De país agrario a país industrial
Durante la Segunda Guerra Mundial se establecieron las primeras nuevas empresas industriales en el Principado de Liechtenstein. La posguerra supuso un punto de inflexión para el pequeño Estado alpino. Liechtenstein dejó de ser un país agrario para convertirse en un centro industrial y de servicios.
La ola de industrialización trajo un repunte en las industrias metalúrgica y de ingeniería. Como resultado, muchos ciudadanos de Liechtenstein pasaron de la agricultura a la producción mecánica. El auge del sector de servicios financieros comenzó en la década de 1950 y llevó a que el número de empleados se multiplicara por diez.
Pequeño y sin deuda
El Principado tiene actualmente unos 38 000 habitantes, la mayoría de los cuales trabajan en el sector de servicios. Casi el 38% de la población labora en la industria y el comercio. Es una proporción comparativamente alta. En Suiza es de alrededor del 25%. Dado que el mercado de Liechtenstein es pequeño, la industria y el comercio básicamente exportan. En la actualidad, Liechtenstein tiene el producto interno bruto per cápita más alto del mundo y es uno de los cinco países que no tienen deuda pública.
Nos remontamos a la época en que se colocó la primera piedra de uno de los países industrializados más desarrollados del mundo con un trabajo manual minucioso.
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