El fin de los teléfonos celulares anónimos
Comprar una tarjeta de telefonía móvil sin declinar la identidad no será más posible en Suiza.
El Consejo Nacional (Cámara baja) decidió este miércoles de poner término a esta práctica para luchar contra el terrorismo.
Se trata de un inesperado cambio de situación que se vivió este miércoles (11.03) en el Parlamento helvético.
Pues sólo dos años atrás los mismos parlamentarios habían rechazado de obligar a los operadores telefónicos para que identificaran a los compradores de tarjetas de prepago. Esta vez la Cámara baja cambió de opinión.
Por 124 votos a favor y 27 en contra, al igual que la Cámara alta, los diputados decidieron de forzar a los operadores a que conserven al menos dos años la identidad de sus clientes.
Específicamente, las empresas de servicios que venden tarjetas prepago para la telefonía móvil (Swisscom, Orange y Sunrise) deberán entregar a las autoridades policiales y judiciales competentes, el nombre, la dirección y la profesión de los usuarios.
Cierto es que la realidad no es la misma que hace dos años. Primero, los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, y segundo la reciente confirmación del Ministerio Público de la Confederación, de que tarjetas telefónicas suizas fueron utilizadas por militantes de Al Qaïda. Este hecho condujo a que muchos parlamentarios cambiaran de opinión.
Anonimato
Es un hecho probado por las diferentes policías europeas que las tarjetas de prepago son utilizadas algunas veces por organizaciones criminales organizadas, en el tráfico de drogas y el terrorismo, debido a que permiten conservan el anonimato.
“Al obligar al cliente a indicar sus coordenadas, se podrá remontar una pista, incluso si se entrega una falsa identidad”, señaló el diputado liberal ginebrino Jacques-Simon Eggli.
“El registro de datos de los usuarios no es la panacea, indicó por su parte Doris Leuthard, diputada demócrata cristiana de Argovia, pero le complicará la vida a los criminales y ello sin abrir la vía para un Estado policial.
Argumentos que la propia ministra de Justicia y Policía helvética Ruth Metzler sostuvo ante los parlamentarios:
En el 2002, ese tipo de tarjetas telefónicas fue utilizada en 528 casos de crimen organizado. Cerca de 100% de personas relacionadas con el tráfico de droga también las emplearon.
La ministra de Justicia insistió en el hecho que la identificación obligatoria de los clientes no corresponde a una generalización de las escuchas telefónicas, lo que sigue estando sometida a una decisión judicial.
Desproporcionado
Por otro lado, esta decisión no gustó a todos los parlamentarios. Algunos diputados ecologistas, socialistas y algunos de los partidos de la derecha tradicional se opusieron a la obligación de la medida, juzgándola desproporcionada.
“El Parlamento actuó bajo la presión del Ministerio Público de la Confederación y de los medios de prensa que blandieron el espectro de Al Qaïda”, señaló por su parte Anne-Catherine Ménetrey, del partido ecologista del cantón de Vaud.
“Ni el terrorismo, ni el lavado de dinero pertenecen a los delitos espontáneos que la policía quiere combatir conociendo la identidad de los usuarios de carta de prepago”, agregó.
Aplicación difícil
Hasta ahora, sólo Alemania, Italia y Hungría aplican este tipo de medidas en Europa. Incluso en los Estados Unidos tampoco se usa. Pero sobretodo, la medida afectará a las firmas que ya vendieron más de dos millones de ese tipo de tarjetas.
“Estamos escépticos en cuanto a la efectividad de esa medida y esperamos con impaciencia lo que el Gobierno nos propondrá para aplicarla, -señaló Christian Neuhaus, vocero de Sunrise. “Pues en la realidad recuperar datos de más de dos millones de usuarios es una misión imposible.
El futuro de las tarjetas de prepago
Lo que queda por ver, es si esta decisión conducirá a la muerte de este tipo de tarjetas de telefonía. “Probablemente no, responde Christian Neuhaus, pues según las cifras, en Italia y Alemania las ventas han aumentado, a pesar de los controles.
Para Sepp Huber, portavoz del operador Swisscom, habrá que estar atento, pues ese tipo de medidas desata un tráfico ilegal, y para ello cita el ejemplo italiano, donde se desarrolla un verdadero mercado negro de tarjetas para teléfonos celulares sin control de identidad.
swissinfo y agencias
Dos millones de tarjetas prepago vendidas en Suiza.
En 528 casos criminales fueron utilizadas tarjetas telefónicas anónimas.
Los operadores escépticos en cuanto a la aplicación de los registros de usuarios.
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