Volverse piloto de las fuerzas aéreas
En el bote de salvamento, en la tienda de campaña de emergencia, en el aire, durante una tarde de asado o en el aula: El fotógrafo Fabian Biasio acompañó entre 2011 y 2013 a los pilotos militares helvéticos PK06 y PK07 en su camino de las clases a la cabina de vuelo.
Las fuerzas aéreas suizas permanecieron durante las últimas semanas en el centro del interés nacional, pues el domingo pasado, la ciudadanía decidió vetar la compra de nuevos cazas de combate de la marca Gripen. Ahora bien, ¿cómo entrenan las fuerzas aéreas a sus nuevas generaciones? Para el libro ‘Nuestros pilotos de combate’, Biasio acompañó a la periodista Margrit Sprecher en su seguimiento en los campos militares.
“Se trata de jóvenes en la mejor edad de hacer la fiesta, pero en lugar de eso, trabajan todo el día”, narra Biasio, que, de niño, soñaba con ser comandante de un jumbo-jet, antes de convertirse en fotógrafo profesional. “Lo que quieren es volar, simple y sencillamente, y ponen todo su empeño en ello. Y este objetivo es la prioridad, antes que la novia, salir a divertirse, o estar con la familia”.
Fabian Biasio realizó su servicio militar en el la sección de prensa y radio y de allí pasó a comunicación del Estado Mayor de las fuerzas aéreas, como “fotógrafo-soldado”, según él mismo se define. De este modo pudo obtener los contactos necesarios para realzar este reportaje.
El momento más intenso en su “incursión” militar fue vivir en carne propia la maniobra aérea circular en plano vertical, conocida como el rizo o el looping en las naves militares de entrenamiento. “Fue absolutamente maravilloso”. Pero no tuvo autorización de volar en un avión de combate. “La hospitalidad de la fuerza aérea no va tan lejos”, comenta con un guiño de ojo.
(Fotos: Fabian Biasio –Texto: Christian Raaflaub)
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