las convenciones sobre derechos humanos, lo que implica someterse a exámenes de verificación de su aplicación. Suiza contribuye así al fortalecimiento de los derechos humanos a escala mundial.
También Suiza se interesa en la protección adecuada de los derechos humanos en todo el mundo. Baste pensar en el tema de los refugiados y la migración.
No es posible ser promotores activos de los derechos humanos en la escena internacional – lo que es apreciado por muchos países – cuando se dan señales de que en el plano interno hay desinterés sobre cuándo debe hacerse cumplir esos derechos.
swissinfo.ch: ¿Cuáles son los mayores problemas que se presentan en Suiza en materia de derechos humanos?
WK: Uno de los primeros estudios que iniciaremos abordará precisamente esa interrogante. Para ello vamos a analizar las recomendaciones y las críticas de organismos internacionales y vamos a ver cuál es la situación real en Suiza.
Uno de los retos para Suiza es la armonización del respeto a los derechos humanos con las exigencias prácticas de la política en los planos local y nacional. Numerosas críticas conciernen por ejemplo nuestra relación con los extranjeros, ya sea en términos de racismo, legislación sobre el asilo u otros.
La protección de la mujer también está sujeta a una serie de observaciones. Suiza tiene un problema con la violencia doméstica. Algunos cantones hacen un buen trabajo, pero otros tienen debilidades. Sin embargo, el respeto de los derechos humanos incluye el deber de proteger.
Lo mismo en lo que atañe a la trata de blancas, esa nueva forma de esclavitud. Los medios de la prostitución en Suiza no escapan a ese fenómeno. Pero nos hacen falta datos suficientes y fiables, así como con respecto al maltrato propinado por la policía a personas extranjeras.
Uno de los problemas que tenemos en Suiza, es precisamente la falta de estadísticas en el área de los derechos humanos. O bien no existen o se limitan a ciertos cantones. Este es uno de los temas de los que nuestro centro se va a hacer cargo.
Nace en Zúrich en 1951.
Estudia en las universidades de Friburgo, Berna y Harvard.
Desde 1985 es profesor en Derecho Internacional y Constitucional de la Universidad de Berna.
Es reconocido a escala internacional como experto en derechos humanos.
En 1991 y 1992 fue Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU sobre la ocupación de Kuwait por Irak.
2003-2008 :Primer miembro suizo del Comité de los Derechos Humanos y las Naciones Unidas, contribuye significativamente a la creación del Consejo de Derechos Humanos.
De 2004 a 2010, enviado del Secretario General de la ONU, responsable de los desplazados internos.
El Centro Suizo de Competencia para los Derechos Humanos es una red formada por las universidades de Berna, Friburgo, Neuchâtel y Zúrich, y por el Instituto Universitario Kurt Bösch, el Centro de Educación en Derechos Humanos (ZMRB) de la Escuela Superior Pedagógica de la Suiza Central en Lucerna y la asociación humanrights.ch / MERS.
Como proyecto piloto de duración limitada a cinco años, el CSDH actúa por mandato de los ministerios de Exteriores (DFA) y de Justicia y Policía (DJP).
Los 6 temas del CSDH son: migración, justicia y la policía, política de género, política sobre la infancia y la juventud, cuestiones institucionales y derechos humanos y economía.
Traducción, Marcela Águila Rubín
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