Balance favorable de la prescricpión médica de heroina
La entrega controlada de heroina en Suiza deja un saldo positivo y confirma la validez de este tratamiento. Las cajas de seguro de salud asumirán sus costos desde 2001, sin que ello incida en el valor de las primas. El resumen fue presentado en Berna.
Los costos suplementarios para las aseguradoras fluctuarán entre un 1 y un 1,5 por mil, sostuvo el sub director de la Oficina Federal de Seguridad Social, OFSS, Fritz Britt, ante la prensa en Berna. Esta proporción, dijo, no tiene incidencia alguna en la fijación de primas.
Los programas de distribución de heroina atienden a un promedio de 1.000 participantes, con un costo que ronda los 18 millones de francos por año. 5 millones de esa cantidad ya es financiada por las cajas de seguro de salud. Pero las prestaciones médicas de éstas se elevarán a 13,5 millones de francos desde 2001, es decir 8,5 millones más que el monto actual.
Esta suma no toma en cuenta los gastos de la heroina, porque aún no están registrados en la Oficina Intercantonal de Medicamentos ni figuran en la lista de las prestaciones especiales cubiertas por las cajas.
El costo adicional subirá en función del precio de la heroina y podría fluctuar entre 1,5 y 5 millones de francos. Reconocer este aspecto demandará algún tiempo, ya que el procedimiento deja abierta la posibilidad al recurso, precisó Britt.
Balance positivo
Los efectos positivos de la entrega de heroina bajo control médico han sido probados científicamente, recalcó a su vez Ueli Locher, sub director de la Oficina Federal de la Salud Pública saliendo al paso de las reacciones emocionales que desaprueban la decisión del Gobierno Federal de incluir este servicio médico en el seguro básico.
“La metadona es pagada sin problemas desde hace tiempo. Pero habrá que esperar mucho todavían para acostumbrarnos a la imagen del médico que prescribe heroina al toxicómano en vez del cuadro con personas drogadictas en las calles”, anotó Locher.
Suiza dispone de 1144 plazas en los programas de prescripción de heroina a los drogadictos gaves. 1019 de ese número están ocupadas. La apertura de un nuevo centro en Brugg, Argovia, y otro en Shaffhausen permitirían llegar a un tope de 1.200 plazas.
Es oportuno situar esta cantidad en su verdadera dimensión, es decir relacionándola con las 30.000 personas que son adictas a las drogas duras en Suiza. Dos terceras partes de ellas siguen alguna terapia de desintoxicación. Este índice es satisfactorio en comparación internacional.
En términos concretos, el tratamiento con heroina bajo control médico muestra que 180 de una media de 800 participantes dejaron el programa. 107 de ellos optaron por el tratamiento con metadona u otro basado en la abstinencia.
La salud de un 65 por ciento de los participantes mejoró sustancialmente y una gran parte de ellos se distanció de la escena de la droga. En el momento de entrar al programa, el 70 por ciento de los toxicómanos obtenía dinero de alguna fuente ilegal. 18 meses después de la terapia, sólo un 10 por ciento todavía.
Numerosos pacientes redujeron sus deudas y dejaron de recurrir a la asistencia social. Aumentó la cantidad de los que trabajan durante el tratamiento, pero a pesar de la relativa independencia económica es difícil todavía lograr su reinserción social.
Casi la mitad de los toxicómanos siguen un tratamiento desde hace más de dos años y un 35 por ciento desde hace más de cuatro. La posibilidades de rehabilitación en este esadio son cada vez más mínimas. Con la entrega de heroina bajo prescricpión médica se pretende estabilizar su salud física y síquica, a menudo muy degradada, puntualizó Locher.
En resumen, el programa ha permitido mejorar la salud de los pacientes, reducir los delitos cometidos por los pacientes toxicómano y bajar el número de jucios legales.
swissinfo y agencias
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