Causas de la pobreza: opiniones divergentes entre los países latinoamericanos

Los delegados latinoamericanos en la Asamblea Extraordinaria de Naciones Unidas, en Ginebra, se muestran divididos en cuanto a las causas que han provocado el estancamiento de la lucha contra la pobreza.

Asistentes a la reunión que está evaluando los progresos de la Cumbre Social de Copenhague, los representantes gubernamentales no se han puesto de acuerdo sobre el estado actual de la realidad social de América Latina ni sobre las estrategias de lucha contra la exclusión.

Convocados por el Grupo Iberoamericano de Periodistas, dos de los participantes en la Cumbre de Ginebra, expusieron sus puntos de vista al respecto y sus posiciones resultaron muy diferentes.

Mientras que para el vicepresidente de Venezuela, Isaías Rodriguez, los países del Norte no han cumplido los 10 puntos acordados en Copenhague, para Herbert Betancourt, viceministro de Salud Pública de El Salvador, son los países pobres los que no han hecho los esfuerzos necesarios para salir de la pobreza.

“Específicamente en materia financiera, la ayuda que tenemos los países en desarrollo no refleja el propósito que tienen los países desarrollados. Así, parecería que sus capitales visitan nuestros países, pero no se quedan en nuestros países y no ayudan al desarrollo”, declaró Isaías Rodriguez.

El vicepresidente de Venezuela citó el caso del Producto Nacional Bruto de los países ricos, del cual un 0,7 por ciento tendría que ser destinado a la ayuda al desarrollo. Hoy, cinco años después, la misma cifra ha caído hasta el 0,2 por ciento.

Pero el deslinde de responsabilidades no debe hacerse solamente hacia afuera. El Gobierno salvadoreño sostiene, por el contrario, que son los factores internos los que explican el subdesarrollo.

“Uno de los elementos más importantes ha sido mantener a la población ignorante, con muy poca atención a su educación básica, secundaria y poco apoyo a los estudios universitarios. Tradicionalmente, las universidades eran círculos sumamente críticos contra el Gobierno. La idea era reprimirlos, mantenerlos ahogados, asfixiados”.

“Error grave. Verdaderamente grave”, subrayó Herbert Betancourt. “De esa manera, la inversión en el capital humano fue y es muy pobre. De eso nos estamos dando cuenta ahora”.

En la cumbre de Ginebra queda por encontrar consensos nuevos en torno a los mecanismos que la comunidad internacional va a adoptar en materia de lucha contra la pobreza.

Los delegados, tanto de los países latinoamericanos como de otras regiones del mundo, esperan refrendar los compromisos de Copenhague, pero renovándolos en los que se llamaría la “Declaración de Ginebra”.

Enrique Dietiker.