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El negocio de los gases de efecto invernadero

La ley suiza prevé una reducción del 10% de los gases de efecto invernadero para el 2010. Keystone

La Unión Europea autorizó a las empresas a producir gases de efecto invernadero. Vía libre para el comercio de permisos para contaminar.

Suiza tomó la decisión de esperar.

A partir del 2005, más de 10 mil empresas de la Unión Europea (UE) estarán autorizadas para comercializar “permisos para contaminar.”

Las fábricas con mayor necesidad energética, especialmente las que trabajan en el sector de la industria química, siderúrgica y celulosa, recibirán permisos para emitir dióxido de carbono (C02) en pequeñas cantidades y otros gases de efecto invernadero. Los permisos no utilizados podrán venderse a terceros.

El comercio de gases de efecto invernadero tiene como finalidad obligar a las empresas a producir de manera más ecológica, reduciendo las emisiones de gases a un menor costo. Las firmas suizas implantadas en los países de la Unión Europea podrán también participar.

Este comercio tiene como origen el Protocolo de Kyoto, a través del cual los Estados partes se comprometen a reducir la producción de los gases de efecto invernadero.

Suiza sigue su propio camino

Por el momento, en Suiza, la cuestión del permiso de emisiones no es un asunto de actualidad. “Escogimos en 1999 la vía de la ley sobre el C02,” señala Renato Marioni, de la Secretaría de Estado de Economía (SECO).

Esta ley apunta a la adopción de medidas libremente consentidas. “Las empresas pagan una ‘tasa de incitación’ sobre el C02, sólo en caso de que las medidas de reducción de gases sean insuficientes”, precisa Renato Marioni.

Según un estudio de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (EPFZ), Suiza está lejos del objetivo fijado por la ley, que prevé una reducción del 10% de los gases de efecto invernadero de aquí al 2010.

Según el estudio, si ninguna medida complementaria es adoptada, la reducción llegará al tope de 1,3% de aquí al 2010.

Pagar o no sobrepasar los límites

”El Consejo Federal tomará una decisión sobre el impuesto al C02 (tasa de incitación) de aquí a fines de año. Las Cámaras deberan enseguida pronunciarse”, explica Renato Marioni.

Después las empresas tendrán que decidir. Si prefieren pagar este impuesto o no sobrepasar los topes fijados a las emisiones de gases de efecto invernadero.

Jürg Grütter, de la Agencia de Energía para la Economía (AEE), estima por su parte que esta tasa tiene su sentido. “Los acuerdos que reposan en la iniciativa individual no funcionan si no es a través de cierto tipo de presiones.”

El marco político

La AEE es una interfaz entre la Confederación (Gobierno) y las empresas que asiste durante la puesta en marcha de este tipo de medidas.

“La tasa de incitación sobre el C02 es muy combatida políticamente. Grupos de presión como la Unión Petrolera buscarán de torpedearla”, afirma Jürg Grütter, que considera muy difícil de comunicar el sentido de las ventajas de ese impuesto en el plano político.

Interés por el modelo europeo

Suiza manifestó su interés por acceder al comercio europeo de permisos de emisiones. Renato Marioni explica la forma en que funcionan.

”Una empresa que desea que la liberen del impuesto sobre el C02 se compromete en reducir las emisiones de esos gases. De esta forma obtiene la posibilidad de tomar parte del comercio de emisiones y adquirir un permiso de contaminación,” explica.

“Hay ya contactos informales con la UE. Estamos interesados en conectar el sistema suizo al sistema europeo,” agrega.

Análisis que confirma Yvan Keckeis, de la Oficina Federal de Medio Ambiente, Bosques y Paisajes (OFEFP). “Están en curso trabajos para un comercio nacional de emisiones de gases. Por el momento cerca de 600 empresas están negociando a fin de definir los topes de reducción C02 para el período 2008-2012,” precisa.

Para Jürg Grütter de la AEE, sería irrealista esperar que las empresas suizas se interesen a ese comercio antes del 2008.

Economía poco favorable

El comercio de emisiones de gases en la UE representa el 46% de la producción total de C02.

Según Renato Marioni, el nivel alcanzará en Suiza apenas 15%. Las razones hay que buscarlas en los tipos de economías que son diferentes. “En Suiza, la electricidad no produce C02 y la tercera parte de esas emisiones proviene de los hogares”, precisa.

Las dudas de Greenpeace

Pero la idea de un comercio de gases de efecto invernadero parece que no convence a todo el mundo. “Con sólo el 20% de la población mundial, Occidente es responsable del 60% de la producción de gases de efecto invernadero”, señala Cyrill Studer, de Greenpeace.

“Si las emisiones de C02 no son reducidas en un 80% de aquí al 2050, el clima se volverá incontrolable. No serán los que más contaminan los más afectados, sino que los países en desarrollo,” agrega.

Para Cyrill Studer, el deber y la responsabilidad incumbe sobretodo a los países industrializados.

El papel de la OMC

Otra cuestión se plantea. ¿Cuál organización internacional será responsable de la vigilancia del comercio de gases de efecto invernadero, la Secretaría de la Convención del Clima de la ONU, o la Organización Mundial de Comercio (OMC)?


Cyrill Studer estima que esas tareas le corresponden a la ONU, y duda que la OMC se una a los esfuerzos nacionales para la protección del clima.

Los permisos, un gran negocio

Según el Banco Mundial, entre 1996 y 2002, fueron negociados permisos de emisiones por más de 200 millones de toneladas.

En Europa, la tonelada de gas de efecto invernadero deberá costar al menos 7 euros a partir del 2005. Según Jürg Gütter, el precio actual se sitúa entre 4 y 5 dólares la tonelada.

La Organización de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), estima en dos mil millones de dólares el potencial existente para el comercio de permisos para contaminar.

swissinfo, Elvira Wiegers
(traducción: Alberto Dufey)

Suiza aplicará sólo a partir del 2005 un impuesto a la emisiones de C02.
El Protocolo de Kyoto urge a los países industrializados a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los gases de efecto invernadero, son gases cuyo aumento de concentración en la atmósfera puede modificar la temperatura media de la atmósfera por absorber la radiación solar.

Incluyen el dióxido de carbono,(C02) el metano y el óxido nitroso (N2O).

Las emisiones de gases causantes del efecto invernadero (GEI) se reducen en un 4% en la UE, pero es necesario reducir aún más dichas emisiones, afirma la Agencia Europea para el Medio Ambiente (AEMA).

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