Ecuador, un país muy diferente

Robert Reich, Embajador de Suiza en Ecuador estima que la cultura indígena influencia su trabajo.

La ayuda Suiza al desarrollo en Ecuador no es reembolsable.

¿Cuántos años hace que es Embajador en Ecuador y cómo es para un suizo estar en un país donde el indigenismo es tan fuerte?

Llegué al Ecuador, procedente Londres -donde tenía el cargo de ministro en la Embajada- el 29 de septiembre del 2001, así que llevo un poco mas de un año en el país.

Desde que llegué me di cuenta que me encontraba en un país de América del Sur muy diferente de lo que había vivido anteriormente en la Argentina, donde estuve entre 1989 y 1993.

La influencia de las culturas y costumbres indígenas es mucho más pronunciada, aunque no estén presentes en mi trabajo cotidiano. Se nota en la vida diaria, inclusive en la capital, sea a través de la cocina; en las fiestas religiosas, que son una mezcla entre tradiciones cristianas y creencias paganas; en el arte religioso y en la música.

Según datos del banco Mundial, Ecuador tiene un 43 por ciento de población indígena. ¿Cómo ve hoy la vida política de Ecuador respecto del factor indigenista?

A nivel político, en los últimos años los movimientos indígenas se han organizado y hoy en día constituyen una fuerza política que hay que tomar en cuenta, ya que no se limitan a defender sus derechos constitucionales.

Inclusive han logrado establecer mesas de diálogo con el actual gobierno con el fin de buscar soluciones a problemas existentes, sin revertir a protestas y paros.

Ecuador viene atravesando situaciones difíciles y graves crisis económicas, ¿cómo es el escenario actual?

El país sigue sufriendo todavía las consecuencias de la grave crisis económica de 1999/2000, entre otras, el colapso del sistema financiero que resultó en la dolarización a principio de 2000.

El actual gobierno ha logrado en los últimos dos años una cierta estabilidad política y económica, y ha iniciado (cautelosamente) algunas reformas entre las cuales cabe destacar la descentralización.

Si bien los datos macroeconómicos muestran un crecimiento del PIB superior al de otros países latinoamericanos, sin embargo la pobreza de la población se sitúa en un 70% y la emigración es un tema de preocupación.

Los dos candidatos que pueden llegar a ganar las elecciones en la segunda vuelta, Lucio Gutiérrez y Álvaro Noboa no tienen hasta ahora gran apoyo de la población. ¿Cómo esperan que sean estas elecciones?

La primera vuelta de las elecciones presidenciales del 20 de octubre, en presencia de observadores internacionales de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos (OEA) se han desarrollado sin problemas ni incidentes mayores. Estoy convencido que la segunda vuelta, el 24 de noviembre, va a ser igual.

¿Cuáles son los desafíos que tendrá el futuro Presidente de Ecuador?

Independientemente de quien sea el futuro Presidente, éste tendrá la difícil tarea de llevar adelante las reformas constitucionales, e iniciar su gobierno con reformas económicas que tienen que ver con reducir la deuda pública, invertir más en lo social, entre otras.

El nuevo gobierno tendrá que abordar esta tarea con un Congreso en el cual no tiene una mayoría y que puede bloquear cualquier propuesta gubernamental, si no hay disposición de los partidos tradicionales de colaborar para el bienestar del país. Esta es una de mis preocupaciones, basada en el hecho que después de la primera vuelta varios exponentes de los partidos tradicionales han declarado públicamente no estar dispuestos a colaborar.

La consecuencia podría ser que el nuevo presidente, en tal situación, utilice más que el actual su derecho a decretar leyes y que el Tribunal Constitucional -siempre que sea llamado- pueda declarar como inconstitucional el decreto y así convertirse nuevamente en la tercera fuerza política del país. Tal escenario no sería deseable por cuanto el país se volvería ingobernable.

¿Cuáles son las expectativas frente a un posible de triunfo de Noboa o de Gutiérrez?

Diría que con un presidente Noboa los cambios en la política respecto del presente gobierno serán menos grandes y no podrían destacarse reformas profundas, mientras que con un Presidente Gutiérrez hay que contar con reformas más radicales en varios sectores, pero en ambos casos a condición que el Congreso los respalde.

¿Cómo definiría la relación de la Embajada con el actual gobierno?

Las relaciones con el actual gobierno hay que calificarlas de excelentes y sin problemas dignos de mención, gracias, entre otros factores, a una presencia de más de 30 años de la Cooperación técnica en el Ecuador. Suiza se sitúa en el tercer lugar después de los Estados Unidos y de Japón en lo que es la cooperación no reembolsable.

Por otra parte, el acceso y el contacto con los Ministros y las autoridades es óptimo.

Cuénteme acerca de la comunidad suiza que vive en Ecuador. ¿Cómo es la relación de la embajada con los suizos que viven aquí?

En el Ecuador hay unos 1200 suizos, la mayoría de ellos viven en Quito y Guayaquil y en ambas ciudades existe un club suizo, los que organizan eventos sociales y culturales y también se dedican a asuntos de benevolencia.

La Embajada participa y colabora regularmente con los eventos del club de Quito y mantiene una buena relación con la colonia.

Este año realizamos dos eventos en el marco del “Año Internacional de la Montaña” en colaboración con varios miembros de la colonia suiza: una exposición fotográfica y un encuentro intercultural que consistía en un debate sobre la vida en la montaña y se hizo el ascenso al volcán Cotopaxi.
Siguiendo con el tema de volcanes, el Reventador está a 100 kilómetros de Quito y su reciente entrada en erupción depositó más de un millón de toneladas de cenizas sobre la capital ecuatoriana.

¿Tiene conocimiento si esto afectó algún miembro de la comunidad suiza?

La Embajada tiene conocimiento de dos suizos que han sufrido ciertos daños como consecuencia de las cenizas del Reventador. Se trata de un fruticultor y de un floricultor.

Norma Domínguez