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Suiza vive un “espejismo” en materia de empleo

El desempleo en Suiza, una realidad más allá de las estadísticas. Keystone

A la luz de la estadística oficial, el desempleo en Suiza afecta a sólo 3,7% de la fuerza productiva, un dato que sería la envidia de cualquiera de los vecinos europeos.

Sin embargo, las cifras no son del todo fieles a la realidad del país. La reducción forzada de jornadas laborales ha crecido más de 400% durante el último año, con lo que los “subempleados” se multiplican a una velocidad vertiginosa.

En 2009, Suiza registrará la tasa de desempleo más baja de toda Europa. Un honroso privilegio que, para mala fortuna de los suizos, responde a un espejismo estadístico.

En junio pasado la tasa de paro en Suiza afectó a sólo 3,6% de la población económicamente activa (PEA), es decir, del universo de helvéticos en edad y deseo de trabajar.

Muy por debajo de la tasa del 20% que registra España; del 18% de Lituania; del 16% de Irlanda; o del 10% que promedian Francia, Finlandia, Hungría, Bélgica o Italia, según las cifras del Eurostat.

Pero es verdad también que la economía helvética registra un fenómeno que el resto de los países europeos no han observado: un subempleo galopante.

Empresas grandes, medianas y PME echan mano del recorte forzado de las jornadas laborales de sus empleados para evitar licenciamientos definitivos y cierres de compañías.

Una práctica que ha crecido un abrumador 10.000% en sólo un año.

El flagelo del subempleo

Para el ciudadano de a pie, la estadística cobra sentido sólo cuando se aplica a su realidad cotidiana, y Suiza vive un fenómeno cuyo repunte exponencial dejó de ser registrado en los datos oficiales por su magnitud.

Las empresas suizas han hecho de la reducción forzada de horarios (práctica denominada “desempleo parcial”) su principal herramienta para enfrentar la crisis.

En abril del 2008, el “desempleo parcial” afectaba a 677 personas. Un año después, el mismo fenómeno tocaba a 68.929 individuos, lo que implica un crecimiento desorbitado de 10.000%.

La Seco deja de documentar formalmente todo crecimiento superior al 200%, con lo que este fenómeno, pese a su magnitud, ha quedado desdibujado en la avalancha estadística del gobierno.

Visto desde el número de empresas que echan mano de esta práctica, en abril del 2008 eran sólo 93 compañías las que redujeron los horarios de sus empleados para evitar despidos. Doce meses más tarde, el dato había aumentado a 2.712, lo que equivale a un repunte del 2.800% durante el año citado.

Consultado al respecto por swissinfo, el Jefe de la Dirección de Trabajo de la Seco, Serge Gaillard, reconoce que es previsible que la tendencia creciente siga su curso durante el segundo semestre del 2009.

Lo anterior debido a que el entorno económico sigue siendo aún inestable y el crecimiento económico regresará a Suiza previsiblemente en 2011.

Apoyos gubernamentales

En Suiza, tanto el gobierno como las empresas están concientes de la magnitud del problema.

Sin embargo, incluso las grandes empresas, emblemáticas y sólidas, han recurrido al “desempleo parcial” para sobrevivir durante la recesión.
Swatch, autora de la resurrección del sector relojero hace tres décadas, ha recurrido por ejemplo al subempleo para mantenerse en el mercado.

Nicolas Hayek, presidente y fundador de Swatch, confirmó en julio (17.07), que reduciría el horario laboral de muchos de sus trabajadores para evitar despidos definitivos.

A partir de septiembre próximo, 500 de los 1.000 empleados que laboran en tres de sus principales fábricas: Comadur, que elabora vidrios para los relojes; Meco, especializada en piezas finas para los artículos; y Universo, encargada de manufacturar manecilla, trabajarán a tiempo parcial.

Y según Swatch, la caída en las exportaciones sería la principal razón.
A modo de contrapeso, la Confederación Helvética intenta apuntalar a empresas y de animar a los empleados.

El gobierno suizo autorizó a partir del 2009 ampliar de 12 o 18 meses el plazo en el que se paga una indemnización a los trabajadores en “desempleo parcial”. Y, en apoyo a esta decisión, el Parlamento aprobó un presupuesto adicional de 400 millones de francos suizos para este objetivo.

No hay efecto positivo

De acuerdo con Serge Gaillard, no está previsto que el gobierno amplíe la cobertura de indemnizaciones para desempleados a pesar de la magnitud que ha adquirido el empleo parcial en Suiza.

Y expertos como Andres Frick y Aniela Wirz, de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, ponen han colocado el dedo en la llaga y se preguntan si “¿Las indemnizaciones por desempleo parcial favorecen la manutención del empleo?” a través de un estudio que se ocupa de analizar este no sólo no ejerce ningún efecto positivo sobre las empresas para conservar su personal, sino incluso ejerce un impacto negativo problema.

Y termina por convertirse en una herramienta que permite a las empresas adaptar su plantilla laboral en función de sus necesidades, independientemente de la coyuntura económica que se viva.

Lo cierto es que las empresas suizas utilizan cada vez más esta herramienta para atravesar la tormenta. Y que por la magnitud de su evolución, las cifras del desempleo en Suiza esconderán una realidad que habla de un mercado laboral en desequilibrio, del que no se habla a profanidad.

Andrea Ornelas, swissinflo.ch

A nivel internacional, el desempleo es definido como la inactividad obligada para una persona que desea trabajar.

La ministra de Economía, Doris Leuthard, ha sido una de las principales defensoras de los apoyos financieros para el pago del desempleo parcial en Suiza.

El Departamento de Solidaridad del Empleo (DSE) de Suiza asegura que una persona que ha estado parcialmente ausente de su trabajo durante varios meses deja de ser 100% operacional, porque pierde motivación con respecto a su trabajo.

Un trabajador suizo gana en promedio 5.500 francos suizos. Un ingreso que puede mantener casi estable durante más de un año en caso de caer en “desempleo parcial”.

Suiza es uno de los países más cargos del mundo. Durante el primer semestre del 2009, Stefan Meierhans, Vigilante de los precios, recibió 1.535 quejas, dos veces más reclamaciones que durante el mismo periodo del 2008.

El pasado mes de junio, según la Secretaría de Estado de Economía (Seco), Suiza registraba un total de 140.253 desempleados y 198.990 solicitantes de empleo.

¿Cuál es la diferencia entre ambas cifras?

El primer grupo incluye a todos los parados que se han inscrito en alguna oficina cantonal en busca de una nueva plaza laboral.

El segundo considera también a aquellos que tienen trabajo hoy, pero saben que es temporal, con lo que se inscriben en busca de una nueva plaza. Y también a aquellos que quieren incorporarse a la fuerza productiva dentro de algunas semanas, pero por el momento no están disponibles.

En ambos casos, los repuntes anuales han sido significativos.
Los desempleados crecieron 53% durante los últimos 12 meses, y los demandantes de empleo lo hicieron 37% durante el mismo periodo.

Y la desaceleración de la economía suiza, que se encuentra formalmente en recesión desde el pasado mes de mayo, es la explicación a este fenómeno. Pero estas cifras sólo muestran una cara del problema de la falta de oportunidades en Suiza.

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