Manifestación de la secta Falun Gong en Ginebra

Coincidiendo con la apertura de la 57 sesión de la Comisión de Derechos Humanos, cerca de un millar de personas se congregaron delante de la sede de la ONU en Ginebra para denunciar las persecuciones y detenciones de las que son objeto los adeptos de la secta en China.
Los seguidores de Falun Gong, secta prohibida en China por orden del Gobierno desde 1999, piden que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU condene las violaciones de la libertad de culto en el país asiático.
La manifestación se desarrolló delante del Palacio de las Naciones y en ausencia de todo dispositivo policial, pese a la prohibición decretada la semana pasada por la ciudad de Ginebra, cuando las autoridades municipales revocaron su decisión inicial de autorizar una protesta silenciosa delante del Palacio de las Naciones, sede europea de la ONU.
La semana pasada las autoridades municipales decidieron que los discípulos del movimiento espiritual podían manifestarse en la llanura del Plainpalais, situada al otro extremo de la ciudad.
En una petición, suscrita por 27.000 personas en Suiza y remitida al Parlamento federal en noviembre pasado, los seguidores de la secta solicitaban a las autoridades helvéticas ejercer presión sobre China para que cesen las violaciones contra quienes practican el culto Falun Gong.
El Gobierno de Pekín acusa a la secta, cuyos adeptos practican una mezcla de ejercicios meditativos y respiratorios, de haber causado la muerte de al menos 1.660 personas que renunciaron a someterse a un tratamiento médico y optaron por el suicidio.
Las autoridades chinas cifran en dos millones los adeptos de la secta – el guru Li Hongzhi habla de 80 millones. En Suiza se estima que el Falun Gong tiene unos 500 discípulos.
swissinfo y agencias

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