El ACNUR critica la iniciativa sobre el asilo
Ruud Lubbers, alto comisionado de la ONU para los refugiados, condena las propuestas de la derecha nacionalista para frenar la afluencia de solicitantes de asilo.
Es uno de los temas sobre el que los suizos votarán el próximo 24 de noviembre.
El máximo dirigente del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresa su preocupación sin rodeos: “Me entristecería mucho que Suiza, con su larga y firme tradición humanitaria, se transformara en uno de los países de Europa menos acogedores para los refugiados”.
La iniciativa de la Unión Democrática del Centro (UDC), el más derechista de los cuatro partidos que integran el gobierno colegiado helvético, propone que Suiza no curse las demandas de asilo de personas que entren en su territorio procedentes de un país considerado “seguro”.
Pura y simplemente inaceptable
Esto significaría, según señala Ruud Lubbers en un comunicado divulgado este martes en Ginebra, que “todo refugiado que entre por vía terrestre a Suiza será rechazado de inmediato, independientemente de cual sea el motivo de su demanda de asilo”.
De esa forma el país cerrará completamente sus puertas a “personas que huyen de la persecución, incluso gente que ha sido víctima o testigo de atrocidades, masacres o torturas”, precisa.
En resumen, Lubbers califica de “inaceptable” esa solución y destaca que “ningún otro país europeo ha ido tan lejos hasta ahora”.
Una iniciativa problemática
El comunicado cita también al director del ACNUR para Europa, Raymond Hall, quien estima poco probable que los vecinos de Suiza acepten una acción tan radical y unilateral. En su opinión, existe además el riesgo de que la iniciativa genere más problemas de los que pueda resolver.
En la perspectiva del ACNUR, negar a los solicitantes de asilo el acceso al mercado de trabajo y privarlos de los recursos mínimos para vivir está “en contradicción con el objetivo propuesto de reducir la criminalidad entre los solicitantes de asilo.”
Una iniciativa a contracorriente
Raymond Hall califica de “engañosa” la campaña de la UDC. En primer lugar, porque la iniciativa pretende ser “una forma revolucionaria” para luchar contra el tráfico de droga, un delito contemplado en la legislación penal y no en la ley de asilo.
Y en segundo lugar, porque trata de crear la impresión de “que la mayoría de los solicitantes de asilo que llegan a Suiza abusan deliberadamente del sistema.”
El ACNUR no resta importancia al problema del asilo, pero considera que la UDC no propone “medidas realistas para resolverlo”. Además, la iniciativa “va a contracorriente del espíritu del derecho internacional” y amenaza todos los esfuerzos en curso para mejorar los sistemas de asilo.
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