Al Yazira: entre el recelo de los medios y las presiones de EEUU
El 7 de octubre de 2001 será una fecha histórica para la primera televisión árabe de información continua. Todos los medios, de EE UU, occidentales y del mundo entero, se alinearon a Al Yazira al difundir las imágenes de Kabul con motivo del primer ataque de EE UU contra los talibán y la organización Al Qaeda. Pero esa notoriedad internacional conlleva una auténtica inquietud americana.
Desde su lanzamiento en noviembre de 1996, Al Yazira ha sido objeto de múltiples controversias. Jamás una televisión árabe había suscitado tanta admiración y rechazo a la vez, incluso en el seno de los círculos dirigentes del mundo árabe. Hasta tal punto que el ministro qatarí de Asuntos Exteriores, jeque Hamed Ben Yassim Al-Thani, confesó que una gran parte de su acción diplomática está consagrada a reparar los “daños” causados por Al Yazira.
Ironía de la historia
El tono libre y audaz adoptado por la televisión qatarí genera temor entre los dirigentes políticos del mundo árabe de un posible contagio a otras cadenas árabes, reduciendo así el margen de maniobra de los regímenes en el poder. Las autoridades de Qatar han recibido más de 200 protestas oficiales de países árabes. Una excepcional: la reciente protesta de Estados Unidos. Ironía de la historia, el líder del mundo libre se queja de un medio de información libre.
Durante su última visita a Estados Unidos, el emir de Qatar, jeque Hamed Ben Jalifa Al-Thani no pudo esquivar los comentarios de su huésped estadounidense sobre el papel de Al Yazira, a la que se reprocha atizar la hostilidad hacia los americanos, y sobre su apoyo a movimientos integristas. Para sostener esa opinión, los responsables estadounidenses citaron una entrevista del disidente saudí Osama Bin Laden, grabada hace dos años y redifundida por Al Yazira al día siguiente de los atentados del 11 de septiembre.
Tres corresponsales en Afganistán
El emir de Qatar señala que la situación será totalmente diferente una vez concluidas las reformas políticas en el país del Golfo, que prevén la elección de un Parlamento prevista para dentro de dos años. No se excluye una renovación de la plantilla de la cadena de televisión; o dicho de otra manera: un cambio en la línea editorial, acusada de tendencia hacia el Islam político.
Para el director general, Jassim Al-Ali, la polémica de Washington en torno a Al Yazira no es sino el resultado de un recelo malsano de las televisiones occidentales, tras la primicia de la cadena qatarí. Al Yazira no es parte del conflicto. Además, tiene tres corresponsales en Afganistán y otros tantos en Estados Unidos.
Pero la cadena ha sorprendido a todos al difundir en continuo las imágenes de Bin Laden pregrabadas antes del inicio de los contraataques. Señal del interés estadounidense, la primera entrevista de la nueva embajadora en Doha fue para el número uno de Al Yazira, único canal utilizado por Bin Laden.
¿Al Yazira podrá resistir?
Los responsables de la cadena no parecen dispuestos a ceder a las presiones. Una fuente autorizada confirmó a swissinfo que la cadena ya está acostumbrada a este tipo de alegaciones: se la acusa, de caso en caso, de estar a sueldo de los israelíes, de proximidad con los iraquíes, de una actitud simpatizante hacia los islamistas o de laica.
Todo ello constituye, en definitiva, el orgullo de Al Yazira, señala la misma fuente. Sin embargo, en el momento en que la información se convierte en un medio de propaganda militar, con ramificaciones culturales al servicio de una parte u otra, cabe preguntarse: ¿En qué medida podrá resistir Al Yazira?
Qatar se ve frente a un difícil dilema. ¿Cómo conciliar su voluntad de modernización política y social iniciada con la apertura de Al Yazira, de un lado, y adaptarse a la situación después del 11 de septiembre, sin crispar más a Washington?
¿Y si Al Yazira lograra inventar una nueva manera de enfocar la información incluso en tiempos revueltos? Al Yazira pasará sin duda a los anales de la historia.
Fayçal Al Baatout, Doha
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